Los trabajadores españoles en Gibraltar, los primeros en quitarse la mascarilla

  • Son casi diez mil personas y han sido los primeros en quitarse la mascarilla en la calle

  • A partir de las seis de esta tarde se hará extensivo a todos los ciudadanos tras levantar Interior las restricciones en la Verja

A Antonio no le ha hecho falta esperar hasta hoy para saber lo que es trabajar sin mascarilla. Del sábado al domingo hizo turno de noche en el centro en el que trabaja en Gibraltar, cuidando a personas discapacitadas. Entró con mascarilla y salió sin ella. Salió tan contento, que lo primero que hizo para celebrarlo fue registrar el acontecimiento. .

"Salí del trabajo y me hice un video quitándome la mascarilla", dice Antonio. "Lo que pasa es que intenté coger a la gente sin mascarilla pero con los nervios me salió el video al revés. Pero la mascarilla si me la quité vamos".

"Salí del trabajo y me hice un video quitándome la mascarilla"

No era para menos. Ha sido vacunado en Gibraltar, pero han sido meses y meses de protegerse, y proteger a personas con síndromes como el de Asperger, que no entendían un mundo con mascarillas.

"Trabajo con chavales con Asperger y otros síndromes del espectro autista, y la verdad es que no entienden que tú lleves mascarilla", explica Antonio. "Son chavales que salen diariamente, y a ellos normalmente no se les puede poner la mascarilla. Les causa una conmoción ver a sus cuidadores con mascarilla o cruzarse con gente que la lleva. Se asustan cuando ven a la gente con mascarilla, y esto supone una mejora importante para ellos".

El trabajo de Miguel y su hermano Alfredo es muy distinto. Su tarea es preparar pedidos en una distribuidora de bebidas, así que por ese lado ningún problema con llevar o no la mascarilla. Pero también ellos se sienten raros estos primeros días con la cara la descubierto.

"Esta mañana cuando entramos en Gibraltar yo seguía con la mascarilla puesta, y el automáticamente se la ha quitado ", cuenta Miguel. "Lo miré así, y vi al resto de gente que no la tenía puesta y me dije: ¡Hostias que aquí ya te la puedes quitar!. Entonces ya me la quité, y esa sensación del aire que te pega en la cara la echaba uno de menos".

Cómo Antonio, aunque en otro sentido, su trabajo es ahora más fácil sin tener tapada la mitad de la cara. Pueden ver la suya y puede ver la de sus compañeros.

"Parece mentira. Aunque te llegas a acostumbrar, el no tenerla es otra cosa", continúa Miguel. "El trabajo se hace más fácil. No tienes que quitarte las gafas porque se te empañan, ves a los otros, es otra sensación".

¿Todo ventajas? No todo, su viaje es de ida y vuelta y, aparte el hecho de poder olvidarse de la mascarilla al entrar en España, y recibir una multa, hay algo más serio, la posibilidad de llevar el contagio a sus familias.

"A algunos, como aquí todavía no hay vacunas, les da reparo quitarse la mascarilla en Gibraltar", comenta Juan José Uceda, portavoz de ASTEG (Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar). "Obviamente quieren proteger a sus familias y aunque ellos, y los gibraltareños, están vacunados, no se sabe si los vacunados transmiten la enfermedad".

Y eso en grandes números, en el Peñón trabajan casi diez mil españoles, puede resultar importante. Claro que a partir de las seis de la tarde de hoy, ya no serán sólo ellos los que vivan este tránsito entre el con, y el sin mascarilla. A esa hora se eliminarán las restricciones hasta ahora vigentes en la Verja. Los gibraltareños podrán volver a sentir las mascarillas al pasar a España. Los españoles sentir en la cara en levante que hoy sopla en el Peñón.