Halaleh Taheri: “Es increíble que todavía se hagan tests de virginidad en el Reino Unido"

  • La directora de la organización MEWSo lidera una campaña para que se prohíban en Reino Unido este tipo de pruebas y la reconstrucción del himen

  • Ha conseguido que el Parlamento británico debata la inclusión de esta prohibición en una propuesta de ley

  • Asegura que estas pruebas no demuestran si una mujer es virgen, solo que las mujeres son propiedad de los hombres

El Parlamento británico estudiará y debatirá este mes de septiembre si prohíbe los tests de virginidad y las operaciones para la reconstrucción del himen, la fina membrana que cubre la entrada de la vagina, que una vez rota no se regenera y que algunos consideran que indica si una muchacha es virgen. Este tipo de pruebas han sido calificadas por la Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud de violación de los derechos humanos y siguen realizándose en clínicas privadas en Reino Unido.

La Organización para la sociedad y las mujeres de Oriente Medio (MEWSo) da apoyo emocional a las mujeres que han sufrido este tipo de abusos. Es una de las organizaciones involucradas en forzar la prohibición. De momento ha conseguido que llegue al Parlamento. La iraní Halaleh Taheri es la fundadora y directora de MEWSo. El próximo 7 de septiembre está citada en la Cámara de los Comunes, la cámara baja, para dirigirse a los diputados sobre este asunto. Taheri recibe a NIUS en su oficina en Finsbury Park, en Londres.

Pregunta: ¿Qué les dirá a los diputados?

Respuesta: Les diré que es increíble que todavía se hagan tests de virginidad y que son un fraude, que no muestran el verdadero valor de las mujeres, que solo demuestran que las mujeres son propiedad de los hombres y que, según éstos, deben ser vírgenes, puras, nuevas. Los hombres en una familia quieren dar esta propiedad a otro hombre. Quieren demostrar que es virgen y por eso le hacen la prueba.

P: ¿Y esto sucede en el Reino Unido?

R: Aquí estas niñas se encuentran atrapadas entre dos culturas y viven en un gran dilema. Por un lado, en la escuela aprenden sobre libertad y educación sexual y empiezan a tener relaciones con chicos de su edad, pero en casa su familia les dice que lo importante es el matrimonio y que tienen que ser vírgenes.

P: ¿Se puede saber si una muchacha es virgen con este tipo de pruebas?

R: No. Muchas que no han tenido sexo y no saben si van a sangrar la primera noche. Si no sangran no quiete decir que ya han tenido sexo. El cuarenta por ciento de todas las mujeres no sangran en su primera relación sexual. Han perdido la virginidad haciendo ejercicio, usando tampones o montando en bicicleta. Yo personalmente no sangré y tuve suerte porque procedía de una familia abierta y mi pareja también lo era. Mi mejor amiga no sangró cuando le hicieron el test ante su prometido, pese a que no había tenido relaciones con nadie antes.

P: ¿Y qué le pasó?

R: Fue castigada, golpeada por aquel hombre y luego enviada a su casa donde su padre y sus hermanos le pegaron. No le permitieron salir a la calle durante mucho tiempo porque todo el mundo en la comunidad lo sabía. A algunas chicas las matan sus padres cuando descubren que no son vírgenes. Las muchachas sufren una situación traumática. Están sometidas a una presión enorme. Estamos en el siglo XXI, no en épocas oscuras. Estas muchachas se merecen ser tratadas como seres humanos, con respeto, por eso empezamos con esta campaña.

P: ¿De cuántos casos tienen constancia en el Reino Unido?

R: Es un tema tabú, oculto, muy peligroso. Muchas chicas no quieren hablar porque tienen miedo. Los datos que manejamos no reflejan la realidad. En los últimos años hemos recibido cuarenta casos, pero le garantizo que hay diez veces más, pero no han sido denunciados, no se han atrevido a pedir ayuda. Hay mucho miedo. Cuanto más hablemos del tema, las muchachas empezarán a sentirse más seguras y a confiar en nosotros y empezarán a salir todos los casos.

P: Llegar al Parlamento es un paso fundamental.

R: Sí. Es muy bueno que haya sido aceptado por los Comunes y estoy convencida de que [los tests de virginidad y las himenoplastias] serán prohibidos pronto. Esta prohibición es parte de la Ley de Cuidado de la Salud. Es muy importante porque vamos a empujar al gobierno para que empiece a educar a los niños en las escuelas, porque muchos maestros no saben que existe este problema y muchos médicos no lo saben. Por el momento los diputados están investigando y validando si es relevante prohibir los tests de virginidad y las himenoplastias.

P: Y, ¿después?

R: Empezaremos a trabajar en la comunidad con padres, muchachas, escuelas, servicios sociales, para concienciar a todo el mundo de que los tests son un acto de misoginia y de denigración de la mujer.

P: ¿Están relacionadas estas dos intervenciones?

R: Sí. Muchas niñas que se tienen que hacer tests de virginidad y, aunque no hayan tenido relaciones sexuales, tienen miedo de sangrar y por eso se hacen las himenoplastias. Es importante que sean prohibidas las dos a la vez.

P: Es injusto.

R: Es totalmente erróneo. No hay espacio para que una chica pueda hablar con su futuro marido y le diga sé que has tenido relaciones sexuales con otras chicas antes, si no es un problema para ti tampoco lo debería ser para mí porque era joven y quería experimentar. Esto forma parte del deseo humano. Que le diga si ninguno de los dos somos vírgenes, porque me pides a mí una prueba de virginidad, eso solo demuestra es no una relación igual. Se debe educar sobre esto. Mi esperanza es que la gente se olvide de la virginidad porque la virginidad no significa nada en las relaciones humanas.

P: Se habla de unas veinte de clínicas donde hacen este tipo de intervenciones.

R: Son muchas más. También se realiza de forma encubierta con enfermeras en las casas delante de los padres. Muchas clínicas son secretas. Y muchas chicas pagan hasta 4.000 libras [4.700 euros] por la reconstrucción del himen. Imagínate la presión sobre estas niñas para sacar el dinero. Los tests de virginidad cuestan 400 libras [470 euros].

P: ¿Es propio de las comunidades musulmanas?

R: Está muy extendido en comunidades musulmanes, pero también en las judías y algunas africanas y europeas. Demuestra la voluntad de dominar de los hombres. Esta mujer es de mi propiedad y quiero que esté sin estrenar. En la cultura musulmana es castigable.

P: ¿Puede hablarnos de algún caso con el que se haya encontrado?

R: Vino una chica que no había tenido relaciones sexuales y cuando fue a casarse su prometido le pidió un tests de virginidad. Y delante de su prometido, de la madre de él, de su madre, el doctor dijo que no era virgen. Ella dijo que no era posible. Se rompió el matrimonio y la familia la obligó a hacerse una reparación del himen.

P: Debió ser horrible para ella.

R: Cuando vino la chica dijo que no quería volver a casarse porque había sido humillada, profundamente humillada. Dijo nunca olvidaré el momento en que el doctor, ante todo el mundo, dijo no eres virgen. Si el doctor dice sí que es virgen, las familias están felices, pero no la chica, porque ha sido humillada. No han confiado en ella. Otra chica nos contó que tenía un novio de su edad, pero sus padres la obligaron a romper con él y prometerse con otro hombre que ellos eligieron.

P: ¿Y qué pasó?

R: La obligaron a someterse a una intervención de reparación del himen para parecer virgen. Y la chica me decía que se arrepentía de haber tenido que dejar a su chico, del que estaba enamorada, y someterse a esa dolorosa intervención para casarse con un hombre que no quería y parecer que era virgen cuando él no lo era. Esto es un trauma que arrastrará el resto de su vida.