Crimen de Adeje: entramos en la cueva del horror donde fueron encontrados los cadáveres

telecinco.es 25/04/2019 21:22

Sangre en las piedras y en el suelo. Las fuerzas de seguridad han desvelado ya que los asesinatos de Adeje se produjeron con enorme violencia. Thomas R.H. presuntamente acabó con la vida de su mujer y de su hijo de 10 años golpeándoles brutalmente. Solo sobrevivió su hijo pequeño, de tan solo siete. El pequeño fue capaz de huir despavorido tras asistir al macabro acto de su progenitor y ver a su madre tendida en el suelo. Su instinto le hizo salvar la vida y hacer factible atrapar horas después a su padre. El niño caminó durante cuatro kilómetros por un terreno agreste y escarpado y fue encontrado en estado de shock, desorientado y sudoroso.

El espeluznante relato del menor

Fueron Rosi y su hermano los que hallaron al pequeño en un camino, en una zona montañosa y de barrancos conocida como Las Moritas, cerca de Adeje (Tenerife). Estaba sofocado, nervioso, no entendía lo que le decían, ni ellos al niño. Hablaba alemán y buscaron a unos vecinos que pudieran entenderlo. Así supieron que había huido de una matanza: la de su madre y su hermano mayor a manos de su padre.

Después de que los vecinos le llevasen ante la policía, asistido por psicólogos y con ayuda de un intérprete, el pequeño dio a la policía un espeluznante relato que ha sido clave para la investigación.

La cueva, oculta en un terreno de muy difícil acceso

El padre llevó a su familia hasta una cueva ubicada en un terreno que los expertos definen como agreste, escarpado, lleno de barrancos y cuevas, "de muy difícil acceso". La compleja orografía de la zona hacía que, de hecho, los vecinos apenas la transitasen. Tan solo aquellos que conocían muy bien el terreno o eran especialistas se acercaban al lugar. Así lo atestiguaba Roberto Librizzi, monitor de parapentes, en Cuatro al Día.

No obstante, Thomas llevó a su mujer y sus hijos allí. Quizás, porque desde el principio esa era su intención: adentrarles en un terreno de difícil acceso donde fuese complicado encontrar las huellas de su macabro acto. Es una de las cuestiones que analiza también la investigación, llena de indicios que hacen que la principal hipótesis sea un delito de violencia machista.

Tras el crimen estuvo en su casa bebiendo como si nada

Apenas horas después del relato del menor sobre lo que había hecho su padre, éste fue detenido. Tras el sangriento crimen, Thomas se cambió de ropa y se dedicó a beber como si nada. Los vecinos le vieron salir con botellas en la mano. Cuando la Guardia Civil llegó a detenerlo, de hecho, estaba dormido.

Le despertaron y dijo que su familia se había quedado paseando y no sabía nada de ellos. No preguntó por su hijo pequeño, el único superviviente. Thomas no sabía que los agentes le habían encontrado.

Desde su arresto, no ha colaborado en ningún momento y se ha negado a declarar. Los investigadores llegaron a él tras sus pasos, gracias a un coche de alquiler que también han inspeccionado para encontrar restos de sangre de los crímenes. Lo alquiló la misma semana porque hasta entonces se movía con una moto. Thomas había visitado el lugar que había elegido para su macabro plan, según los investigadores. Engañó a su familia con el pretexto de enseñarles la cueva en una galería muy profunda, donde los asesinó y abandonó los cuerpos, escondidos bajo piedras.

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