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Iñaki Urdangarín cuenta las horas para que se vuelvan a abrir las puertas de la cárcel de Brieva. Para abandonar el solitario módulo en el que permanece desde algo más de un año en una soledad solo interrumpida por breves conversaciones con funcionarios o por las visitas de su familia.
El resto del tiempo se acompaña de la religión y del deporte. De una bicicleta estática que el centro le negó pero le concedió el juez. El mismo que también le permite salir para el voluntariado en Madrid en contra del criterio de la Fiscalía.
La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, no ha querido pronunciarse sobre el permiso que ha recibido Iñaki Urdangarin para salir de la cárcel de Brieva y realizar un voluntariado con discapacitados en un hogar religioso en Madrid. "Esta es la ley", se ha limitado comentar.
La decisión se fundamenta en aplicación del artículo 117 del Régimen Penitenciario sobre "medidas regimentales para la ejecución de programas especializados para penados clasificados en segundo grado", como es el caso de Urdangarin.
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, ha negado que el permiso concedido a Urdangarín se trate de un "trato de favor" hacia el cuñado del Rey Felipe VI. "No podré decir que sea un trato de favor, es solo la aplicación de la normativa", ha insistió el ministro del Interior.
La fiscal general del Estado, María José Segarra, ha manifestado que la Fiscalía está estudiando si recurre o no la decisión del juez de Vigilancia Penitenciaria que ha permitido a Iñaki Urdangarin salir dos días de la cárcel de Brieva (Ávila) para hacer voluntariado en un centro religioso de Pozuelo de Alarcón, una medida a la que se opuso inicialmente el Ministerio Público.
Sobre este caso, ha precisado, no obstante, que el Ministerio Público "siempre apoya los programas de resocialización y los proyectos de Instituciones Penitenciarias", pero ha explicado que, inicialmente, se opuso a la concesión del permiso "porque era un programa individualizado presentado por el propio interno". "Estimamos que la Administración penitenciaria tenía recursos propios con sus propios medios para dar respuesta al interno", ha apuntado.
Preguntada si cree que esta decisión podría suponer más peticiones de otros presos en similares circunstancias, ha asegurado que "cada caso es excepcional". "Los tratamientos a los penados son individualizados y estudiando caso por caso", ha añadido.
En su momento, la Fiscalía fundamentó su negativa en diferentes consideraciones, entre ellas que hasta el 28 de noviembre de 2019 no cumple Urdangarin la cuarta parte de la condena o el "pronóstico de reincidencia medio-alto" a criterio de la Junta de Tratamiento de Brieva.
Discrepancias legales aparte hemos preguntado a expertos sobre la utilidad de este tipo de salidas para los presos. "Va a haber otras relaciones sociales, se va a enriquecer de otro tipo de contactos y de expresiones emocionales" señalan los expertos que valoran el hecho de que "la hora de salir no sea de golpe, es decir, que sea paso a paso, poco a poco".
Su salida de hoy supone su primer contacto con el exterior tras su entrada en prisión. Urdangarín ya tiene otra fecha bien apuntada, el 28 de noviembre. Se cumple un cuarto de su condena y ya podría tener permisos ordinarios.