La última vez que Juana, de 47 años, estuvo en el juzgado de violencia de género fue en febrero, después de que la policía detuviera a su novio, de 38, y ahora su presunto asesino. Había quebrantado la orden de alejamiento que tenía de ella, por darle una paliza en Navidades. Los agentes acudieron al domicilio de ella en Parla (Madrid) alertados por unos vecinos que escucharon gritos y golpes. Algo que era habitual, cuentan otros.
Juana intentó ocultar al hombre, pero la policía lo detuvo. Ella lo había denunciado al menos tres veces por malos tratos. Y él tenía varias órdenes de alejamiento que sistemáticamente inclumplían ambos. Porque Juana y el presunto asesino habían reanudado la convivencia. La mujer había denunciado a su marido con el que ya no vivía, y a otra pareja, también por violencia de género.
Juana figuraba en el sistema Viogen de protección policial. Su valoración de riesgo era nivel bajo, y así se mantuvo después de la última evaluación que se le hizo, tanto en servicios sociales del Ayuntamiento de Parla, como por parte de la policía local. No subió su nivel de riesgo de sufrir violencia machista, porque ocultó que había vuelto a vivir con su agresor.
Fuentes policiales argumentan que esta calificación se debía a que la mujer no había hecho referencia ni a agresiones físicas ni a la orden de alejamiento que pesaba sobre él, sino a agresiones verbales. Este nivel de riesgo determina una visita y acompañamiento cada dos meses a las denunciantes, sin embargo, la Policía Local había establecido un régimen de seguimiento de una vez al mes.
Fue el dueño del restaurante donde Juana trabajaba como cocinera quien alertado por cuatro días de ausencia, por no contestar a los mensajes en el móvil y por los antecedentes violentos del novio, quien denunció la desaparición el sábado por la noche. La policía buscó a la mujer por las zonas que frecuentaba y ya en la madrugada del domingo, al entrar en su domicilio, encontró el cadáver. Juana llevaba entre tres y cuatro días sin vida. La víctima presentaba nueve puñaladas, además de golpes en la cara, brazos y manos así como de signos evidentes de que se había intentado defender de su homicida.
El presunto asesino, de orígen magrebí estaba en busca y captura, pero la policía lo ha localizado antes de que cruzara la frontera. Tiene un amplio historial delictivo con una treintena de detenciones entre otras por intento de homicidio, violencia con otra parejas, lesiones y estancia irregular en España. Con el asesinato de Juana son 19 mujeres las asesinadas por el machismo este año.
Y tal vez hablaríamos de otra más en Vilagarcía de Arousa, Pontevedra, una mujer a la que su marido enfurecido tenía acorralada. Unos vecinos lo vieron y escucharon y acudieron en su ayuda hasta que llegó la policía para detener al hombre que ha pasado ya a disposición judicial. Ella, como Juana, creyó que podría dar otra oportunidad a un maltratador.
Desde el año 2003 en que hay datos oficiales, serían 994 las mujeres víctimas mortales por violencia de género, según las cifras del Ejecutivo. Este crimen machista, si se confirma, sería el cuarto que se comete en la Comunidad de Madrid, lo que convertiría a la región con mayor número de asesinatos de violencia de género. Además, éste sería el segundo caso en el que la víctima había denunciado previamente a su agresor ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, frente a los 17 restantes en los que no constaba ninguna denuncia previa por parte de la víctima o de sus conocidos.
Según los datos del Ministerio del Interior a fecha 31 de marzo, un total 30.506 mujeres víctimas de violencia de género cuentan con algún tipo de protección policial, lo que supone el 52,9% del total de 57.707 casos relacionados con este tipo de violencia que están bajo control policial.
El Sistema VioGén monitoriza en la actualidad 540.248 casos, aunque la mayoría (475.761) están 'inactivos', es decir, que temporalmente no precisan de atención policial, si bien pueden reactivarse en cualquier momento. De los 57.707 que sí están bajo control policial actualmente, 5.365 cuentan con un nivel de riesgo medio; 367 tienen riesgo alto; y 19 riesgo extremo; mientras que hay otros 24.755 con peligro bajo y 27.201 bajo riesgo no apreciado. Este último nivel implica medidas de seguimiento y solamente se aplican medidas policiales de protección si es preciso, mientras que para el resto de los niveles (bajo, medio, alto o extremo) las medidas policiales de protección van aumentando en intensidad si se incrementa el riesgo.
La mayor parte de estos casos 'activos' están relacionados con víctimas españolas con edades comprendidas entre los 31 y 45 años, rango de edad que registra 17.336 casos y cinco de ellos con riesgo 'extremo'. Le siguen las víctimas nacidas en España con edades entre los 18 y 30 años, la franja en la que se contabilizan más 11.797 casos bajo control policial.
Asimismo, 716 casos de violencia de género bajo control policial son de víctimas menores de edad --de 14 a 17 años de edad--; 10.453 son mujeres entre 46 y 64 años, un rango de edad en el que hay registrados tres casos en riesgo extremo; y 1.163 tienen 65 años o más.
Esta misma tendencia se repite en los casos en seguimiento relacionados con víctimas nacidas en otros países: del total de los 16.242 casos en seguimiento correspondientes a extranjeras, la mayoría (8.084) tienen entre 30 y 45 años, seguido de 4.694 que tienen entre 18 y 30. En 94 de los casos las mujeres son menores con edades entre los 14 y 17 años; en 3.271 tienen de 46 hasta los 64 años; y en 99 tienen 65 años o más.
Asimismo, el mayor porcentaje de las 30.506 mujeres con protección policial por sufrir este tipo de violencia también se encuentra entre las mujeres con edades comprendidas entre los 31 y los 45 años de edad, de acuerdo a estas cifras de Interior, recientemente publicadas en el Boletín Estadístico Mensual del mes de marzo de 2019 de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.
Hace algo más de un mes y medio, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado empezaron a aplicar el nuevo protocolo para la valoración policial del nivel de riesgo de las víctimas de violencia de género. Ésta es la quinta vez que se actualizan estos formularios que se realizan de manera obligatoria desde el año 2007.
Se pretende "mejorar la predicción de reincidencia de nuevos episodios de violencia", así como "identificar y alertar" a la autoridad judicial y al Ministerio Fiscal de los casos que tienen un riesgo "de especial relevancia" que son "susceptibles de evolucionar en violencia más grave", como el asesinato de la mujer; y también de los casos en los que haya menores a cargo de la víctima que estén en situación de vulnerabilidad.
Cada día hay casi 100 víctimas de violencia de género y doméstica en España