Menores asesinos que conmocionaron al mundo

Informativos Telecinco 19/10/2016 14:58

Parecen niños inocentes. Van al colegio, juegan con sus amigos, ven dibujos animados... Pero detrás de esta fachada infantil esconden una parte cruel y vil. Menores que cometen asesinatos a sangre fría, sin pensarlo dos veces, y con actos previamente premeditados.

A lo largo de la historia, se han dado numerosos casos de niños y adolescentes juzgados por homicidio. Simples críos que han amenazado, torturado y asesinado a personas inocentes. Algunos, fueron juzgados como adultos. Otros, cumplieron la pena en un correccional. Ser menor no implica ser inocente.

José Rabadán

El caso de José Rabadán, más conocido como bajo el nombre de 'el asesino de la katana', estremeció a toda España en abril de 2000. Este murciano tenía apenas 16 años cuando asesinó a su familia el 1 de abril de ese año. El menor acabó con la vida de sus padres y de su hermana pequeña utilizando una katana, con la que les hizo más de 70 cortes.

Le diagnosticaron psicosis epiléptica idiopática, y cumplió siete años y nueve meses de internamiento.

Iria S.G. y Raquel C.T.

Iria S.G y Raquel C.T, dos adolescentes de 16 y 17 años respectivamente, asesinaron a su compañera de clase Clara García, de 16. Los hechos ocurrieron en San Fernando (Cádiz), en el año 2000.

Raquel fue el cerebro del asesinato. Le tapó los ojos a Clara mientras que su compañera le apuñaló hasta en 32 ocasiones. Tras cinco años de internamiento, quedaron en libertad.

Sergio y Luis

Sergio y Luis, dos adolescentes de 15 y 14 años respectivamente, fueron declarados culpables de asesinar en noviembre de 2009 a una compañera de clase. El suceso ocurrió en Ripollet (Barcelona). La menor, de 17 años, fue degollada.

Fueron condenados a cumplir penas de hasta cinco años de internamiento y una multa de 525.000 euros por un delito de asesinato con alevosía.

James Fairweather

James Fairweather tenía 15 años cuando apuñaló a dos desconocidos hasta la muerte. El suceso tuvo lugar en Colchester, Essex (Reino Unido), donde el asesino atacó al azar durante tres días.

Fairweather se defendió alegando que estaba poseído por el diablo, aunque este argumento fue rechazado por los miembros del jurado. En el juicio afirmó que había "disfrutado" del clima de terror que había creado en la comunidad durante unos días. Fue encarcelado y cumple una condena de 27 años.

Will Cornick

Will Cornick pasará por lo menos 20 años en prisión tras ser declarado culpable del asesinato de la profesora Ann Maguire. El chico, que tenía 15 años en aquel momento, apuñaló a la señora Maguire, de 61, siete veces por la espalda mientras daba clase de español en el colegio católico Corpus Christi en Leeds, Reino Unido.

Asesinato de Bailey Gwynne

En abril de 2016, un chico de 16 años fue encarcelado por el homicidio de Bailey Gwynne, también de 16, en Aberdeen, Escocia.

El tribunal concedió el anonimato al acusado. Bailey, un alumno de quinto año con cuatro hermanos más jóvenes, murió de una hemorragia causada por una herida de arma blanca durante una pelea en el almuerzo. El joven negó el asesinato, aunque fue condenado por cargo menor a nueve años de prisión.

Asesinato de Angela Wrightson

Dos adolescentes de 13 y 14 años asesinaron a una mujer alcohólica de 39 años en su domicilio de Durham (Inglaterra). Ambas fueron condenadas a cadena perpetua revisable con una pena mínima de 15 años.

Según el informe policial, las menores atacaron a Angela Wrightson durante cinco horas, con varios objetos, como una televisión, una pala o una mesa. La víctima presentaba un centenar de heridas.

Las asesinas, al abandonar el domicilio, se hiceron un selfi y se lo mandaron a sus amigos a través de Snapchat, e incluso subieron una fotografía a las redes sociales en el furgón policial.

Daniel Bartlam

Daniel Bartlam asesinó a su madre, Jacqueline, cuando tenía 14 años. El suceso ocurrió en Redhill, Nittigham (Reino Unido) en abril de 2011. Fue detenido y declarado culpable a cumplir una condena de 16 años.

El acusado señaló a la policía, que su madre –a la que identificaron por sus registros dentales– fue atacada por un intruso. El tribunal no creyó esta versión. El juez Flaux señaló que Bartlam había planeado un "asesinato casi perfecto".

Connor y Bradon Doran y Simon Evans

Los hermanos Connor y Brandon Doran, y su amigo Simon Evans, fueron declarados culpables tras asesinar a un hombre sin hogar. El suceso ocurrió en Liverpool (Reino Unido) en 2012.

Connor, de 17 años, fue descrito como el principal cabecilla de los hechos, y fue condenado a 12 años de prisión. Evans y Brandon, ambos de 14, fueron condenados a penas de ocho y seis años, respectivamente.

Jon Venables y Robert Thompson

Jon Venables y Robert Thompson, dos chicos de 10 años, asesinaron en 1993 a James Bulger, un niño de dos años, en el centro comercial New Strand (Reino Unido).

Bulger desapareció el 12 de febrero de 1993 mientras acompañaba a su madre de compras. El niño, fue torturado y abandonado a su suerte en una línea de tren cercana. Thompson y Venables fueron acusados de secuestro y asesinato. En 2001 fueron puestos en libertad con nuevas identidades.

Eric Smith

Eric Smith fue detenido en 1993 cuando tenía solo 13 años. Fue declarado culpable por el asesinato de Derrick Robie, un niño de cuatro años.

Según los informes, Smith atrajo a Robie a un parque aislado y lo ahogó. Después, arrojó varias piedras a su cabeza y lo sodomizó con una rama de árbol. El suceso ocurrió en Savona, Nueva York (EEUU).

Smith confesó el asesinato y fue condenado a una pena mínima de nueve años. En 2014 le diagnosticaron un 'trastorno explosivo intermitente'. Se le ha negado la libertad condicional siete veces.

George Stinney

George Stinney tenía 14 años cuando en 1944 fue declarado culpable del asesinato de dos niñas en Carolina del Sur (Estados Unidos). Los cuerpos de Betty June Binnicker, de 11 años, y de Mary Emma, de 7, fueron hallados en mitad del bosque, mientras buscaban flores silvestres.

Stinney se convirtió en el estadounidense más joven en ser ejecutado en EEUU, y murió en la silla eléctrica tres meses después de su detención.

En 2013 se reabrió el caso ya que se encontraron indicios de que el joven podría haber sido inocente. En 2014, la justicia exculpó a Stinney, después de que la jueza que llevó el caso dictaminara que no fue sometido a un juicio justo.

Alyssa Bustamante

Alyssa Bustamante, una joven de 15 años, mató a la hija de su vecina, de nueve años, en 2009. La adolescente le cortó la garganta a Elizabeth Olten, y la apuñaló antes de enterrarla en una fosa que previamente había cavado en el bosque.

Bustamante atacó a Olten cuando caminaba a casa de unos amigos. En el juicio se dictaminó que Bustamante tenía graves problemas psicológicos, y que incluso se había intentado suicidar.

Fue juzgada como una adulta y condenada a cadena perpetua. El suceso ocurrió en Jefferson City (Missouri, EEUU). La adolescente declaró que quería matar a Olten para ver qué se sentía al cometer un asesinato.

Joshua Phillips

El juicio a Joshua Phillips fue uno de los más impactantes de toda la historia de Estados Unidos. El joven, de 14 años, fue declarado culpable de asesinar a su vecino Maddie Clifton, de 8 años, según publicó NBC News.

Maddie había salido a jugar al baloncesto fuera de casa, pero él nunca regresó. Joshua afirmó que él y Maddie estuvieron jugando al béisbol cuando, accidentalmente, una pelota le golpeó.

Según la versión del acusado, Maddie se puso a llorar, momento en el que le entró el pánico y le golpeó la cabeza para que dejara de gritar. Posteriormente, escondió su cuerpo debajo de su cama. Su madre encontró a Maddie una semana después, debido al fuerte olor que salía de su habitación.

Phillips fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional.

Mary Bell

Mary Bell, una niña de 11 años, asesinó a dos niños en 1968. Los sucesos ocurrieron en Scotswood, en el noreste de Inglaterra.

Su primera víctima fue Martín Brown, un pequeño de cuatro años. Inicialmente, la prensa publicó que el pequeño había fallecido mientras jugaba, pero posteriormente se demostró que había sido Mary quien había estrangulado y golpeado en la cabeza a Brown.

El mismo año, pero en julio, Mary y su amiga Norma dejaron una nota en el colegio que fue considerada como una broma de mal gusto. "Yo he matado y voy a volver a hacerlo", fue la misiva de la propia Mary.

La muerte de Brian Howe, de tres años, fue aún más atroz. Mary mutiló y asesinó, junto a su amiga Norma, al pequeño. Después del crimen, cortaron una N –correspondiente a Norma- y una M-correspondiente a Mary-, en el estómago y en la mano del niño. Además, también le cortaron sus genitales.

Ambas amigas fueron detenidas, pero Norma fue declarada inocente. Mery fue condenada por asesinato en segundo grado debido a su falta de responsabilidad. El jurado determinó que la chica tenía los clásicos síntomas de una psicopatía.

Paul Henry Gingerich

Paul Henry Gingerich fue condenado en 2010 por asesinar al padrastro de un amigo. Con sólo 12 años, pensaba huir a Arizona junto a su amigo Lundy Gingerich, de 15. Lundy contó que su padrastro podría cogerlos, por lo que urdió un plan para matarlo, contando con la ayuda de Gingerich.

El acusado disparó hasta en cuatro ocasiones en el pecho a Phillip Danner, y fue condenado a 30 años de prisión, según informó The Mirror.

La opinión pública se mostró dividida, porque muchos afirmaron que Gingerich fue una víctima manipulada de Lundy.