Multas por conducir en chanclas o descalzo: cuánto me cuesta

  • La sanción económica puede llegar a ser de 200 euros en caso de poner en peligro la seguridad de la vía

  • No hay una Ley específica sobre el calzado para conducir, pero sí algunas hacen referencia a la obligación de hacerlo con la máxima seguridad

  • Muchos conductores ignoran que incurren en una conducta penalizada

El verano nos hace sentir libres y despreocupados, pero si vas a ponerte al volante o pillar la moto, tienes que tener en cuenta el calzado a utilizar. Sí, aunque parezca una tontería puedes ser multado si conduces descalzo o en chanclas. Sobre todo por los riesgos para tu seguridad y para los demás.

Muchos conductores, sin embargo, ignoran estos riesgos y las consecuencias. Sobre todo en verano, en zonas de playas o cuando se realizan trayectos cortos es habitual que muchos se pongan sandalias descalzadas, chanclas o simplemente a pie desnudo. También, el uso de tacones excesivamente alto está entre los supuestos por las que un conductor puede ser multado.

La sanción de un agente tendría en consideración que el uso de una calzado inadecuado puede afectar la seguridad de la conducción" y no específicamente uno en concreto, sino las consecuencias de esto.

En caso de que así lo determine, te expones a una multa que puede ser de 200 euros y con retirada de tres puntos.

Qué dice la ley sobre la conducción segura

El artículo 18.1 hace referencia a la obligación del conductor de mantener su libertad de movimientos, campo de visión y posición adecuada.

El 3.1 alude a la manera de conducir adecuada, con diligencia y precaución para evitar daños a otros y a nosotros mismos.

El 17.1 hace referencia a que los conductores deben estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo.

Tráfico, a controlar el exceso de velocidad

La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto aumentar los controles de velocidad en las carreteras, causa del 23 por ciento de los accidentes mortales en 2019, último año del que se disponen datos consolidados. Por este motivo, y siguiendo las recomendaciones de las Organizaciones internacionales y europeas, la DGT realizará una nueva campaña de vigilancia y control de la velocidad, entre los días 12 y 18 de julio, con el objetivo de reducir la accidentalidad y las consecuencias derivadas de los mismos.

Durante los siete días se controlarán especialmente aquellos tramos de riesgo asociado a la velocidad, así como aquellos puntos donde la velocidad de circulación supera el límite establecido y existe un elevado índice de siniestralidad. Tráfico anunciará a los conductores la existencia de controles, bien a través de los paneles de mensaje variable, o a través de señalización vertical circunstancial cuando la vía no disponga de dichos paneles. La DGT ha invitado a las comunidades autónomas con competencia transferida en seguridad vial y a los ayuntamientos a sumarse a la misma.

La Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (ASPAYM) colabora con la DGT concienciando a los conductores sobre el grave riesgo que supone no respetar los límites de velocidad. Según la presidenta de la Federación Nacional de Aspaym, Mayte Gallego, "habrá 30 voluntarios, en la mayoría de las comunidades autónomas del territorio español, y se acompañará a los agentes de la guardia civil en los controles". Además como novedad, ha señalado Gallego, este año se sustituirá el folleto en papel que se entregaba a los conductores por unas pulseras reflectantes que incluyen un microsite que lleva a nocambiesderuedas.es, donde se incorporan consejos para prevenir accidentes de todo tipo a toda la población.

Los organismos internacionales aconsejan que los límites de velocidad se establezcan considerando las fuerzas que el cuerpo humano puede tolerar, que en el caso del ámbito urbano no debería ser superior a los 30km/h al convivir en el mismo espacio usuarios vulnerables con vehículos motorizados. En las áreas con intersecciones y alto riesgo de colisiones laterales la velocidad apropiada sería de 50 km/h y en las carreteras convencionales sin separación física de carriles y para reducir el riesgo de colisiones frontales el límite apropiado debería ser de 70 km/h. Aproximándose a este Sistema Seguro, la DGT unificó la velocidad genérica en las carreteras convencionales a 90 km/h y ha reducido este año la velocidad en las ciudades a 30km/h en aquellas vías de un único carril.