Indignación, ira, rabia, enfado, frustración… Son solo algunos de los sentimientos y emociones que suscita una de las galerías exhibidas en un museo chino ubicado en Wuhan: el Hubei Provincial Museum. Sin embargo, teóricamente su objetivo no pretende buscar en el visitante nada de eso, sino reflejar, –por increíble que parezca siquiera el pensarlo–, cómo es África, y dar una idea de “la vida primitiva” en el continente a través de la interacción entre los humanos, los animales y la naturaleza. Así lo describe el autor, el fotógrafo Yu Huiping.
Sin embargo, y como es de esperar, la mayoría se pregunta ahora en qué estaba pensando para llegar a la conclusión de que sería esa la sensación que iba a despertar en el espectador cuando lo que se aprecia es cómo compara a africanos negros con animales. De hecho, en su proyecto, titulado ‘This is Africa’ (‘Esto es África’), busca intencionadamente una similitud gestual entre las imágenes ‘africano-animal’ que contrapone en cada cuadro.
No obstante, Huiping, –que es vicepresidente de la Asociación de Fotógrafos de Hubei y ha viajado más de 20 veces al continente durante la última década–, tal como explica el medio Shangaiist, asegura que siente un amor profundo por África, su gente y su vida salvaje, promocionando y promoviendo la conservación de su belleza y sus recursos naturales.
Por eso, desde su entorno hay quien defiende de forma obstinada su obra. “Su fotografía es perceptiva, inteligente, e impactante visualmente, capturando la vitalidad de la vida primitiva. La fotografía parece saltar de la lente y salirse del cuadro”, cuentan. Y de hecho, el propio director del museo, Fang Qin, ve en su trabajo una forma de extender el área de conocimiento y el interés artístico para los visitantes, mejorando así la misión social y educativa de enriquecer la vida cultural.
Una explicación elaborada que sin duda muchos no comprenden, como han expresado en las redes sociales, denunciando que lejos de todo valor artístico lo que supone la obra ‘This is Africa’ es la enésima muestra de racismo, y para colmo, –subrayan–, en un ámbito cultural.
Así lo quiso dar a conocer el nigeriano Edward E. Duke, a quien se le atribuye el primer vídeo de denuncia publicado en Instagram, clamando por lo que estaban viendo sus ojos. Y tras él, una oleada de mensajes han continuado en su misma línea crítica, alzándose a través de Twitter, donde también circula el vídeo.
“Una vez me di cuenta de lo que estaba viendo no pude ver el resto. Es muy molesto. Es muy perturbador”, critica un usuario.
“¡Wow! Esto es lo más bajo que puedes llegar. La próxima vez puedes usar mi ‘Cara Blanca’ junto a cualquiera de mis hermanos negros!” reprocha otro.
“Va más allá de lo ofensivo. Me rompe el corazón como jamaicano con raíces chinas gracias a mi abuelo. No puedo olvidar haber visto este vídeo”.
“¡Wow! Esta es una evidencia de que los ‘antinegros’ no son exclusivamente de América. Es universal”, lamentan.