La idea de sustituir el consumo de patatas fritas por chips vegetales es "un error", según un análisis efectuado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El informe ha comparado las calorías aportadas de 17 bolsas de 'snacks' frente a las de las patatas fritas observando que estas últimas distan muy poco de las anteriores.
Las 522 kcal/ 100g que contienen las patatas fritas se asemejan a las 506 kcal/100g que poseen las denominadas 'chips saludables'. Un aperitivo considerado por muchas personas "más saludable" al derivar de ciertas verduras y hortalizas, pero que en realidad posee "prácticamente las mismas calorías y grasa que unas patatas fritas", ha asegurado el informe. Sus elevadas dosis de sal y azúcares hacen muy distante la idea de que puedan considerarse productos incluidos en una dieta mediterránea, por ejemplo.
El aceite con el que se preparan ambos productos sitúa el 30 % de grasa en el caso de los 'chips saludables' y el de las patatas fritas en un 31,8 %. La organización ha mostrado como los aperitivos alternativos analizados contienen "mucha grasa, no son un alimento que sustituya a las verduras y, por tanto, su consumo debe ser sólo ocasional y en poca cantidad, al igual que el resto de aperitivos con alto contenido en grasas", ha señalado.
Asimismo, la agrupación ha recordado que existen dos variedades de productos diferentes pero que pueden ser fácilmente confundidas porque "suelen situarse en las mismas estanterías del supermercado y cuentan con envoltorios similares".
Al situarse en lugares próximos, los "'chips' vegetales: hortalizas finamente cortadas, fritas y aderezadas con sal se suelen confundir con los denominados vegetales extrusionados, también fritos en aceite pero elaborados con una masa con almidón, harina, aditivos y muy poca proporción de verdura", según OCU.
Precios 'poco' económicos
Aunque cueste creerlo, "los 'chips' vegetales se comercializan a precios muy elevados, entre 12,50 euros y 112 euros el kilo, cantidades comparables con las de otros productos de alimentación de lujo y muy inferior al precio con el que se comercializan otros snacks similares, como las patatas fritas", otro hándicap apuntado por la Organización de Consumidores.
En cuanto al etiquetado, el experimento no evidenció grandes cantidades de pesticidas ni aflatoxinas ,y pocas acrilamidas en las 17 bolsas de aperitivos analizadas. Por este motivo, cumplen con las normas de seguridad alimenticia requeridas.
En cualquier caso, sí existían dos marcas que no proporcionaron correctamente el etiquetado correspondiente. La primera de ellas, Greenday Broccoli, por aparecer en inglés y Marinas Veggie experience flor de sal d'es trenc por no indicar en la lista de ingredientes ningún porcentaje de las hortalizas que aparecen fotografiadas en el frontal del envase.
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