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A un lado, el gibraltareño, la pandemia está por encima de los 2.000 casos por 100.000 habitantes. Al otro, del español, los ayuntamientos del Campo de Gibraltar se acercan a los 400, con una media andaluza que ronda los 150. El resultado era esta mañana un frontera vacía. Gibraltar prohibe pasar salvo por causas justificadas. España hace lo propio, y blinda además la comarca con el cierre perimetral de sus ocho municipios. Hay que parar la pandemia. Sólo los trabajadores esenciales, alrededor de un 20 por ciento del total de 14.000, se aventuraban al cruce esta mañana.
"Yo creo que lo que tiene que venir, viene, pero tengo compañeros que están bastante asustados", dice Antonio, que hoy cumple su jornada en la Roca atendiendo, como siempre, a personas autistas. "La cepa ha entrado aquí fortísima, y vamos a tener que pedir un permiso especial para que estas personas puedan pasear. A un autista profundo como le explicas tu que no puede salir".
En la Línea, en una terraza junto a la frontera que habitualmente estaría llena, tres gibraltareños y un español son los únicos clientes y sí, todos están aquí por motivos de trabajo.
"Importamos alimentos frescos a Gibraltar y estamos intentando cumplir los nuevos requisitos", cuenta Daniel, un empresario del Peñón."Hasta hace dos semanas la pandemia estaba controlada, pero en la última semana se ha disparado la cosa y estamos preocupados".
"Ahora nos miran un poco aquí, pero antes era al revés. Es normal", interviene Solomon, otro de los empresarios. "Pero somos los mismos, los que están allí están aquí, y los que están aquí están alli. Somos una familia".
Hasta el sábado esa `familia´ se estuvo moviendo por todo el Campo de Gibraltar sin restricciones. El anúncio de que llegarían, de uno y otro lado, desató ese día una especie de locura en los centros comerciales.
"Vino gente de todos lados, también gibraltareños, que compran mucho aquí", dice un dependienta de uno de ellos. "Sin medidas, sin control, aquí no apareció nadie para vigilar. La gente estaba pegada una a otra porque no había espacio físico".
"Viendo cómo estaban, cómo estaban las cosas en Gibraltar, que los casos empezaban a subir había que haber gestionado primero Gibraltar". opina su compañera. "De haberlo hecho quizás no hubiese tantos casos en el el Campo de Gibraltar".
Y las restricciones han llegado. En Gibraltar confinamiento estricto durante catorce días, en los ocho municipios españoles circundantes cierre perimetral, en principio por una semana. En la entrada de la Línea de la Concepción un control de la Guardia Civil, intenta aplicarlo teniendo en cuenta el elevado número de excepciones.
"Lo que más nos preguntan es por el día de Reyes, si se van a poder mover ese día porque la orden no dice nada", cuenta a NIUS un agente. "Hemos elevado una consulta para ver qué se hace".
Un día importante, que también se celebra en Gibraltar. El mejor regalo para los alcaldes de la zona, que las cifras empiecen a bajar.
"Como puedes ver ahora mismo, por aquí apenas está transitando gente", señala Juan Franco, Alcalde de La Línea, que se ha acercado a la frontera para atender a los medios. "Esperemos que con las medidas que ha tomado Gibraltar, junto a las establecidas por la Junta de Andalucía entre todos consigamos doblegar la curva, máxime teniendo en cuenta que por fin tenemos un acuerdo respecto del Brexit".
Y es que nadie quiere aquí que lo que el Brexit ha unido, lo separe la pandemia. Toca asumirla juntos. Añadir un espacio de seguridad sanitaria compartida, al espacio de prosperidad que se quiere conseguir. Gibraltareños, y habitantes del Campo de Gibraltar combaten juntos la Covid-19.