Concluye sin éxito la búsqueda del cuerpo de Marta Calvo en una nueva zona

  • La Guardia Civil busca el cadáver de Marta Calvo en una zona nunca rastreada hasta ahora

  • El acusado de la muerte de la joven en Manuel nunca dijo que estuvo allí

  • El móvil del único acusado le sitúa en la zona que rastrean los perros especializados

La Guardia civil ha realizado una nueva búsqueda del cuerpo de Marta Calvo, la joven de 25 años, presuntamente asesinada hace dos años en Manuel, Valencia. La investigación ha desvelado que el único acusado, imputado por tres asesinatos, estuvo en una zona no rastreada hasta ahora poco después del crimen y lo ocultó en su declaración. Sin embargo, no han hallado rastro.

La Guardia Civil reactivó la búsqueda de Marta Calvo delimitando una zona, a las afueras de la localidad valenciana de Manuel, gracias a la geolocalización de uno de los móviles que utilizaba el presunto asesino. Los resultados no han sido alentadores después de horas de búsqueda.

Encuentro sexual con drogas

Jorge Ignacio, autor confeso de la desaparición de Marta Calvo en noviembre de 2019, fue detenido un mes después. Niega que la matase. Durante todo este tiempo solo ha admitido que durante un encuentro sexual con drogas de por medio, ella murió y descuartizó su cuerpo para deshacerse de él.

El presunto asesino ocultó a la Guardia Civil algunos de los lugares en los que estuvo ese día, como en el que se busca el cuerpo de Marta Calvo desde hoy. Sin embargo, su móvil lo ha revelado.

La zona ahora acotada está a un kilómetro de distancia del domicilio donde supuestamente acabó con la vida de Marta y donde ya en 2019 se llevó a cabo una costosa e infructuosa búsqueda.

Otros crímenes del acusado

Jorge Ignacio es también el principal sospechoso del asesinato de otras dos jóvenes - Arlene y Lady Marcela- en la ciudad de Valencia y del ataque a otras siete. Tanto la Fiscalía como las acusaciones han reclamado que el acusado sea procesado por asesinato, agresión sexual, omisión del deber de socorro y delito contra la integridad moral de las víctimas.

El detenido, de origen colombiano, siempre actuaba de la misma forma según las investigaciones. Quedaba con las chicas para mantener encuentros sexuales y les introducía en la vagina o el ano cocaína de gran pureza. Eso les producía convulsiones. "Disfrutaba viéndolas convulsionar, porque con esa cantidad de droga de tanta pureza las estaba condenando a la muerte", confiesa el abogado de las familias de las dos mujeres asesinadas, Juan Carlos Navarro.

Rastreo en una cantera próxima a Villanueva de Castellón

La Guardia Civil ha rastreado este miércoles los alrededores de la ermita de Santa Ana en Llosa de Ranes y un vertedero ilegal junto a una cantera en Villanueva de Castellón para buscar el cadáver de Marta Calvo. Una treintena de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de varios grupos de la Comandancia de Valencia han participado en el operativo con dos perros adiestrados en la detección de restos cadavéricos.

Los agentes expertos en telecomunicaciones de la UCO y dos guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Valencia reconocieron días antes el terreno para delimitar la zona de rastreo.

A primera hora de la mañana han examinado un vertedero situado junto a un barranco que rodea una cantera en el término de Villanueva de Castellón. Varios guardias civiles descendieron por un terreno escarpado para inspeccionar una zona donde se acumulan escombros, neumáticos y otros residuos urbanos, pero no encontraron nada de interés para la investigación.

Unas dos horas después, el mismo grupo de agentes de paisano y uniformados se desplazaron a la ermita de Santa Ana en Llosa de Ranes para buscar el cadáver de Marta en otro paraje montañoso cerca de un mirador y dos antenas de telefonía móvil de gran tamaño.

La segunda inspección fue más breve que la anterior. El equipo de guardias civiles reconoció la zona en poco más de media hora mientras una veintena de periodistas trataban de tomar imágenes desde un camino cercano. Un grupo de agentes controlaron los accesos a la ermita para que nadie pudiera acercarse.

La Guardia Civil tiene previsto continuar las labores de rastreo en otros lugares cerca de los puntos que determinan los datos de geolocalización del teléfono.