Los números más 'feos' de la Lotería de Navidad 2025: ¿cuáles evita la gente y por qué?

Hay 37 millares (las dos primeras cifras) que nunca han visto el primer premio
Cuántos años podría vivir sin trabajar una pareja con dos hijos y una hipoteca si le toca El Gordo de la Lotería
En la cola de cualquier administración, el debate se repite: “Ese número es feísimo, ni loco me lo llevo”. En pleno boom de la Lotería de Navidad 2025, la idea de que hay décimos “gafados” sigue muy viva, aunque las matemáticas digan lo contrario.
La lista negra: las terminaciones ‘malditas’ que casi nadie quiere
Los listados históricos de premios que maneja Loterías y Apuestas del Estado, difundidos en los últimos años por distintos medios, coinciden en una misma “lista negra” de terminaciones de dos cifras que nunca han ganado el Gordo en más de dos siglos de sorteo: 09, 10, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82. Se trata de finales “malditos o gafados” que, pese a su larga historia de mala suerte, siguen a la venta… pero con la fama de ser los décimos que se quedan en el cajón.
A esa lista de “feos estadísticos” se suma otro dato menos conocido: hay 37 millares (las dos primeras cifras) que tampoco han visto jamás el primer premio, entre ellos todos los números que empiezan por 27, 37, 39, 41, 44, 51, 64, del 67 al 70, del 73 al 75, el 77 y todos los que van del 80 al 99 salvo los que comienzan por 86 y 88.
Feos por pinta: ceros, repeticiones y combinaciones que dan dentera
Más allá de lo que dicen las estadísticas, hay números que se quedan colgados solo por su aspecto. De esta forma, muchos compradores rehúyen los décimos que empiezan o terminan en 0 o presentan cifras muy repetidas, y los encuadran directamente en la categoría de “números feos”, junto al inevitable 13.
Los análisis recientes sobre venta online revelan además un patrón claro: según un estudio, los números que menos se venden son los que empiezan por 0, 1, 2 y 93, mientras que los que arrancan por 3, 4, 5 y 6 tienden a agotarse antes. En paralelo, entre los décimos más odiados están las combinaciones con muchos números iguales, como 00000, 66666 o 90000, a los que muchos jugadores atribuyen mala suerte pese a tener el mismo valor estadístico que cualquier otro número.
El resultado es una geografía muy clara de lo “feo”: finales históricamente gafados, millares que nunca han estrenado Gordo, números con muchos ceros, cifras calcadas… y cualquier cosa que parezca artificial, rígida o “sin gracia”.
El eterno sospechoso: el 13… y el desmentido del bombo
En ese mapa no puede faltar el 13, quizá el número con peor reputación del sorteo. Este número arrastra una carga simbólica que va de la Última Cena a la mitología nórdica y ha llevado incluso a suprimir el 13 en plantas de hoteles o filas de aviones.
Sin embargo, la propia historia del sorteo se ha dedicado a desmentir esa superstición: el Gordo de 2016 fue el 66513, con el primer premio íntegro vendido en una administración del Paseo de la Esperanza de Madrid, y el 13 también ha aparecido en un tercer premio en 2010 y en un cuarto premio en 2009. Pese a ello, muchos jugadores siguen esquivando terminaciones en 13, haciendo lo mismo con los décimos con 1, 2 y 9 al final.
Lo que dicen las matemáticas: todos igual de feos (o de bonitos)
Cuando se mira el sorteo con lupa estadística, la idea de los números feos se derrumba. En el bombo hay 100.000 números, del 00000 al 99999, y la probabilidad de que un décimo concreto se lleve el Gordo es de 1 entre 100.000, un 0,001%. Al final, esa idea del “feísmo” de un número no influye en las probabilidades de ganar; lo único que modifica es el interés de compra, es decir, qué décimos se agotan y cuáles se quedan rezagados en la ventanilla.
Así que, si en 2025 alguien sale de la administración con un 09 al final, un 00000 o un 13 bajo el brazo, no lleva un boleto peor: lleva, exactamente, la misma posibilidad remota de hacerse millonario que quien presume de número “bonito”. La fealdad, en la Lotería de Navidad, vive solo en la mirada del comprador.

