Los riesgos de la población mayor al volante: un 29,5% de los conductores los ven un peligro

  • En 2049, el 30% de la población tendrá más de 65 años e irán al volante

  • Los mayores pueden ser tan irresponsables como los jóvenes

  • Reino Unido o Dinamarca, de los países europeos más restrictivos

Las autoridades investigan el accidente que ha provocado la muerte de dos ciclistas en El Papiol (Barcelona), mientras que un tercero se halla en estado crítico. Las primeras hipótesis apuntan a que el conductor, detenido por homicidio imprudente, habría invadido el carril en sentido contrario por el que circulaba este grupo de tres ciclistas, en la carretera C-1413a, al quedarse dormido.

El conductor del vehículo, de 80 años, ha dado negativo en las pruebas de alcoholemia y drogas. La muerte de los dos ciclistas, una mujer de 43 años y un hombre de 66, eleva a 97 las víctimas mortales en las carreteras catalanas en lo que va de año.

Conducir no está ligado a la edad, sino a las condiciones óptimas del usuario. Según la DGT, en Seguridad Vial, como en la mayoría de ámbitos, la edad no significa, necesariamente, un estado psicofísico, y de hecho, en ocasiones personas de mayor edad presentan mejores condiciones que otras con edades cronológicas más bajas.

Sin embargo, algunos documentos aseguran que no toda la población cree que es fiable la conducción por parte de las personas mayores. Según un informe elaborado por Línea Directa el pasado año, un 29,5% de los conductores ya ven a los mayores como peligrosos al volante, un 17% estaría dispuesto a retirar el carnet a un familiar suyo que superara los 65 años, y un 60% cree que las pruebas que se les realizan para renovar el carnet no son rigurosas.

Un hecho importante es que la sociedad está envejeciendo. En 2049, el 30% de la población española tendrá más de 65 años, por lo que, en el futuro, la política de seguridad en carretera tendrá que hacerse pensando en este colectivo.

Algunos casos, de personas mayores al volante, evidencian un descenso de la agudeza visual, una disminución del campo visual, una peor adaptación a la oscuridad, una mayor sensibilidad al deslumbramiento, por no hablar de posibles enfermedades oculares.

"Nos hemos pasado años denunciando la irresponsabilidad de los jóvenes, pero ahora son los mayores los irresponsables", señaló la máxima autoridad de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, hace menos de un año, que denunció la alta tasa de siniestralidad en el colectivo de más de 65 años.

¿Cómo es el perfil de la persona mayor accidentada?

Se trata de hombres (tienen el doble de accidentes que las mujeres), conducen vehículos de más de diez años. Los accidentes que sufren fundamentalmente son salidas de vía, sobre todo. Intersecciones, incorporaciones y giros a la izquierda. Suelen tenerlos en vías interurbanas (convencionales, de doble sentido).

El viernes y el mes de julio con las fechas clave con más accidentes. La hora, entre las 10 a las 14 horas, según los datos aportados por la DGT.

Precisan un esfuerzo de adaptación para convivir con vehículos más sofisticados

"Los mayores de nuestra sociedad, con quienes compartimos este tiempo de la historia, han sido testigos de épocas menos avanzadas, donde la seguridad, incluso la supervivencia se movía en niveles, que en la actualidad, nos cuesta imaginar", recuerda la DGT en su página web oficial.

"Hoy, conviven con nuevas necesidades, y precisan un esfuerzo de adaptación para convivir con vehículos -y vías- más sofisticados. Es responsabilidad de la sociedad facilitar su adaptación, compartir su esfuerzo y es responsabilidad de los mayores reconocer y admitir esas necesidades", añade el documento.

Disfrutar de una vida más sosegada desde la experiencia proporciona tranquilidad para disfrutar cada minuto. "Envejecer no supone necesariamente renunciar a la autonomía que aporta la conducción, pero sí es recomendable valorar y revisar, con mayor frecuencia, aquellos aspectos de su salud que garantizan la seguridad en la conducción", concluyen.

Consejos y precauciones

El documento de la DGT recopila una serie de recomendaciones para la población mayor. Según la entidad, desde la obtención del permiso, es necesario actualizarse en cuanto al conocimiento de nuevas normas, señales o prestaciones tecnológicas que requieren nuestra atención.

Se recomienda circular en las horas de menor intensidad de tráfico, y hay que evitar hacerlo en días de lluvia y zonas poco iluminadas. Hay que prestar atención a los demás usuarios y, sobre todo, evitar distracciones al volante.

La DGT también recuerda que si se precisa más tiempo que los demás para una maniobra, no hay que perder la calma, ya que lo importante es la seguridad. Además, recuerdan que hablar por el móvil mientras se circula, incluso con el manos libres, supone una importante distracción -e infracción-.

La entidad destaca la importancia de las revisiones médicas periódicas, que resultan de gran ayuda para detectar problemas. Las pruebas oculares por ejemplo, le permitirán comprobar con mayor seguridad si puede cruzar una calle, y cerciorarse si hay algún vehículo cerca.

Si se consume medicamentos, es recomendable consultar al médico de cabecera si pueden afectar a la capacidad para conducir. Además, para tener una buena conducción, es importante mantenerse en forma haciendo actividades como yoga, pilates o montar en bicicleta.

La regulación al volante en España

La única condición marcada por la legislación española es la figura del "apto pero con restricciones", que se aplica al 81% de los conductores por encima de los 65 años; el 15% lo superó sin problemas, y sólo un 4% se quedó a las puertas de la renovación por sus condiciones físicas.

Las "restricciones" son variables. En función del problema, los conductores ven limitado su radio de conducción (50 kilómetros a la redonda desde su lugar de residencia, por ejemplo), su franja horaria (sólo pueden coger el coche durante el día), la limitación de la velocidad, el tipo de vía (autopistas vetadas) o su capacidad para transportar pasajeros. En otras ocasiones se puede condicionar la conducción a la presencia de otro titular, más joven y con las facultades plenas.

¿Y cómo lo regulan el resto de países europeos?

Lo cierto es que son muy escasos los países que limitan de forma severa la conducción a partir de cierta edad. La mayoría de las medidas rotan en torno a la frecuencia aumentada de revisiones y renovaciones y a ciertas condiciones a la hora de realizar los trámites administrativos.

Reino Unido es un buen ejemplo. No incluye ninguna ley que impida conducir a partir de determinada edad, pero si establece un mecanismo de desincentivo: a partir de los 70 años el carné caduca, y es obligatorio que lo renueven en persona si desean seguir conduciendo.

Deben hacerlo especificando sus dolencias o enfermedades crónicas, si las hubiera, y pasando un reconocimiento que evalúe su capacidad visual. A partir de entonces, se renueva cada tres años.

Otro país restrictivo es Dinamarca, con unos tiempos de renovación decrecientes. A los 70 años el permiso se emite por un periodo de cuatro años; a los 71, por uno de tres; a los 72, por uno de dos; y a partir de los 80, por uno de doce meses.

La ley danesa obliga a un certificado expedido por un doctor, y los plazos de actualización pueden variar en caso de que el conductor sufra de alguna enfermedad. Como en Reino Unido, no se ponen límites, pero si desincentivos.

Similares políticas se aplican en Italia (plazos de tres años a partir de los 70), Irlanda (que exige un certificado de aptitud médica a partir de dicha edad), Portugal (dos años de renovación a partir de los 70, y examen médico obligatorio) y Finlandia.

Este caso es especialmente interesante, dado que los plazos de renovación se reducen a cinco a partir de los 45 años; y se dejan a criterio del médico pertinente a partir de los 70. El país finés obliga por ley a que las revisiones estén verificadas por dos especialistas para los más mayores.