¿Obtendrán Rosario y Alfonso permisos penitenciarios? No, si no se arrepienten

telecinco.es 21/09/2018 06:44

Los expertos coinciden en que Rosario y Alfonso pueden solicitar ya permisos penitenciarios "porque cumplen los requisitos" pero advierten que "eso no significa que vayan a salir".

María Yela, psicóloga penitenciaria con más de cuarenta años de experiencia a sus espaldas es una de estos profesionales. "En este tipo de delitos --asegura-- no es fácil de primeras que la Junta de Tratamiento apoye las salidas".

Yela señala que "en general, hasta que los internos no tiene un itinerario, unos proyectos concretos y unos objetivos, cuesta mucho salir de permiso".

Serán las juntas de tratamiento penitenciario de Teixeiro (La Coruña), en el que está recluido Alfonso Basterra, y A Lama (Pontevedra), Rosario Porto, las que tengan que informar sobre las peticiones de ambos reclusos en el caso de que lo soliciten.

Gustavo Tabares, penalista y diputado del colegio de abogados de Alcalá de Henares, apunta que es un proceso "muy reglado" y que "funciona", y añade "es el propio interno el que ha de solicitarlo. Luego, en función de los días que soliciten se inicia un proceso que arranca con informes evaluatorios de los internos y que acaba con la decisión de un juez de vigilancia penitenciaria".

Ausencia de arrepentimiento

En estos cinco años que Rosario y Alfonso llevan en prisión, la evolución de ambos ha sido muy diferente, algo que según María Yela, condiciona la decisión de los expertos "tras solicitarse un permiso se aplica una tabla de variables de riesgo y una de ellas es no tener a nadie fuera, no tener un objeto para trabajar y para luchar en la vida".

Precisamente este hecho es lo que diferencia la estancia en prisión de Rosario y Alfonso. Mientras la primera se mantiene en un módulo de enfermería sin ganas de salir porque no tiene ningún familiar en el exterior, Alfonso se mantiene más estable y con familia en el País Vasco a donde podría trasladarse.

Pero hay un obstáculo mayor para la concesión de permisos ordinarios a pesar de cumplir los requisitos. Según María Yela, "ninguno de los dos cumple algo imprescindible, se precisa la asunción del delito, que haya un arrepentimiento y ellos, que yo sepa, nunca lo han hecho".

Indignación social

Igual que Gustavo Tabares, María Yela confía en la efectividad del sistema de beneficios y permisos penitenciarios; "funcionan", asegura y señala que "ayudan a organizar el tiempo en prisión a conectar familias y buscar trabajos".

Los dos también señalan los escasos ejemplos de fallos del sistema. Según Yela, "los permisos son instrumentos con todos sus posibles riesgos pero en principio están estudiados para estos casos sean los menos posibles".

Eso explica la certeza estadística según la cual "las evaluaciones indican que las reincidencias y los casos de comisión de delitos o de no haber regresado en la prisión son mínimos, un 0,03 por ciento", señala la psicóloga.

A pesar de ello, Tabares como Yela reconocen que la característica del crimen puede llevar a muchos al terreno de la indignación si obtienen los permisos que solicitan".

Según Yela lo peor de este caso es que "la niña iba poco a poco perdiendo sus facultades por la medicación que le daban", algo que indica lo "pasional" del crimen y la "frialdad" en su ejecución.