¿Y ahora cómo nos saludamos? El apretón de manos vuelve en un mundo aún con distancias

  • Psicólogos y profesionales sanitarios creen que seguiremos saludando con la mano, pero que serán saludos más selectivos

  • Las entrevistas de trabajo pierden información sobre la candidata o candidato al prescindir de ese apretón de manos

¡Choca esos cinco! ¿Recuerdan aquella frase? Tenía un tono exclamativo, un algo de alegría por el contacto, que se acercaba, por el cierre de un trato con un apretón de manos, por ese saludo previo, o posterior, a una entrevista de trabajo, con el que mostrábamos nuestra cordialidad, y de paso nuestras esperanzas para conseguir el puesto. Todo comenzaba y acababa en un apretón de manos. Al inicio de la pandemia aprendimos nuevos saludos y lo que separó la pandemia ahora parece intentar volver a unirlo la vacunación, pero con cierto caos en la etiqueta de saludos.

El apretón de manos `saludo´ por excelencia. Del latín salutare, `desear salud, decir salud´. Y claro, cuando la pandemia amenazó nuestra salud, también amenazó nuestra forma de saludarnos. ¿Cómo desear salud y, al mismo tiempo, llenar la mano del saludado de virus? Las autoridades sanitarias nos dejaron claro que lo más saludable era terminar con esas manos extendidas que se entrelazan. El saludo, un elemento de aproximación al otro, debía transformarse en distante. Todos, en nuestra vida privada o laboral, hemos visto cómo cambiaban nuestros saludos. Ahora, afloran a tientas estos saludos de antes. Cuando nos limitamos a ofrecer el codo nos responden con besos o abrazos. Cuando nos llevamos la mano al pecho desde la distancia y nos tienden la mano. ¿No pueden los ya vacunados acercarse más? Estamos en un momento entre el optimismo de la vacuna y la prudencia de la quinta ola. Y no todos tenemos la misma idea de dónde está el aristotélico punto medio. Eso queda patente cuando al saludarnos nos hacemos un pequeño lío. Algunas cosas, de todas maneras, pueden haber llegado para quedarse.

"Antes de la pandemia, el saludo te daba información de si la persona estaba nerviosa, o si tenía una mayor o menor calidez en el trato"

"Ahora, las mayoría de entrevistas de trabajo son digitales, y cuando es necesario el encuentro físico, hemos optado por el saludo con los codos a distancia", cuenta una experta en Recursos Humanos de una escuela de negocios. "Antes de la pandemia, el saludo te daba información de si la persona estaba nerviosa, o si tenía una mayor o menor calidez en el trato. La firmeza implica una mayor seguridad, el sudor es un índice de nerviosismo, pero ahora no tienes esa información".

Saludos de codos, manos al corazón, reverencias orientales, choques de puños. Si se rastrea en la Red pueden encontrarse decenas de saludables `supuestos saludos´ pandémicos. `Supuestos´, porque aunque las intenciones del emisor sean encomiables, el receptor no sabe a veces muy bien si le están saludando, está ante una persona excéntrica o, directamente, ante alguien que pretende reírse de él.

"Lo que se produce mucho es la incertidumbre, como hay diversas formas de saludarse no sabes muy bien si debes acercarte, si debes darle el puño, el codo, en qué situaciones. No esta estandarizado. No hay un código", explica el psicólogo Iván Pico de `Psicoπico´. "Antes ya sabías que si te presentaban a alguien le das la mano, aunque no lo conocieras de nada. Hoy en día esa diversidad de saludos puede hacer que te preguntes, si tenías que haberte acercado un poco más, si debías haber mostrado una mayor o menor confianza".

Saludos que, también en lo social nos ofrecen menos información. Tocar al otro nos la proporciona. Estudiar sus gestos faciales también. Todo eso, es mucho más difícil en pandemia.

"Parte de nuestro saludo está en como gesticulamos", prosigue Iván Pico. "Con la mascarilla esa información que nos da la cara, esa capacidad gestual, está un poco limitada".

Cosas que hemos perdido para, en un balance pandémico, ganar otras. Esencialmente salud, la palabra sin la cual no existiría el término saludo.

"Si te abrazas o das un beso está claro que se favorecen los contagios", apunta Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública. "Creo que todo lo que se ha hecho tiene sentido, todas las otras formas de saludar tienen sentido. Al principio le dimos mucha importancia al codo, luego a la mano en el corazón. Soy partidario de cualquier forma en la que nos sintamos cómodos, pero que al mismo tiempo no favorezca los contagios".

Esas historias de traspasarnos los bichos a través de las manos nos han hecho conscientes de que hay que buscar fórmulas que nos hagan sentirnos por un lado cercanos, y por otra respetados"

La cuestión es si esas formas de saludo, convivirán con, o dejaran paso a nuestros saludos prepándemicos. ¿adiós al apretón de manos?. Los expertos creen que acabaremos volviendo a ellos, pero no en cualquier momento, no con cualquier persona: "Esas historias de traspasarnos los bichos a través de las manos nos han hecho conscientes de que hay que buscar fórmulas que nos hagan sentirnos por un lado cercanos, y por otra respetados", concluye Joan Carles March.