Encuentran dos botellas de buceo en el fondo del mar que dan más crédito a que Tomás Gimeno se suicidó

  • Las dos botellas son de Tomás Gimeno por lo que la tesis del suicidio gana enteros

  • Beatriz siempre ha querido que se demuestra sin dudas que Tomás Gimeno no está vivo

  • La familia de Beatriz cree que no se puede permitir un nuevo caso Anglés

Importante hallazgo en la investigación para localizar los cuerpos de Anna y Gimeno. Según ha adelantado Antonio Herrero en el programa de Ana Rosa, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha encontrado dos botellas de buceo en el fondo del mar, a unos 1.500 metros de profundidad, en la nueva zona de búsqueda donde se había centrado el buque en los últimos días. Y un propulsor de buceo.

Este hallazgo da un giro a la investigación (y es la razón por la que el Ángeles Alvariño habría cambiado su ubicación y habría seguido buscando a más profundidad), pues pueden significar unas pruebas muy importantes para confirmar el suicidio de Gimeno. La Guardia Civil trabaja en la hipótesis de que Tomás Gimeno pudo quitarse la vida antes del amanecer del 28 de abril, después de haber lastrado los cuerpos de sus dos hijas, Anna y Olivia.

Según ha confirmado Herrero, la Guardia Civil ya ha comprobado que las botellas son propiedad de Gimeno, una vez localizadas las facturas en su propia casa, el número de serie e incluso la tienda donde las compró. "El objetivo fue que habían detectado y subieron a bordo dos botellas de oxígeno tipo get, que son de aluminio del tamaño de una botella de agua de un kilo de oxígeno, de apnea, más pequeñas, que utilizan los pilotos de las fuerzas aéreas cuando caen al mar y que tienen una boquilla". Las botellas pesarían 850 gramos y se habrían encontrado a 1.000 metros. La tesis es que Tomás Gimeno se habría tirado al mar con el cinturón de plomo y el oxígeno le habría provocado una muerte dulce.

El buque se ha centrado ahora en unas coordenadas más alejadas de la costa, a una distancia de algo más de cuatro millas náuticas, y con rumbo suroeste, coincidiendo precisamente con la deriva que habría seguido la embarcación, empujada por las corrientes, hasta su localización en un punto próximo al litoral del Puertito de Güímar. Los investigadores entienden que tras lanzar al mar los cuerpos de sus dos hijas, el padre no habría dejado pasar demasiado tiempo para, haciendo uso del cinturón de plomo de su equipo de submarinismo, acabar también con su vida, de manera que es en esa zona donde el Ángeles Alvariño se encuentra en estos días centrando su rastreo.

El hallazgo de los dos minitanques de oxígeno puro y un propulsor de buceo es avance trascendental en la investigación tras recuperar el pasado 10 de junio el cuerpo de Olivia Gimeno, de seis años. El dispositivo de búsqueda se activó después de que el pasado 27 de abril la madre de las niñas Olivia y Anna, de seis y un año, alertara a la Guardia Civil de que su expareja, Tomás Gimeno, no le había devuelto las menores. El pasado 10 de junio el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' localizó en el fondo marino dos bolsas de deporte, una de ellas rota y vacía y la otra conteniendo el cuerpo sin vida de Olivia. Días antes, el 7 de junio, el robot marino del buque había recuperado una botella de oxígeno y una manta en la zona donde se buscaba a las niñas desaparecidas.

En las últimas horas, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, había pedido no perder la esperanza de que se encontraran más indicios o pruebas que señalen "algo más" respecto a Anna y Tomás Gimeno, indicando que había que esperar al trabajo que está realizando el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño'.

El barco ha tenido que realizar una parada técnica en el puerto de Santa Cruz de Tenerife como consecuencia del mal estado del mar y el fuerte viento que afecta a la zona de búsqueda de Anna y su padre. Sobre las posibilidades de encontrar los restos, el delegado incidió en que no se puede hablar de probabilidades. "Era ya difícil encontrar indicios y se encontró a Olivia, algo que era inédito. Será extraordinario si se encuentra algo más", comentó Pestana.

El delegado señaló que el buque oceanográfico seguirá buscando a Anna y Tomás hasta que el Ministerio de Ciencia e Innovación decida que deben finalizar los rastreos para que el barco pueda sumarse a las labores propias del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Anselmo Pestana señaló que el barco sigue rastreando la zona donde se perdió la señal del móvil de Tomás y donde apareció su lancha gracias a una tercera prórroga "muy ampliada", y quiso poner en valor el trabajo realizado por el buque y el "extraordinario" compromiso que ha tenido su tripulación con este caso.

Por otro lado, informó que la Guardia Civil está estudiando otros medios que puedan sustituir al 'Ángeles Alvariño' y las propuestas que hay en el mercado y los recursos públicos disponibles. Se pretende que sea un submarino que sea capaz de rastrear profundidades que oscilan entre los 1.000 y 1.500 metros, además en una zona que no es fácil para cualquier instrumento de los que hay en el mercado y estén disponibles, apuntó Pestana.