De ‘chiquipark’ a tanatorio: historia de un vecindario contra la siniestra conversión de un local infantil

  • Más de 2.000 personas han firmado un manifiesto para mantener el 'Happy Parc', el parque de bolas infantil más antiguo de Barcelona

  • Una funeraria convertirá en tanatorio el local infantil, ubicado en el centro del barrio de Sants

  • Los propietarios del local llevan al 'chiquipark' a echar el cierre: han subido su alquiler un 300 %

La mueca de Sara se tuerce cada vez que pasa por la calle dels Comtes de Bell-Lloc, en el barrio barcelonés de Sants. Concretamente, cuando dirige la mirada hacia el cartel del local ubicado en el número 65, que reza ‘Happy Parc’ y que le hace recordar “las infinitas tardes de diversión” con sus amigos y familia cuando era pequeña. El parque infantil cerró en noviembre de 2019 y pronto, lamenta Sara, será un tanatorio.

Ella es una de las muchas vecinas y vecinos de Sants que lamentan que se dé lugar esta siniestra contradicción. El 'chiquipark', desde que abriera hace 25 años, se ha erigido como una de las zonas de ocio más deseadas por los niños del barrio. “Happy Parc es una especie de oasis en una ciudad que no está pensada para el libre desarrollo de los infantes”, reza la plataforma vecinal creada para conseguir la pretendida supervivencia del local infantil.

Los propietarios han subido el alquiler del local un 300 %

A fecha de esta publicación, más de 2.100 personas han firmado un manifiesto para reclamar que el ‘chiquipark’ se quede en el barrio. Sin embargo, y a pesar de la voluntad vecinal, el enemigo es difícil de batir. Con el fin del contrato de alquiler, los propietarios han aumentado la cuota mensual a 15.000 euros: un 300 % más de lo que cobraban hasta ahora, según Josep Pinyol, consejero delegado de Petriparc. Una subida del precio del alquiler al que los dueños del Happy Parc no pueden hacer frente.

El nuevo precio responde, entre otros motivos, a que el edificio en el que se encuentra forma parte del Patrimonio Arquitectónico de Barcelona. Sin embargo, el precio del alquiler es un problema que no cesa en la ciudad. La cuota media que un inquilino debe pagar en la ciudad condal es de 972,87 € al mes y, aunque la de Sants-Montjuïc sea inferior (803,74 €), la cifra no ha hecho otra cosa que aumentar año tras año. Unos números que, para la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona, dificultan el derecho a una vivienda digna para los vecinos, así como que los negocios de barrio puedan sobrevivir.

De piscinas de bolas a salas de velatorio

Más allá del cierre del mítico local, el más antiguo de Barcelona, muchos vecinos no han recibido bien el cambio de piscinas de bolas y toboganes a salas de velatorio y ataúdes. La proximidad a colegios e institutos hacen que vecinas como Sara critiquen que “este no es un buen sitio para un tanatorio” porque “debería estar en las afueras y no en medio de la ciudad: no es agradable”. Judit, una amiga de Sara, tampoco cree que sea una decisión acertada tal y como muestra la siguiente conversación que han mantenido por Whatsapp respecto al tema:

El nuevo tanatorio se establecerá en el corazón del barrio, en mitad de "calles estrechas de difícil aparcamiento y cerca de la estación de trenes, autocares y parada de taxis, con la consiguiente carga de tráfico que comporta", por lo que podría dificultar todavía más la movilidad y la circulación en la zona. Además, el tanatorio más cercano, el de Les Corts, está a escasos minutos en coche y a 15 en transporte público.

Por otra parte, este es un barrio con mucha actividad y una larga tradición asociativa, también conocido por sus exitosas fiestas de Sants. Por ello, la plataforma 'Salvemos Happy Parc' insiste en que colocar aquí unos servicios funerarios "es una decisión poco acertada y poco respetuosa para las personas que desgraciadamente tengan que ir al tanatorio a velar algún familiar fallecido soportando las risas, música y calles cortadas del exterior".

Ante esta situación, el Ayuntamiento asegura que intentó convencer al propietario de mantener el 'chiquipark' "por su función social", pero la respuesta del propietario fue que ya se había comprometido con la funeraria y "nunca ha buscado seriamente la posibilidad de renovar el contrato con 'Happy Parc'. Las autoridades municipales también indican que los nuevos inquilinos cumplen con los requisitos de la ordenanza municipal.

Quienes también han reaccionado a este siniestro cambio son las redes sociales. Es el caso de Twitter, plataforma en la que algunos usuarios han aprovechado para lamentar el cierre del local infantil. También incluso para hacer algo de humor negro con la situación: “Por favor, que le conserven el nombre”.

A esta noticia, se le suma el cierre del Palau Balañá. El gran multicine del barrio, muy cercano a la estación de Sants, bajará la persiana definitivamente las próximas semanas, por lo que ya hay quien propone ubicar el nuevo tanatorio en los próximamente extintos cines.