De estar aterrorizado a ser feliz: el bonito vídeo sobre un perro adoptado que triunfa en TikTok

  • Cuando su dueña lo adoptó permanecía cabizbajo, temeroso, rehuyendo del contacto humano

  • El animal llegaba a pasar horas mirando a la pared, pero gracias al cariño de su dueña su vida ha cambiado

  • El vídeo muestra su cambio e invita a todos a rescatar y adoptar a los animales y tratarles con amor

Cabizbajo, temeroso, rehuyendo ante cualquier tipo de contacto con el humano y con una mirada que desde el primer instante es capaz de transmitirnos tristeza: así es como muestra Kelly Fitzsimons, una usuaria de Tik Tok, los primeros momentos junto a su perro adoptado, el cual se encontraba en un refugio de animales.

En un bonito vídeo compartido a través de la red social, donde ya ronda las dos millones de visualizaciones, la usuaria, que invita a todo el mundo a adoptar a los animales, comparte precisamente el cambió que experimentó el animal tras pasar varios días junto a ella y su familia.

Así, en la publicación se aprecia ese primer instante en que el perro, sobre el asiento trasero de su vehículo, viaja acurrucado y cabizbajo con ella rumbo a su nuevo hogar. Una vez allí, se le aprecia dubitativo, reticente a entrar en la vivienda de Kelly Fitzsimons mientras olfatea el felpudo.

Dentro, las imágenes muestran a un can que no confía en el humano; un animal que en ningún momento mira a sus dueños y que cuando van a acariciarle se encoge y ‘se hace pequeño’, visiblemente estremecido. De hecho, cuando se sienta lo hace mirando a la pared, haciendo parecer que, durante esos instantes, no quisiese ser otra cosa que invisible al ojo humano; completa y absolutamente desapercibido.

Sin embargo, poco a poco, el cariño y el esfuerzo de Fitzsimons va logrando que el animal recobre la confianza, integrándolo como uno más entre la familia y demostrándole que no todo el mundo es cruel como, –con gran probabilidad–, las personas con las que estuviese anteriormente.

"De sentarse mirando a una pared durante horas a confiar en los humanos"

Así, pasó “de tener miedo; de no saber lo que se siente al estar en el calor de un hogar; de no saber lo que es el amor humano y sentarse mirando a una pared durante horas... a mover la cola (de felicidad) y confiar” en nosotros.

Con el paso de los días, explica Fitzsimons, supo lo que es sentirse en un espacio confortable, “pasear y descubrir” cuanto tenía alrededor, e incluso… “encontrar un mejor amigo”. Y es que en el hogar de Fitzsimons no estará solo, porque hay otro perro con el que ya ha hecho buenas migas.

Hoy, desde las redes sociales bendice su llegada: “Bienvenido a la familia, Walt”.