Los supervivientes del "Villa de Pitanxo" estuvieron cinco horas a la deriva en la balsa salvavidas a -17 grados

Son los pescadores del Río Caxil buscando los cadáveres de sus compañeros A última hora de la tarde tuvieron que parar. Canadá declaraba el parón. "Las condiciones metereológicas ya no permitían la búsqueda. La mar estaba muy mala, ventisca de nieve, era imposible ver nada". Canadá declaraba el fin de la búsqueda y las familias clamaban por la dignidad de las víctimas. Y tampoco hará una investigación al producirse el naufragio en aguas internacionales.

Solo viendo las olas de 10 metros uno se imagino lo que tuvo que ser la tragedia del Villa de Pitanxo. Si tuvieron una vía de agua o un golpe de mar en ese momento explicaría que cayeran al mar sin tiempo de ponerse los trajes. Y quizá los que descansaban quedaron atrapados. Algo tuvo que pasar para que los tripulantes desaparecidos no pudieran reaccionar.

La realidad, según relata el Faro de Vigo, es que los supervivientes estuvieron de noche, a -17 grados y junto a cuatro fallecidos a merced de la mar. Supervivencia extrema hasta que llegó el “Playa Menduiña Dos”. Hasta 16 compañeros estaban dentro del barco. Todo debió de ser muy rápida pues estamos ante una tripulación experta y bien entrenada por lo que el tiempo para reaccionar, ponerse los trajes de supervivencia y botar los salvavidas ha debido de ser mínimo. De hecho, solo los tres supervivientes estaban en un bote.

Un fallo en los motores pudo ser la causa

El naufragio, según las primeras hipótesis tuvo su origen en el fallo de los motores, que dejaron al buque a la deriva, a merced de las olas, según ABC. En ese momento, las redes no habían sido recogidas y las compuertas permanecían abiertas. Un nuevo golpe de mar inundó los compartimentos de la popa, el golpe definitivo para la estabilidad del barco, que se hundió con rapidez

"Abandonar el barco es al última opción"

Como señala Covadonga Suárez, del Centro de Formación Jovellanos, abandonar el barco es una operación que el capitán sopesa mucho, no deja de ser última opción porque "en el mar donde se está más seguro es a bordo del barco".

En el caso de que no haya otra opción que abandonar el barco, una señal sonora alerta a la tripulación. aunque también lo puede hacer a viva voz, como señala Christopher Ageitos, profesor de Marina Mercante. En dos minutos deberían tener puesto el traje de supervivencia que lleva su luz, que lleva su silbato, convertido en la única garantía en aguas gélidas. De hecho como señala Covadonga Suárez pueden aguantar hasta 6 horas entre cero y dos grados. Muchos. Permiten ya flotar sin chaleco. Mientras cada miembro de la tripulación sabe lo que tiene que hacer.

En tres minutos, los botes tendrían que estar en el agua. "Llevan bengalas, alimentos, agua y botiquín".

Antes una radiobaliza dará el aviso. Y dará una señal. Si nadie la activa, se conectará automáticamente. Cuando hay presión baja se rompe y sube. Hay cursos periódicos entrenan a las tripulaciones pero la situación real. Es la auténtica prueba de fuego.

Indignación entre los familiares

En Galicia saben que encontrar supervivientes era imposible pero no quieren dejar a sus seres queridos y piden que es amplíe la búsqueda de los 12 cuerpos que quedan allí, en las aguas y exigen medidas al Gobierno español. Se espera la llegada de los 9 cuerpos recuperados al puerto de Saint John, y del patrón y los otros dos supervivientes.

El enfado es monumental por el cese de la búsqueda de los 12 desaparecidos. Comparan su cortísima búsqueda de sólo 37 horas con otras que han durado semanas. Y exigen que si Canadá no pone medios, lo haga el Gobierno español. Pero las quejas de los familiares van más allá. No entienden que casi 3 días después no hayan identificado a los cadáveres. Que los 3 supervivientes sigan a bordo de un pesquero

Y que los barcos gallegos y el portugués hayan tenido que hacerse cargo de los cadáveres. En menos de 4 horas está previsto que llegue a tierra el buque que traslada el cuerpo de dos de los marineros que fallecieron en el naufragio. Lo hará después de que anoche sus familiares recibieron un nuevo varapalo. Canadá anunciaba que no investigará lo que ocurrió.

Ahora las familias quieren "abrazar a los suyos, o enterrarles". Es lo que desean los familiares de los marineros que naufragaron en Canadá. Algunos lo podrán hacer en los próximos días. El resto exige que no se abandone la búsqueda de sus seres queridos.

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