Más de metro y medio de granizo en los vestuarios de la piscina de la Seu d’Urgell, Lleida: así fue la brutal tormenta
El temporal ha dejado más de metro y medio de granizo en instalaciones municipales de la Seu d’Urgell
Los bomberos recibieron una treintena de avisos por inundaciones, árboles caídos y desprendimientos
Del sofocante calor a las tormentas más severas: así ha sido el brusco cambio de tiempo que ha golpeado el noreste peninsular, especialmente en Cataluña. El granizo descargado en las últimas horas ha causado cuantiosos daños materiales y obligó incluso al desalojo de una familia en la Seu d’Urgell, en el Pirineo de Lleida.
La alerta naranja continúa activa en la zona hasta este martes al mediodía, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología.
Piscinas y carreteras afectadas
Las tormentas registradas desde el lunes provocaron escenas insólitas, como la acumulación de más de un metro y medio de granizo en los vestuarios de la piscina municipal de la Seu d’Urgell. La N-260 tuvo que ser cortada por desprendimientos, mientras que los servicios de emergencia intervinieron en viviendas y locales afectados.
“Con mucho miedo, mucho miedo”, relataba una vecina al ver sus calles cubiertas de blanco tras una rápida pero intensa granizada. “El agua llegó hasta un metro setenta más o menos de altura, todos los vestuarios están con medio metro de granizo”, explicó David Vallvé, director del servicio de deportes de la Seu d’Urgell.
Instalaciones inutilizadas e inundaciones en viviendas
Las instalaciones deportivas municipales han quedado gravemente dañadas. “Los vestuarios ya van a quedar inutilizados durante toda la temporada porque hay que sacarlo todo el hielo, están en condiciones insalubres, entro barro, ramas”, añadió Vallvé.
El agua también entró en las zonas bajas de viviendas particulares y un gimnasio, donde los vecinos describieron cómo “en poco tiempo se inundó en otras plantas abajo” y “empezó a caer una cascada de agua, se empezó a inundar todo el suelo”.
Treinta avisos a los bomberos
En apenas una hora se acumularon 160 litros por metro cuadrado, lo que provocó una avalancha de llamadas a los bomberos, que recibieron más de treinta avisos en la comarca. “Había muchos servicios, sobre todo árboles caídos e inundaciones de parking”, explicó Marcel Marcos, bombero voluntario.
El mismo temporal cruzó hacia Aragón, dejando en la localidad de Farzán otra estampa invernal en pleno mes de agosto.