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Con la pandemia del Covid-19, el uso de la mascarilla se popularizó en España. Y desde entonces, se convirtió en un elemento de protección individual también para prevenir ante casos como el que estos días estamos viviendo.
La llegada de la calima del Sáhara ha ido cubriendo cada vez más los cielos del país, desde el viernes hasta este domingo 7 de abril. Justo hoy la presencia del polvo en suspensión ha alcanzado a casi toda la Comunidad Valenciana.
En particular, en Castellón incluso han recomendado a personas alérgicas o con problemas de respiración que se pongan la mascarilla para estar en la calle. Sobre todo, porque la calidad del aire puede ser moderada.
Algo que puede suponer un riesgo para la salud de los ciudadanos. Las pequeñas partículas presentes están reduciendo la visibilidad en la ciudad, como ha podido comprobar in situ un equipo de Telecinco.
Este fenómeno se produce porque los vientos procedentes del sur africano arrastran una masa de aire muy cálido. Por eso han subido las temperaturas, tras la entrada de nubes por el suroeste peninsular hace dos días.
Después de cubrir toda Andalucía en las primeras jornadas, hoy la calima ya se ha extendido por "el centro y el este" del país. Para mañana lunes "persistirá en el área mediterránea y el archipiélago balear", ha apuntado la Aemet.
Ante la situación, los expertos siempre aconsejan limitar al máximo las actividades al aire libre. Especialmente si se padece alguna enfermedad respiratoria crónica o se fuma. Aunque niños y ancianos se pueden ver afectados también.
Ponerse mascarilla fuera de casa ayuda a evitar que las partículas accedan a los pulmones, a través de la nariz y la boca. Pueden causar tos, sequedad en la garganta e irritación.
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