El hijo de Sofía y Adrián, el alzireño hospitalizado durante su luna de miel en México, volverá a España con su tío este fin de semana

Sigue la preocupación por el estado de Adrián Fernández Poveda, el joven español que se encuentra en coma inducido en un hospital privado de Cancún (México) desde el pasado domingo 5 de mayo después de sufrir un corte de digestión y entrar en parada cardiorrespiratoria al salir de la piscina del complejo turístico en el que se alojaba durante su luna de miel con su mujer, Sofía, y su hijo de siete años.

La estancia de Adrián en el hospital en el que se encuentra, recuerdan desde su entorno, requiere entre 8.000 y 10.000 euros diarios, ya que el seguro del viaje solo ha podido cubrir hasta el límite permitido por la póliza, de 20.000 euros. El joven no puede ser repatriado a España porque existe riesgo vital y las autoridades sanitarias de México han desaconsejado su traslado a otro centro porque es el mejor hospital donde puede ser atendido en su estado. Tanto los centros privados como los públicos son de pago pero, en el caso de Adrián, han recibido instrucciones de que no se puede mover por ahora, porque los públicos tampoco están preparados para atenderle. Eso sí, los recién casados continúan recibiendo apoyo.

Tal y como ha explicado Marta, la cuñada de Adrián, hermana de Sofia, en cuestión de dos días han logrado realizar "una transferencia de hasta 36.000 euros, con el esfuerzo de la familia y amigos". Para donar dinero, se ha habilitado una cuenta bancaria (ES61 0081 0249290002149823) y una campaña de GoFundMe. Asimismo, numerosas asociaciones y entidades recolectan fondos.

La situación es límite, subraya Marta: "Vamos día a día. No abemos si pasado mañana podremos afrontar el pago". Si no abonan la tarifa, Adrián se quedará sin atención sanitaria. De hecho, desde su círculo cercano hablan de "secuestro hospitalario". O pagan o le desconectan. Y, como apunta Marta, por muchas recaudaciones, "el importe al que deben hacer frente es muy alto". Es un escenario muy estresante y agobiante para todos ellos.

Lo único que esperan los familiares y toda Alzira es la mejoría de Adrián, que continúa en coma inducido, "estable, pero crítico", según ha explicado a Informativos Telecinco el alcalde de la citada localidad valenciana, Alfons Domínguez, que brinda un apoyo total a la familia. Está en contacto permanente con la Delegación del Gobierno, que es quien tiene la competencia para actuar. Y es que "los trámites son muy complejos en este tipo de situaciones". Allí, mientras Adrián está hospitalizado, sigue Sofía, que está acompañada por sus padres y los de su marido, así como por el hermano de este, quien volverá a España este fin de semana con su sobrino, el hijo de la pareja recién casada, de siete años, que solo sabe que su padre "está malito porque tragó agua de la piscina".

La noticia ha tenido una enorme trascendencia en toda España. Muchos ciudadanos lamentan lo ocurrido con la pareja. Y las agencias de viaje, informadas de los hechos, advierten: "Por lo general, el cliente, por ahorrar un poco, no coge las coberturas suficientes", explica Pilar Montaña Casanova, directora de viajes de 'Benicalap'. La OCU recomienda asegurar, como mínimo, hasta 300.000 euros en gastos médicos cuando viajamos fuera de la Unión Europea, para evitar arruinarnos en caso de accidente.

Adrián y Sofía se casaron el pasado mes de enero y concertaron realizar un viaje de novios tres meses después en la Riviera Maya. Hasta el complejo turístico viajaron con su hijo de siete años. Todo iba bien, pero, en la víspera de su regreso a España, cuando ya habían preparado parte del equipaje, acudieron a la piscina del hotel junto a otra pareja y la luna de miel se truncó en pesadilla. Eran las 15:00 horas del domingo 5 de mayo y, entonces, Adrián sufrió, con toda probabilidad, un corte de digestión y posterior ahogamiento.

El socorrista se percató de que se había desvanecido y de que no tenía pulso, por lo que comenzó con las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). El padre, entonces, fue trasladado de urgencia al hospital más cercano, pero tuvo que ser llevado de nuevo a otro centro hospitalario que contara con más recursos, en el que se encuentra actualmente tras cinco días. Este centro médico privado le comunicó a la familia que, tras agotarse el apoyo económico del seguro del viaje, o pagaban la tarifa diaria de 8.000 euros o no podrían tener atención sanitaria.

El encharcamiento del 80% de los pulmones derivó en una neumonía bilateral. El estado de Adrián, que sigue crítico -aunque no presenta daños cerebrales y responde a los antibióticos-, puede empeorar, pero también mejorar, que es cuando entonces se valoraría un posible traslado. Sofía y su hijo han vivido un auténtico calvario con el padre siendo atendido por los profesionales sanitarios. Solo esperan poder volver a estar juntos en casa y Adrián se recupere.

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