El talento oculto de Shaila, la hija de Tamara Gorro y Ezequiel Garay: "Se me cae la baba"

Tamara Gorro se deshace con cada uno de los pasos que dan sus pequeños Shaila y Antonio, los niños que nacieran fruto de su matrimonio con Ezequiel Garay. Para ella son su mayor tesoro y por ello no puede evitar presumir de sus grandes logros y avances. Su hija tiene un talento oculto y la extronista de 'MyHyV' ha querido compartirlo con su familia virtual.

La influencer no se encuentra atravesando un buen momento personal. Además de su reciente ruptura con el padre de sus hijos, Tamara se encuentra lidiando con la enfermedad mental que le fue diagnosticada hace un tiempo y por la que llegó incluso a cometer un intento de suicidio. Sus niños son, en este sentido, su gran salvavidas. Por ello, la modelo disfruta viéndolos crecer y aprender.

Shaila, la niña que, gracias a la gestación subrogada, cumplió su sueño de ser madre después de intensos y dolorosos años de búsqueda y reproducción asistida, tiene ya siete años. Y su madre alucina viendo lo enorme que está, lo mayor que se ha hecho y lo mucho que promete como pianista.

La pequeña toca el piano como los ángeles. Un talento oculto y desconocido del que su orgullosa madre ha querido presumir ahora, haciendo pública este ignoto y bonito don que tiene su hija.

En el salón de la casa familiar que compartían Tamara y Ezequiel antes de poner fin a su matrimonio - el mismo en el que han celebrado todos juntos la Navidad, demostrando unidad a pesar del fin de su relación – hay un teclado al que la primogénita se sienta cada día para practicar distintas piezas.

Un momento del que Tamara disfruta y en el que consigue olvidarse de todo mientras escucha las alegres melodías que su hija es capaz de interpretar cuando lee sus partituras y toca las teclas negras y blancas del piano.

Situado frente al bonito árbol de Navidad, Shaila Garay toca un villancico, propio de la época en la que nos encontramos. "Olee", aplaude la modelo cuando su niña termina el clásico We wish you a Merry Christmas y esta le devuelve una gran sonrisa. "Se me cae la baba", añade. ¡Y a nosotros también tras escucharla!