Paz Padilla recibió un mensaje de su marido tras su muerte: “Creo totalmente a Ana Obregón”

  • Paz Padilla defiende a Ana Obregón tras contar que recibió una llamada de su hijo Aless Lequio

  • La actriz habla de la experiencia paranormal que vivió tras la muerte de su marido

  • La presentadora asegura recibir señales de Antonio Juan Vidal todos los días

Paz Padilla asegura haber recibido un mensaje de su marido Antonio tiempo después de su muerte. Después de ver cómo se juega con la salud mental de Ana Obregón tras hacer pública la experiencia paranormal que vivió tras perder a su único hijo, Aless Lequio, de quien afirma haber recibido una llamada telefónica tras su fallecimiento, la presentadora defiende a la intérprete y hace pública la inusual e inexplicable vivencia que tuvo lugar tras perder al amor de su vida.

Padilla está convencida de que Ana Obregón no miente y que tampoco está loca, como muchos han tratado de insinuar. Son muchas las personas que, tras el fallecimiento de seres queridos afirman haber tenido algún tipo de contacto con el más allá y haber recibido señales de sus ángeles desde el otro lado.

Mariposas, colibríes, plumas blancas, horas espejo… Estas ’llamadas’, entendidas como una manera de comunicarse de los que ya no están, están mucho más normalizadas, sin embargo, que una persona fallecida (su marido Antonio, en el caso de Paz Padilla; y su hijo Aless Lequio, en el caso de Ana Obregón) se ponga en contacto a través de un dispositivo electrónico apagado, sin línea telefónica y guardado en un cajón desde hace tiempo, es inexplicable a nivel científico y racional.

Los testimonios de personas que afirman haber tenido este tipo de experiencias paranormales son bastante más numerosos de lo que podríamos imaginar. Una realidad que ha dejado manifiesta la propia Paz Padilla, que para dar credibilidad al testimonio de Ana Obregón, se ha animado a contar su increíble experiencia.

Quiero contar una cosa que me pasó a mí y que nunca he contado. Me gustaría que todos esos haters me expliquen qué es”, dice mientras poner en contexto a sus seguidores contando la historia de Ana y Aless y se dispone a contar su historia.

El teléfono de mi Antonio se da de baja y ya no tiene línea. Lo guardo como Ana, en mi mesilla de noche, apagado. Yo no tocaba ese teléfono; los primeros días sí lo hice, pero solo para contestar a sus amigos y a todos los contactos que yo no tenía”, explica asegurando que, tras esto, apagó el teléfono y no lo volvió a tocar, ya que hacerlo era algo que “me hacía daño”.

Paz recuerda como si fuera ayer la fecha en la que Antonio Juan Vidal se puso en contacto con ella. Un día muy especial para ella, pues coincidió con una importante fecha para ella a nivel profesional.

El 7 de septiembre de 2021, un año y dos meses después de su muerte, Paz estrena su última función de teatro, ‘El humor de mi vida’. Una obra inspirada en su libro homónimo, el cual dedica a su difunto marido y en el que le agradece tras su muerte todo lo bueno vivido a su lado. “Ese día me cuesta mucho porque revivo momento que para mí son tristes”, dice recordando lo difícil que fue aquel día para ella. Un día en el que, cuando más lo necesitaba, le llegó “una señal” de su ángel.  

“El día del estreno, por la noche, recibo una foto de Antonio y mía”, cuenta. Era un mensaje desde el número de teléfono de su marido. Una imagen inédita que éste guardaba en su dispositivo móvil (apagado y guardado en un cajón desde hacía más de un año) que no tenía nadie y que Paz y él se hicieron durante unas vacaciones en Portugal.

“Yo no entiendo qué ha sucedido, pero interpreto esa foto como una señal. Cuando llego a casa el móvil no tenía batería ni línea, pero efectivamente, la última foto que Antonio me manda desde su teléfono era esa foto. ¿Alguien me lo puede explicar?”, dice sin poder dar un razonamiento lógico a su vivencia.

"Para mí fue un shock. Lloraba y lloraba, pero lo interpreté como una señal. No cuestiono a Ana en absoluto. Como esas señales veo muchas, como la mariposa, que veo una todos los días", asegura la humorista, que cada día, afirma encontrar señales del 'humor de su vida'.