Ana Obregón habla por primera vez del cáncer de su hijo: "Cuando me dijeron que tenía un tumor, se bajó el telón de mi vida"
Durante toda la entrevista, Ana ha destacado la fortaleza de su hijo Álex durante todo el proceso y ha confirmado que su vuelta a España se debe a que la última parte del tratamiento se lo dará en Madrid: "Nos hemos vuelto porque mi hijo ya puede concluir en Madrid el ciclo de tratamientos, que acabará en diciembre, aunque luego tenga que volver a Nueva York para hacerse chequeos cada tres meses". Si quieres conocer todos los detalles, ¡dale al play del vídeo que encabeza esta noticia!
La actriz ha recordado durante la charla con la revista cómo recibió el terrible diagnóstico que le ha cambiado la vida. “Cuando el médico nos dice ‘su hijo tiene un tumor', es como si se hubiera bajado de repente el telón de mi vida”. Pero Ana decidió no volverse a bajo y estar a la altura de las circunstancias. Su hijo la necesitaba más que nunca y por él consiguió mantenerse con entereza: “Al ver su impresionante entereza, me dije: ‘Si yo ahora me quedo en shock, no salvo la vida de mi hijo”.
La querida por todos Ana Obregón ha explicado también el motivo por el que ella y su hijo se van hasta el Memorial Sloan Kettering Cancer Center para tratar el cáncer que le diagnostican en Madrid: "Al tercer día de ingresar a Álex por urgencias en un hospital de Madrid nos dan al tremenda noticia: 'Es maligno y, además, de un tipo del que hay muy pocos casos en el mundo".
Pero la Ana que se fue hasta América ya no es la misma que vuelve, la enfermedad de su hijo le ha cambiado: "Mi hijo me ha dado una lección de vida y me ha enseñado que es un honor ser su madre. Porque con veintiséis años y toda la vida por delante, no se ha quejado ni un solo momento". Y de volver a las tablas, la Obregón no quiere volver a hablar, por el momento: "La Ana Obregón artista ya no existe. Ya sólo queda la madre. La primera se fue y no creo que vaya a volver nunca más".
Lo cierto es que en las fotos interiores vemos a una Ana que vuelve a sonreír, ya en su casa de Madrid, tras seis meses en Estados Unidos junto a su hijo. "La próxima Nochebuena va a ser la mejor de mi vida, porque ya adelanto a todo el mundo que a mi hijo van a decirle: 'Álex, estás curado"