Brenda Estarlich cuenta por qué tuvo que abandonar su pueblo: "Me drogaron, me grabaron y lo difundieron"

  • Brenda Estarlich recuerda el motivo por el que tuvo que abandonar su pueblo

  • Entrevista en exclusiva: la extronista de ‘MyHyV’ ha rehecho su vida fuera de la televisión, es madre de una niña y prepara su propia biografía

Con ganas de cerrar un capítulo de su vida y sin pelos en la lengua. Así se encuentra Brenda Estarlich una década después de su primera aparición en televisión. La valenciana dio el salto a la fama en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’, programa en el que destacó por su carisma, y pronto se convirtió en el centro de todas las miradas. Asimismo, aquel plató fue el primero de los muchos que recorrió durante su etapa televisiva en la que también participó en el reality de Telecinco, ‘Acorralados’.

Pero no solo ha hablado de su época en la pequeña pantalla. Brenda Estarlich ha dedicado unas palabras a Ylenia Padilla tras ver una semejanza en lo que ella vivió hace unos años. Y es que, la de Valencia ha relatado las razones por las que tuvo que abandonar su pueblo y cómo fue el proceso de desintoxicación en el que se metió tras la finalización del reality show. Ahora, enamorada de su novio y encantada con Naisha, su hija de dos años, la extronista de 'MyHyV' está escribiendo la biografía de su vida y ha contado, en exclusiva para Outdoor, algunos detalles de su pasado y su presente en una entrevista en exclusiva...

Hace dos años que tuviste a tu hija Naisha. ¿Cómo ha cambiado tu vida desde que te convertiste en mamá?

Tener una hija te cambia por completo. Es verdad que al principio fue muy duro. Naisha nació unos días antes de que nos confinaran. La veía tan pequeña e indefensa que me llegué a preguntar si había hecho bien en decidir ser madre. Al final, estábamos en una época donde la gente no sabía nada del Coronavirus y el caos que había propició que nos asustáramos, ya que no éramos conscientes de a qué nos enfrentábamos.

Pero no me arrepiento para nada. Es lo mejor que me ha pasado en la vida. Dentro de lo negativo del confinamiento, el hecho de no poder recibir visitas ni salir de casa durante esos meses hizo que estuviéramos todo el día juntas y se crease un vínculo muy bonito y fuerte entre nosotras.

¿Cómo viviste que el padre de Naisha no pudiera viajar a España antes de dar a luz?

Fue muy duro. Yo quería tener a mi hija y que él estuviera a mi lado. Sin embargo, como vino esta crisis mundial cerraron las fronteras y no pudo venir al parto, se tuvo que quedar confinado en Italia. Además, no pudo conocerla en persona hasta los cuatro meses después de nacer. Son situaciones en las que uno se da cuenta de las cosas que de verdad hay que valorar en la vida. Doy gracias a que tuve el apoyo de mi madre, que estuvo con nosotras en todo momento.

¿Te gustaría volver a ser madre?

Estoy enamorada de mi novio y me siento afortunada de estar con él. Nunca había conocido un chico que fuera tan atento y tan compatible conmigo. Él es artista, disciplinado y me ayuda en todo lo que puede. Siento que me ha tocado la lotería. Me encantaría casarme con Pepeju y darle un hermanito a Naisha cuanto antes para que no haya mucha diferencia de edad entre ellos.

¿A qué te dedicas en la actualidad?

Ahora que tengo más tiempo libre he vuelto a diseñar bocetos de bolsos y, además, estoy formándome para trabajar en la empresa de mi padre, ya que en unos años se va a jubilar. Pero el proyecto que más me entusiasma anunciar es que estoy escribiendo la biografía de mi vida. Me falta ultimar unos detalles, revisarlo y encontrar una editorial para publicarlo. He vivido todo tipo de sentimientos mientras lo escribía.

Había momentos en los que me sentía orgullosa de mí misma y otros en los que tenía vergüenza, rabia e impotencia. Mi principal objetivo es que conozcan a la verdadera Brenda, ya que soy más que una fachada. Soy una persona que se preocupa por los suyos y que le encanta ayudar. Me he visto sola en tantas situaciones que sé lo importante que es tener un apoyo o alguien que te tranquilice en tus peores momentos. Intento ser para los demás la persona que yo he necesitado a mi lado durante tanto tiempo.

¿Cómo recuerdas el paso de ser anónima a recorrer todos los platós de Telecinco?

Hubo un momento que no era consciente de lo que estaba viviendo. La gente me reconocía y no podía estar tranquila, parecía que era la hija de Isabel Pantoja. Entraba a un centro comercial y me paraban. Fue algo muy bárbaro, una época increíble. Sin embargo, era tan joven que no era consciente de que esto era efímero. De repente, un día todo eso ya no estaba.

Mi realidad había cambiado y me hizo mucho daño. Hay que entender que en la televisión somos productos y que muchos tenemos fecha de caducidad. Siempre surgen nuevas personas que generan interés en la audiencia. En mi caso, mi popularidad comenzó a decaer cuando Ylenia Padilla saltó a la fama.

Ylenia Padilla debería aprender que ya ha pasado su momento

¿Qué piensas de las últimas polémicas que ha protagonizado Ylenia?

Siento un dolor en el alma. Ylenia no acepta la realidad y no quiere ver que fue un personaje televisivo muy querido durante una época pero que ya ha pasado su momento. La vida continúa y no tiene que quedarse ahí. Debería aprender que hay diferentes etapas en la vida y que la suya en televisión ya ha terminado.

La vida es muy bonita y se está perdiendo muchas cosas por vivir anclada en el pasado. Me da mucha pena y me recuerda a mí en mi peor etapa. La veo desequilibrada y tiene la noción de que el mundo va contra ella. Su actitud es desafiante y si no le dices lo que le agrada no te presta atención.

Has demostrado una gran fortaleza para superar todos los obstáculos con los que te has encontrado. ¿Cómo recuerdas el proceso hasta ser la mujer que eres hoy?

Soy quien soy gracias a mi familia y a los médicos. Me prepararon mucho para salir a la calle y afrontar mi realidad. Era una situación que yo repudiaba y no quería. Ahora amo esa realidad y me encanta la vida que tengo. Soy una mujer fuerte y valiente que lucha por todo lo que se propone.

Pero en esa época llegué a sentir vergüenza de mí misma y quería ir al cirujano para que me cambiase el rostro, porque no quería que me reconocieran. Lo pasé muy mal. Me acusaron de cosas muy feas como que me dedicaba a la prostitución sin haber ejercido nunca esa profesión.

Me drogaron, me grabaron y difundieron el vídeo. Me mataron en vida

Tras tu paso por ‘Acorralados’ hiciste pública tu adicción a las drogas. ¿En qué momento te diste cuenta de que necesitabas ayuda de profesionales?

Si te soy sincera me di cuenta al tiempo de estar en el centro de desintoxicación. No era consciente del problema que tenía. Recuerdo que salía a dar un paseo y a lo lejos había paparazzis haciendo fotografías para intentar sacarme a mí ahí dentro, ya que en ese momento una imagen mía en una clínica estaba muy cotizada. Nadie se paró a pensar el daño que me estaban haciendo.

Yo estaba recuperándome de un problema de salud. Y como esta, hay muchas situaciones más que explico en mi libro. Con la ayuda de la psiquiatra logré tener el control de mi mente y, sobre todo, de mi vida. La salud mental es muy importante. A mí me partió el corazón darme cuenta de que durante tanto tiempo no escuchaba a mi madre y ver lo preocupados que estaban.

¿Has tenido recaídas?

Sí. Yo he llegado a estar en cinco centros de desintoxicación. Ahora no tengo ninguna adicción y estoy muy bien, pero es un camino difícil en el que tienes que creer en ti, ser fuerte y luchar por dejar atrás ese problema de salud.

Llegaste a develar qué abandonaste tu pueblo tras un grave altercado. ¿Qué ocurrió?

Me fui de casa de mis padres porque salí de fiesta con mis compañeros de clase y algunos de ellos me echaron droga en la bebida, me grabaron y difundieron el vídeo. Me humillaron tanto que decidí abandonar mi pueblo. Y, después, esos mismos salieron en televisión vertiendo mentiras sobre mí. Me mataron en vida. Era una niña de 19 años con mucho talento y un futuro transparente y de repente me lo hicieron negro. Me cagaron la vida.

Ahora, que estás en tu mejor momento, ¿te ves preparada para volver a la pequeña pantalla?

Todos los años tengo alguna oferta para volver a televisión, pero me da miedo. Los realities show me gustan, pero, por ejemplo, a ‘Supervivientes’ creo que no podría ir. A mí me gusta comer y allí se viven situaciones muy límites. Sería divertido vivir la aventura, pero el hecho de estar tan lejos de mi hija, que le pueda pasar algo y que yo no esté, me aterra. Otro tipo de programas como ‘Secret Story’ o ‘GH VIP’ sí que me lo podría plantear.

¿Cómo recuerdas tu participación en ‘Acorralados’?

Cuando entré me di cuenta de que había personas con muchas tablas en televisión. Yo me regía por mis sentimientos y me creía las disputas que se generaban en la casa, pero me fui percatando de que muchas eran impostadas para tener protagonismo. Por ejemplo, la de Bárbara Rey y Mari Ángeles Delgado. Yo disfruté mucho del trío que formábamos Nagore Robles, Blanca de Borbón y yo.

¿Mantienes contacto con alguno de tus compañeros?

Con Blanca de Borbón tuve muchos años de relación y con Bárbara Rey también. Son muy buenas personas y siempre tienen buenas palabras. Les guardo mucho cariño. Además, tengo buena relación con Sofía Cristo y a veces la veo cuando visito la clínica en la que estuve, que está allí trabajando. Su madre me protegía y me cuidaba en ‘Acorralados’, y aunque discutiéramos durante el reality show, luego conectamos y hubo buena relación.

¿Y con Antonio David Flores?

Hablé con él cuando se emitió la serie documental de Rocío Carrasco y me dolió mucho. Con Antonio David Flores viví muchos momentos en ‘Acorralados’. Yo recuerdo que cada noche sacaba las fotografías de sus hijos y las besaba. Me dio mucha pena porque considero que es un padrazo y que los quiere con locura. Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. La verdad, al final, siempre sale.

Él me agradeció las palabras que le dije y aunque no hablemos de continuo o no nos veamos, haber vivido una experiencia extrema juntos hace que se cree ese vínculo.