Ni la convivencia, ni las discusiones. Estar tres meses separado de sus hijas, ha sido para Kiko Rivera lo más duro de su paso por 'GH DÚO'. Tras la gran final, en la que tuvo que conformarse con un segundo puesto, el dj ha podido poner rumbo a Sevilla para disfrutar, por fin, de la compañía de sus pequeñas. Tal y como inmortaliza en su cuenta de Instagram, Kiko ha vivido uno de los momentos más emocionantes de su vida al reencontrarse con Ana y Carlota, que a juzgar por sus amplias sonrisas, se encuentran la mar de a gusto en el regazo de su padre.
"¡Por fin con mis reinas! ¡Qué maravilla poder sentirlas de nuevo! No saben cuanto las extrañé!", escribe el hijo de la tonadillera junto a la imagen, que ya acumula más de 80 mil likes. Pese a todo, la felicidad de Kiko será plena cuando estreche entre sus brazos a su hijo mayor, Francisco, de seis años de edad, fruto de su antigua relación con la modelo Jessica Bueno. Su mujer, Irene Rosales, ha sido un pilar fundamental para Kiko durante su estancia en la casa Guadalix de la Sierra. Sin embargo, el cantante ha demostrado en infinidad de ocasiones que el recuerdo de sus hijos ha sido su principal fuente de energía.
Han sido unos días cargados de emoción para Kiko Rivera, que ha recibido el calor y el apoyo de toda su familia. "Sobran las palabras. Gracias por llegar hasta el final, como todo el mundo sabe eres mi hermano y para mí superas todos los esquemas mi viejo cascarrabias", escribía hace unos días en su cuenta de Instagram una orgullosa Anabel Pantoja, que ha defendido, semana tras semana, con uñas y dientes a su primo desde plató.
En cuestión de días se cambiarán las tornas y el clan Pantoja volcará todos sus esfuerzos en la tonadillera, que está a punto de embarcarse en la mayor de las aventuras. Isabel Pantoja, que viajará a Honduras, contará con el apoyo incondicional de su familia, que serán testigos de las extremas pruebas de supervivencia a las que se enfrentará la artista durante su paso por el concurso.