Moisés Laguardia llega con fuerza para quedarse en Pasapalabra. ¿Será el nuevo supercampeón?
telecinco.es
09/02/201817:17 h.Moisés nos hará sentir la misma emoción que sentimos con concursantes de la talla de Antonio Ruiz, nuestro anterior campeón que se llevó el pasado 19 de Diciembre 1.192.000 euros.
Tiene 32 años y vive en Alfaro, La Rioja. Es licenciado en Economía y uno de sus objetivos es sacarse las oposiciones para ser profesor de Economía en un futuro. Es hijo único y vive con sus padres, ambos son parados de larga duración y, aunque a su madre no le gusta, les ayuda con su sueldo para que puedan llegar a fin de mes.
Entre sus hobbies destaca por encima de todo el ajedrez. El ajedrez le ha permitido relajarse, atreverse a hablar en público y que todo eso le ayude a día de hoy cuando concursa en Pasapalabra.
Le encantan los concursos culturales, juega al Trivial Pursuit en línea desde que tiene 13 años, hay más de 300 seguidores contra los que jugar, y entre los que han figurado campeones de bote veteranos de Pasapalabra como César Garrido o Alberto Izquierdo.
Su primera aparición en Pasapalabra fue en diciembre de 2014, se le dio bien y consiguió mantenerse lo largo de 9 programas, obteniendo 9000€. Dos años después, vuelve para el Especial de Verano donde compite contra Aurora Díaz en dos programas, perdiendo en el segundo de ellos. En 2017, en mayo, empata contra el joven Pablo Díaz en un programa especial dedicado al Día Internacional del Reciclaje obteniendo con ello la posibilidad de volver a concursar, premio que comienza a disfrutar desde enero de este año.
Para alcanzar ese nivel que demuestra cada día en el rosco, nos comenta que lo que más hace es escuchar roscos con los auriculares en el móvil mientras pasea. Se apunta palabrejas en un excel para poder repasarlas e intenta pensar como si fuera un guionista para intuir lo que le pueden poner, “el rosco es como la lotería, mientras más boletos tengas, más probabilidades”.
En cuanto a los sueños que cumpliría si lograse ganar el bote lo tiene más o menos claro. Como capricho viajaría a países exóticos como Japón y otros países para jugar al ajedrez en los campeonatos que haya. Viajaría a Canadá para además de visitar el país, ver un partido de hockey sobre hielo. Es probable que aproveche para independizarse después de ayudar a sus padres para que tengan un poco más de estabilidad, y quiere aportar a distintas ONG una cantidad, sobre todo a las que se dedican a investigar enfermedades sin cura.
Por último, su sueño, luchar por alcanzar su verdadera vocación, “utilizaría el dinero para intentar aprobar unas oposiciones y llegar a ser profesor de economía. Hay mucha competencia, llevan mucho tiempo sin convocar plazas y con este dinero me podría permitir poder estudiar”.