Logo de GH DÚO
GH DÚOLogo de GH DÚOGH DÚO

Manuel Cortés y Jeimy Báez se convierten en los expulsados de la noche: "No entrar en conflictos no me ha favorecido"

Jeimy Báez es expulsada y abandona la casa en el camión de la mudanza
Compartir

Los concursantes han vivido una noche llena de salidas en la casa de 'GH DÚO'. A la doble expulsión de la noche se le sumó el abandono definitivo de Javier. Después, Manuel Cortés y pusieron también fin a su concurso.

Manuel Cortés se convirtió en el expulsado de la semana con el 68% de los votos por parte de la audiencia. A la sala de expulsión habían llegado Jeimy, Manuel y Miguel Frigenti, siendo Jeimy Báez la primera salvada entre los tres. Momentos más tarde, Miguel y Manuel salían de dudas sobre su duelo en la nominación. A pesar de sus diferencias, los concursantes se dieron un abrazo antes de que Manuel abandonase la casa.

PUEDE INTERESARTE

Ya una vez en el plató, el cantante consideró que su expulsión había sido, en parte, motivada por su rechazo a participar en distintos conflictos. "Algo debo de haber hecho mal. Creo que algunas veces, según el concurso, entrar en algunos conflictos te favorece y a mí esta vez no entrar tanto no me ha favorecido", expresó ante Carlos Sobera.

PUEDE INTERESARTE

"No soy un especialista en realities. Me llegó la proposición en un momento de mi vida muy bueno. Vi una oportunidad para que se me conociera más y la verdad es que estoy muy agradecido. Yo he sido yo", añadió.

PUEDE INTERESARTE

Jeimy Báez, segunda expulsada de la noche

Pero los concursantes se veían sorprendidos por una votación en la misma gala. La audiencia escogería con sus votos quiénes querían que siguiesen en la casa y, con ello, Jeimy Báez y Dani Santos se veían como los concursantes menos votados para continuar.

Después de una agónica espera en la que escuchamos incluso a Dani dar directrices a Jeimy sobre cómo recoger sus cosas en la casa, Carlos Sobera les comunicó que era Jeimy la expulsada. La concursante se lo tomó con deportividad y después de echó a reír al ver que debía abandonar la casa en un camión de mudanza.