Rosario Matew y Gal·la decidieron abandonar 'La isla de las tentaciones' con un nuevo amor, pero una de ellas fue rechazada
Suso y Miguel fueron los tentadores con los que sintieron una conexión especial
Así surgió el primer trío de la historia de 'La isla de las tentaciones': recuerda la noche de pasión de Álvaro Boix con dos solteras
La cuarta edición de 'La isla de las tentaciones' marcó un antes y un después en las vidas de Rosario Matew y Gal·la. A lo largo de la experiencia, ambas cayeron en la tentación y, de la misma manera, ambas vieron en las hogueras cómo sus parejas, Álvaro Boix y Nico, también les eran infieles en su villa con más de una soltera.
Llegado el gran día, el de la hoguera final, Rosario y Gal·la se reencontraban con sus parejas. Juntos repasaban todas las imágenes que Sandra Barneda tenía para ellos e, irremediablemente, estas dos relaciones se acababan. Las dos parejas decidieron poner punto y final a su historia tras su paso por 'La isla de las tentaciones'.
Eso sí, ambas eligieron un nuevo camino y respondieron a la pregunta de la presentadora reconociendo que querían abandonar la aventura "con un nuevo amor". Así que, tras despedirse de los que hasta el momento habían sido sus parejas, recibían a los tentadores con los que se habían ilusionado.
Gal·la y Miguel
"Sandra, yo no creo que sea capaz de perdonar a Nico, pero mentiría si dijera que me quiero ir sola, porque me quiero ir con Miguel. Ha sido una persona con la que he conectado muchísimo. Me he dado cuenta de que es una persona muy importante para mí, me encantaría seguir conociéndole", respondía Gal·la a la gran pregunta de Sandra Barneda.
La presentadora daba paso al tentador, y este, al conocer la deicisón de Gal·la, respondía: "Me quiero ir solo. No por nada, sino porque sería un error por mi parte salir de aquí contigo cuando realmente yo pienso que tú necesitas estar sola un tiempo y arreglar tus cosas".
Rosario Matew y Suso
Por su parte, Rosario también tomaba la decisión de abandonar el programa con un nuevo amor. Y, en esta ocasión, sí que fue correspondida: "Yo, siendo cien por cien sincero, no puedo irme sin ella. Claro que me voy contigo. Lo sabes", decía. Acto seguido se besaban y celebraban el comienzo de su historia.
