Cristian o Joon, la impostura o el juego
Cristian no parece que guarde ninguna sorpresa, nada que no hayamos visto ya en estas semanas. Sin embargo, Joon promete un amplio catálogo de sorpresas, pudiendo terminar mejor o peor considerado que ahora. Por eso mi apuesta es por Joon, aunque no tenga ninguna confianza de que sea el elegido.
No se puede decir que la fase de casting televisada vivida el último mes haya estado falta de sorpresas. Esperaba que Jana llegase a estar entre los cuatro últimos candidatos, pero se quedó fuera el lunes. Y anoche hubiera apostado que Daniella sería la elegida, pero también esto me dejó sorprendido. Entre Cristian y Joon solo uno puede convertirse esta noche en concursante. Porque primero creíamos que sería el primer confirmado y adelantó por la derecha Mamadou, concursante presentado en la habitual rueda de prensa anterior a la noche del estreno. Ahora tampoco sabemos si será el segundo o no.
El ganador de Uno de GH20 será el segundo confirmado de la vigésima edición solo en el caso de que la gala empiece por aquí, pero a saber con qué nos vuelven a sorprender. Me puedo esperar cualquier cosa. Digo más, me espero cualquier cosa y estoy deseando que así sea una vez más a partir de las 21:45 horas. En todo caso, el nombre del ganador está escrito dentro de un sobre en poder de Nagore Robles, quien aventuro haya podido ser premiada por su excepcional labor en este programa con la copresentación de esta noche. Ella llevará consigo el nombre, así que habremos de esperar un poco más.
El sobre llegó a las manos de Nagore a duras penas, porque Teresa Colomina, directora de casting, se hizo un poco de lío con los sobres, que terminaron desparramados por el suelo. Imagino su apuro recogiendo sobres mientras la presentadora esperaba atónita ante la situación. Por su lado, Miguel Frigenti aprovechaba que estaba cerca para poner el ojo en el sobre en cuestión a ver si veía el nombre. No descarto que así fuera, pero no le pondré en el compromiso de preguntárselo porque prefiero la emoción de enterarme cuanto toque.
Me gustan los concursantes jugones
Prefiero evitar hacer mi apuesta, no vaya a ser que me pase como ayer. Nada más pronosticar que sería Daniella la elegida resulta que la eliminaban. Mi preferido, eso sí lo diré, es Joon, por razones más o menos obvias. Dije el martes que me parece como un gato porque parece gustarle el juego por el juego. A partir de ahí, blanco y en botella. Es gato como yo (también dije que un poco antisocial, en lo cual coincidimos igualmente) y juguetón. No me digas más. Llevo años dando la tabarra en general y en particular con la interpretación de Gran Hermano como un juego y sus parecidos o diferencias con una partida de dados, parchís o póquer. Huelo a los concursantes jugones y nada me puede gustar más.
Ni La Jose ni Daniella se esperaban quedarse a las puertas, tan cerca de ser auténtico concursante de Gran Hermano. Estoy de acuerdo solo en parte con lo que les dijo en su visita Iván Madrazo (ganador de GH10). Intentó convencerles poco menos de que han vivido lo mismo que un concursante de Gran Hermano, pero no es así. El ‘súper’, Floren Abad, sugirió anoche algo parecido, entiendo que como consolación a los excluidos. La verdad es que ahora empieza Gran Hermano, aunque solamente para uno, Cristian o Joon.
Dos personalidades bien distintas
Muy distintas fueron las reacciones tras saber que uno de los dos, Cristian o Joon, se convertirá hoy mismo en concursante de GH20. Mientras Joon daba saltos de alegría y movía su cuerpo como si le estuvieran dando descargas eléctricas, Cristian parecía ajeno a todo, como absorto y sin poder asumir bien la realidad. Cuando se suponía que Nagore iba a leer el nombre del elegido, ambos tenían rostro compungido, pero más Cristian. Aparentaba que estuvieran esperando la noticia sobre la muerte (o no) de un familiar cercano. Soy consciente de que a uno de los dos le va a cambiar la vida, pero tanto dramatismo me hace subir el cortisol, que diría Maica Benedicto.
Si tuviera que describir a los dos finalistas últimos (esta vez sí que no habrá más) con una característica diría que Cristian es la impostura y Joon el juego. Ya afirmé el martes que Joon sigue siendo un poco una incógnita para mí, lo cual reconozco que puede echar para atrás a algunos, mientras a otros nos motiva. Estoy convencido de que no voy a ver nada nuevo en Cristian. No hay un resquicio a la sorpresa, razón por la cual preferiría que no entrase. Sin embargo, ante Joon se abre un mar de posibilidades, desde que sea un muermo mimetizado con el decorado hasta que nos haga disfrutar con las estrategias que su inteligencia y propensión a lo lúdico le permitan plantear.
Si el reparo ante Joon es que no se ha dejado conocer del todo, respondo que menos hemos conocido a Cristian. Lo que este candidato a dejado traslucir es un retrato robot suyo, como ese Frankenstein (no Frónkonstin) que hizo Joon hace un par de semanas con las características más marcadas en cada compañero. Por cierto, recuerdo que de La Jose (Lajo, dijo) destacó el rostro y de Cristian el cuerpo, ambas características físicas. Al menos en Daniela destacó la valentía. Puestos a elegir, prefiero que los y las concursantes sean valientes a que tengan buen cuerpo, la verdad.
¿Quién es quién?
El juego que hubo de hacer Joon del candidato Frankenstein me inspira para jugar con los últimos cuatro al ¿Quién es quién?, popular juego infantil que tiene relación con Gran Hermano en la mecánica consistente en ir descartando personas, en un caso hasta adivinar el elegido por su rival y en otro hasta quedar solo uno. Si tuviera que descartar a todos menos a uno, preguntaría si tiene demasiadas ganas de fama. No puedo asegurar que sea el caso de Cristian, aunque tampoco lo descarto. Sin embargo, con Daniella no tengo duda ninguna.
Para descartar a todos menos a La Jose preguntaría si cambia de personalidad tan caprichosamente como poco convencido. Él mismo ha reconocido que está en cambio permanente, lo cual no es intrínsecamente malo. El problema es que ese cambio no venga de una evolución natural y orgánica, sino algo libremente elegido y modelado a su antojo. Puede ser voluntario cambiar de forma de vida, de trabajo o de pareja. Pero la personalidad no se elige. Ojalá fuera así y cada uno pudiéramos responder a nuestro propio diseño. Cambiar cuesta horrores, y no es posible hacerlo varias veces en cuatro semanas.
Para que no sea tan previsible lo que diría para bajar todas las caritas menos la de Cristian voy a tirar por el lado de sus habituales hemorragias verbales. Preguntaría, por tanto, si habla sin pensar lo que dice y su discurso da continuamente giros pudiendo acabar afirmando lo contrario que en un principio. Reconozco que me fascina la capacidad de este candidato para hablar sin control ni medida, dejando noqueados con frecuencia a sus interlocutores. Mi duda es si nadie se ha dado cuenta de esta técnica única y desconcertante. Sospecho que si Jana dejó de confiar en él a la segunda semana fue, entre otras cosas, por esta incontinencia verbal. También tengo la convicción de que a algunos les ha llegado a cautivar. Anoche le pedía Colomina que confesase un secreto y terminaba hablando de que ha participado en este proceso para curarse, algo que lleva repitiendo machaconamente desde el principio.
Y respecto al último candidato, mantendría en pie su ficha preguntando si se ha quedado con todos simulando no conocer prácticamente nada sobre la mecánica del programa. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que Joon sabe mucho más de lo que pretende hacer creer. Lo mismo piensan casi todos sus compañeros y así se lo han hecho saber en multitud de ocasiones. En todo caso, con el tiempo he llegado a la conclusión de que casi mejor si el concursante sabe poco. Solo que en ese caso debe espabilar para aprender cuanto antes todos los detalles de esa mecánica. Pero con esto pasa como con los toros, que si han sido toreados en el tentadero dejan de tener valor porque entran en la plaza picardeados (no a la sangrienta fiesta de los toros, por cierto). También es cierto que Joon ha vivido un sucedáneo de Gran Hermano durante semanas. Algo picardeado ya va.
Moleskine del gato
En el moleskine del primer escrito de la temporada planteaba la posibilidad de que una parte de los espectadores pensasen al terminar la experiencia que quien entrase procedente de esta fase final de casting tendría ventaja sobre el resto de los concursantes de GH20, mientras otros opinarían justo lo contrario, que entrarían con cierto estigma por lo vivido en estas semanas. También reconocía no tener claro si opinaba una cosa o la otra. Pues bien, en estas horas finales creo que la evidente ventaja compensa no solo con las reticencias de algunos, sino también con el desgaste que comporta un mes de encierro. Si GH20 durase tres meses, en el mejor de los casos (si llegase a la final) el concursante procedente de Uno de GH20 llevará un cuarta parte más de encierro que todos los demás, incluso menos si entrase algún reserva.
Haber estado entretenido con Uno de GH20 me ha servido para llegar hasta hoy sin la inquietud que me suele provocar el comienzo de una nueva edición de Gran Hermano. Y es que, amigos y amigas, esta noche se abren por vez primera las puertas de la casa. Por primera vez de verdad porque se trata de la nueva casa, lo cual es un plus de interés y morbo del bueno. Al acabar la noche, la nueva casa tendrá vida de nuevo. A pesar de haber transcurrido 25 años sigo sintiendo emoción solo de pensarlo.
Mañana nos volvemos a leer y el escrito terminará, como de costumbre, con este moleskine que incorpora un vídeo en el que haré algunos comentarios sobre mi visita a la nueva casa hace poco más de dos semanas. Por si te interesa.
