La poco empalagosa complicidad entre Joon y Cristian
Cristian comenta emocionado a Joon lo alegre que se siente al estar en la casa de Gran Hermano y, además, a su lado. Que se conozcan de su anterior experiencia televisiva genera cierta desconfianza entre algunos de sus compañeros.

No hubiera pensado que me iba a gustar ver a Cristian en la casa de Gran Hermano. Sus comienzos en Uno de GH20 no fueron muy halagüeños y después se diluyó ante personalidades más fuertes que él. Posiblemente también más ambiciosas. En el oasis ya empecé a cambiar mi percepción y en los dos días que lleva en la casa me ha llegado a emocionar. ¿Qué me está pasando, doctor? Su complicidad con Joon me enternece y hasta le estoy viendo acertado analizando o aconsejando a sus compañeros. Me pareció muy bonito que el lunes contase a su compañero que a veces tiene ganas de llorar (de alegría) por estar en la casa de Gran Hermano 20, especialmente estando junto a él. Y le gustaría estar ahí dentro con todos los candidatos. Me creo su sentimiento y emoción. Además, me parece puro Gran Hermano.
Cristian puede acusar sus comentarios sobre la experiencia anterior igual que le pasó a Joon. Este recibió con indiferencia las críticas de sus compañeros por hablar demasiado de ello, lo cual denota falta de empatía. Si llevando diez días en la casa muchos ya se dicen “te quiero mucho” y dicen tener “intocables” no parece muy complicado imaginar el síndrome de Estocolmo que pueden tener estos dos concursantes habiendo vivido con otro grupo de gente durante bastante más tiempo. No están hablando de un recuerdo del pasado, sino de algo sucedido justo antes de comenzar esta otra experiencia.

Por suerte, a Joon creo que le afecta muy poco lo que le digan, no así a Cristian, a quien veo más sensible y con una mayor necesidad de protección. Joon se ríe de su sombra y está empezando a demostrar brillantez en ocasiones. Su posicionamiento del lunes fue de los mejores que he visto nunca. Con una misma bala dejo heridos de gravedad a José Manuel y Diego usando la ironía en un discurso que dejó de piedra a todos. “Estaba entre Diego y José Manuel porque me es difícil elegir, pero como a Diego le puedo echar cuando yo quiera elijo a Josema”, dijo para comenzar su argumentación.
A petición del ‘súper’ Joon hubo de explicar lo que había querido decir con que puede echar cuando quiera a Diego y sus palabras fueron entonces contundentes: “Diego más tarde o más temprano va a caer”. Explicó luego que a Diego le había dicho que no se estaba abriendo, pero él tampoco lo ha hecho. “¿Qué escondes?”, preguntó después. No miento si digo que esa es la pregunta que me llevo haciendo desde el principio. Lo peor es que no me parece que esconda nada bueno. Por el momento debería intentar no estirarse tanto que le va a petar algún músculo. Su altivez no le impide inclinar la cabeza y escucha a los demás con la barbilla a la altura habitual de la nariz.
Los bucles de Íñigo
El acierto de Joon en los posicionamientos se podría medir contando las reacciones iracundas por parte de algunos compañeros. Íñigo encabezaría el grupo y ayer le comparó con “el maestro de Bruce Lee” (¿?). “Ha hecho una mala actuación”, le dijo a Patricia, y hablando con Edurne descargó su rabia: “Ha sido una falta de respeto […] No le quiero dar pie a que me intente ridiculizar”. Ayer no paró de censurar con peculiar inquina al de ascendencia oriental. El sentimiento de ridículo ante una situación que no lo merece indica cierta inseguridad. Creo que Íñigo depende demasiado de factores externos (la aprobación o la ausencia de errores de los demás). Posiblemente esté sobreinterpretando el juicio ajeno. Y, sobre todo, le falta muchísimo sentido del humor. Edurne es todo lo contrario, lo cual explica que adore a Joon.

A Íñigo le tomó ayer la medida Aroa y quedó perfectamente retratado. Acusa a esta compañera de no hablar calmada, pero él tampoco lo hace, mucho menos cuando se refiere a Joon o la propia Aroa. Además, dice de sí mismo que se está autocontrolando para no enfadarse, lo cual viene a ser eso mismo que critica de ella, poniéndola de falsa porque se está autocontrolando. Según Íñigo lo de Aroa es un papelón mientras él merece una medalla a la concordia por hacer ambos lo mismo: tener autocontrol.
Mosqueos varios
Nadie gana a Íñigo en mosqueos. Encapsula sus discusiones y no para de darles vueltas encadenando reproches durante todo el día, cuando no al día siguiente. Pero no es el único dado a los reproches. Se estaba haciendo de rogar la acusación a Cristian y Joon por tener supuestamente una ventaja al venir del otro programa. Esto dije sobre el tema en mi primer escrito de Uno de GH20: “Uno de los atractivos de este innovador formato es observar a unos creyendo que el ganador tiene ventaja respecto a los demás concursantes de GH 20, mientras otros opinarán justo lo contrario, que comenzará con cierto estigma. Me motiva mucho comprobar si yo mismo opino una cosa o la otra, porque de momento no lo tengo nada claro”.
Han pasado exactamente 40 días desde que escribí las líneas del entrecomillado anterior y ya lo tengo claro: Joon y Cristian no tienen ni ventaja ni desventaja. Gran Hermano más que una carrera de fondo es un torneo de la regularidad. Es decir, si lo comparamos con el deporte del ciclismo diríamos que no es una carrera corta y explosiva sino una vuelta a España donde se va acumulando ventaja con los días y una pájara (no me refiero a Paula y Patricia) en una etapa puede tirar por tierra todo lo conseguido. Los dos concursantes cuya fase final del casting fue pública y retransmitida se tendrán que ganar el favor del público igual que el resto. Ni más, ni menos.

También han reprochado a Joon y Cristian que sean pareja, sin serlo. Se conocieron y convivieron unas semanas antes del comienzo de esta edición, tan solo eso. Y se llevan bien igual que podrían no soportarse. Más razón hay para tener cierto recelo hacia la pareja (que tampoco lo es en puridad) de Desi y Rocío. Íñigo y Edurne lo hablaban ayer Jonay con Lorena, Almudena. “No parecen peligrosas, pero son dos”, decía el canario. Íñigo metía en el mismo saco a los ganadores de Uno de GH20, pero terminaron inclinándose a que Joon va por libre. El último reproche también lo había yo previsto, y es que Aroa con su ida y vuelta ha resultado ser inmune esta semana, lo cual hubiera querido Patricia para ella.
La pajarera tiene muchos novios
Ayer solicitaban Rocío y Desi candidatos para ser sus novios. No sé lo que pensará de esto Almudena, que se fue un poco de la lengua preguntando si serían novias entre ellas. igual que Nerea ha especulado sobre la sexualidad de Mamadou. Nos rasgamos mucho las vestiduras, pero hay cosas que pasan inadvertidas y no sé muy bien por qué. Los novios que le faltan a las de Jerez de la Frontera le sobran a la jaula de los pájaros. Ahora casi todo el mundo quiere entrar mañana en la pajarera para vivir toda una semana. Diego dice que si se salva intentará convertirse en pájaro junto a Raúl. Esta modalidad de elegir compañía es nueva. Mucha casualidad sería que fueran a entrar juntos, pero podría ser si se adelanta Diego, opta a ello Raúl y el primero elige al segundo.
Jonay también ha dicho que quiere ser pájaro durante siete días. Y Mamadou confía en ser el primero en levantarse para asegurarse comer alpiste a partir del viernes. Contrasta esta alta demanda con lo sucedido el pasado jueves, ya que solamente se levantaron Patricia y Paula cuando Jorge Javier Vázquez pedía candidatos. Digo más, en principio solo lo hizo la primera pues su actual compañera plumífera se lo pensó un poco más. Ahora hasta Lorena se plantea ponerse ese incómodo disfraz. La inmunidad en las próximas nominaciones es un caramelito que algunos no quisieran dejar escapar.
Hablando de novios, Quili estaba interesado este lunes en saber qué haría Paula si por alguna razón termina no casándose con su novio. La respuesta de esta, no sé si del todo previsible, fue que entonces decidiría casarse con Dios y hacer votos religiosos. O sea, se metería a monja. Quili insistía si no se plantea la posibilidad de rehacer su vida con otro hombre, lo cual descartaba ella. Diría que a Quili se le quedó cara de decepción. Me falta saber si porque eso anula toda posibilidad de formar parte de la primera pareja de ondas convicciones religiosas que se forma en Gran Hermano, o tal vez porque realmente albergaba la posibilidad de hacer pareja con Paula en un futuro.

Moleskine del gato
Por el momento he visto al menos tres concursantes que no mantienen su palabra de dar una segunda oportunidad a Aroa. Íñigo es uno de ellos y, al menos, nunca aseguró que no la fuera a nominar esta semana. Sí lo hicieron Jonay y Lorena, pero ambos aseguraban ayer que Aroa recibiría algunos de sus votos mañana. Lorena también ha cambiado de opinión, lo cual es una opción y en su derecho está de hacerlo. Por su parte, Íñigo asegura que le va a meter sus tres puntos (dos a Joon y uno a Desi). Edurne, sin embargo, no tocará a Desi, pero sí a Rocío. Esta concursante es motivo de debate entre el grupo que le es menos afín. Mientras Almudena cree que cae en gracia, Edurne no piensa lo mismo y le parece que es “más mala que el veneno”. En esto último no me meto, pero en lo de caer en gracia tengo claro que está más acertada Almudena.
Dice Edurne que Aroa tiene un olor desagradable. "Peor que un hombre", afirma. ¿Peor que un hombre? No entiendo. Luego será de las que haga odas a decir las cosas a la cara. Igual si le dice discretamente que arregle lo de su sobaquina se habría evitado un comentario tan feo. Si me dan a elegir entre dos cosas desagradables, el supuesto mal olor de Aroa o el lamentable comentario de Edurne, prefiero lo primero.
Y termino ya con una pregunta: ¿No se meten a la vez demasiados en el jacuzzi? Me está pareciendo un poco como la línea 5 del metro de Madrid en las horas más tempranas de la mañana. Diría que está pensando para tres o cuatro personas, a lo sumo, y he llegado a contar siete, no sé si más. Parecen sardinas en lata.


