Algunos pretenden institucionalizar la distribución desigual de la comida
Esconder leche u otro alimento genera una sociedad estratificada, donde unos pocos tienen acceso privilegiado a recursos vedados para la mayoría. José Manuel es el principal responsable de estas dinámicas de poder.
Con la excusa de preservar la leche y que todos tuvieran su (pequeña) ración diaria, José Manuel, Jonay y Edurne decidieron esconder varios cartones de leche, un hecho del que Almudena era conocedora. Digo que es una excusa porque ya se vio cuando Almudena le reprocha a José Manuel que hubiera dado leche a Aroa. Las cosas sucedieron en una cadena que empieza por Íñigo descubriendo parte de la leche escondida y, por tanto, sirviéndose. Aroa vio a Íñigo y se sirvió también. Cuando Almudena abronca a José Manuel por lo de Aroa aquel responde: “Pero, ¿cómo le voy a dar yo leche a esa?”. Esa es Aroa, que se puso leche en el café porque descubrió haciendo lo mismo a Íñigo, quien a saber cómo se encontró la leche escondida. Antes habían descubierto leche escondida Patricia y Lorena, requisando para ellas un cartón ya abierto.
Si hubieran querido distribuir la leche de forma igualitaria todos habrían bebido, no solo unos cuantos. Si así fue es porque querían asegurarse de tomar leche ellos y a los demás que los zurzan. Como suele suceder, quien m ás protesta por el consumo irresponsable de productos de la despensa es, precisamente, quien más derrocha preparándose sándwich con tres lonchas de pavo y más cosas o se carga bien de leche la taza con café. Esto genera una sociedad estratificada, donde unos pocos tienen acceso privilegiado a recursos vedados para la mayoría.
Llegó el segundo gran error en la cocina
El problema es que algunos están logrando que la distribución desigual de recursos en la casa esté ya institucionalizada. José Manuel es el principal responsable de estas dinámicas de poder al haber conseguido desde el principio el control de la cocina y, por tanto, de la despensa (o almacén de víveres). Jonay también se ha asignado el papel de controlador. Edurne, por su parte, está ahora muy pegada a Jonay, lo cual ha podido influir en que participara de este secreto, que ha dejado de serlo enseguida.
Tan pronto como ha llegado el segundo gran error con la comida que cometen habitualmente los concursantes se acabó el secreto de la leche. Del primer error ya hablé en un vídeo del moleskine y se trata de repartir la comida. En realidad, este episodio de la leche aúna ambos errores porque primero escondieron la leche y luego la repartieron, con el agravante de hacerlo solo entre unos pocos elegidos, la minioligarquía que ansía tener el control para asegurarse su propio abastecimiento.
Aparte de ocultar al grupo que habían escondido comida, el sábado se hacían los remolones sobre el tema. Edurne disimuló con tanto empeño que hasta pareció enterarse en ese momento del plan de esconder comida cuando fue una de las cabecillas. La discusión del grupo que generó el descubrimiento de este plan duró casi dos horas el sábado y ha tenido bastante eco posterior. Casi peor que esconder la leche me parece que oculten el principal motivo enmascarándolo con esa pantomima de que querían que todos tuvieran leche cada mañana. Caso de querer eso que dicen hubieran obrado de otro modo.
Hay ejemplo de lo que digo en una edición anterior de Gran Hermano donde fueron capaces de racionar un bien personal con las mejores intenciones. Entonces todavía se podía fumar y para que determinado concursante no se quedase sin tabaco uno de sus afines en la casa le custodiaba los cigarrillos. Se los iba racionando con el fin de que no le faltase ni un solo día en la semana, de manera que no pudiera decir nunca eso de Juncal, personaje televisivo interpretado por Francisco Rabal que representaba ser un viejo torero retirado. Como expresión máxima de tristeza y extrema necesidad decía: “Que estoy sin tabaco”. Así, como queriendo dar pena. El caso de este ejemplo valdría a nuestros concursantes actuales para saber cómo garantizar que no pasase un solo día sin que todos tuvieran una ración de leche.
Lo dijo con claridad meridiana Quili: “En un principio la intención era buena porque pretendían guardar leche con el fin de que hubiera para todos, pero al final unos pocos se han beneficiado bebiendo más que los otros”. Blanco y en botella, nunca mejor dicho. No obstante, antes había descubierto el pastel Edurne sin querer afirmando que no lo compartieron con más compañeros, mucho menos con todos, porque “la gente” se hace tazones enormes a cualquier hora del día. Estaba reconociendo abiertamente que no tenían intención de compartirlo con todos. Imposible decirlo más claro. Si se restringe el consumo de leche a esa élite interna comandada por José Manuel y Jonay tardará más en acabarse. Es impepinable.
Íñigo y Patricia, una enemistad no explicada
Supongo que es solo cuestión de piel porque la enemistad declarada entre Íñigo y Patricia no ha sido justificada ni explicada por los propios protagonistas. Los odios africanos de Íñigo le llevan a expresarse con singular dureza y, sorprendentemente, consigue que nadie le plante cara pidiéndole que se modere un poco. A Patricia le dijo al comienzo de la discusión sobre la leche lo siguiente, entre otras cosas: “He visto la mierda de persona que eres y no me interesa hablar contigo”. Parecido discurso al de Raúl anoche nominando a esta misma compañera. “Ni la he conocido, ni creo que lo haga porque no me interesa nada conocerla”, afirmaba Raúl justificando su punto para Patricia cerrando las nominaciones.
Raúl se ha desplazado sutilmente desde el grupo de Aroa, Mamadou, Quili y compañía para pasar gran parte del tiempo con Íñigo, Jonay y José Manuel. Esto explica que fuera salvado por estos tres compañeros (y Edurne) el jueves pasado. Con todo, Raúl solo coincidió con Íñigo nominando a Patricia y a Joon porque los otros dos dispararon en distinta dirección. Se cuidó muy mucho Raúl de traicionar a quienes habían sido sus amigos hasta ahora, no dando un solo punto a ninguno de ellos. Pero lo relativo a las nominaciones vendrá enseguida.
Del conflicto entre Patricia e Íñigo me llamó particularmente la atención que este la juzgase con tanta dureza para después censurar que ella lo criticase cuando no lo conoce de nada. De manera que Patricia no conoce a Íñigo, razón por la cual no debería opinar sobre sus actitudes, pero él si la conocer bien y por eso puede decir todas las barbaridades que se le pasen por la cabeza sobre ella. Es la ley del embudo, solo que al otro en lugar del lado más pequeño se le reserva un tubo obstruido y sin salida.
Salió Lorena
Que Lorena levantase la voz por primera vez este fin de semana no equivale a despertar. Yo creo que sigue en fase REM y esa es la principal razón por la que ha sido expulsada. Su reacción ante el egoísmo de Almudena o los desmanes (igual de egoístas) en la gestión de la despensa no hubieran existido sin ir de la mano de Patricia. Se convirtieron en uña y dedo, lo cual la hizo envalentonarse un poco. Su reacción contra Almudena me pareció algo tardía. Ella es igualmente responsable de que se salvase de salir a la palestra porque aceptó dispensar a su compañera un trato de favor que estaba de su mano evitar. En cuanto al intento de lavar la imagen de Almudena diciendo que hizo lo debido creo que hay alguna confusión.
Claro que Almudena está en su derecho de intentar evitar sentarse en la sala de expulsión. No hay nada que reprocharla al respecto, a pesar de todo lo dicho por Patricia y Lorena. Solo que es una torpeza porque la audiencia sanciona actitudes cobardes y egoístas como la suya el jueves pasado. Almudena jugó muy mal y lo puede lamentar este mismo jueves. Le diría eso de “prepárate, que sales”. Eso sí, lo suyo no es censurable, pero tampoco hay razón para que llame “traidora” a Patricia. Esta contestó: “Prefiero ser traidora que cobarde”.
Observatorio de nominaciones
Por sorteo cuatro concursantes (Rocío, José Manuel, Edurne y Desi) nominaron en la privacidad de la sala de confesiones y el resto a la cara en la flamante sala de pruebas. Así fueron las nominaciones en privado:
Rocío > Aroa (1), Patri (2) y Almudena (3)
José Manuel > Belén (1), Mamadou (2) y Paula (3)
Edurne > Quili (1), Paula (2) y Patricia (3)
Desi > Belén (1), Almudena (2) y Patricia (3)
Y las nominaciones a la cara transcurrieron así:
Cristian > Raúl (1), Aroa (2) y Almudena (3)
Patricia > Raúl (1), Íñigo (2) y Almudena (3)
Jonay > Mamadou (1), Quili (2) y Paula (3)
Mamadou > Íñigo (1), Jonay (2) y José Manuel (3)
Quili > Joon (1), Patricia (2) y Jonay (3)
Belén > Almudena (1), Jonay (2) y José Manuel (3)
Aroa > Patricia (1), Cristian (2) y José Manuel (3)
Almudena > Joon (1), Cristian (2) y Patricia (3)
Paula > Joon (1), José Manuel (2) y Jonay (3)
Joon > Almudena (1), Mamadou (2) y Paula (3)
Íñigo > Cristian (1), Joon (2) y Patricia (3)
Raúl > Patricia (1), Joon (2) y Cristian (3)
Los nominados son: Patricia (18), Almudena (13), José Manuel (11) y Paula (11). Ya he dicho que veo peligrar a Almudena. Los llantos por su error del jueves presagiaban que sería muy nominada por ello y, muy posiblemente, la próxima expulsada, aunque tal vez lo merezca más José Manuel. Sería una necesaria curita de humildad para él y Jonay, al menos.
Moleskine del gato
No superaron la prueba por haber cometido innumerables fallos. Uno de ellos fue la manera de bajar la escalera. Por cierto, las imágenes mostraron prácticamente a todos cometiendo ese fallo. También a Jonay. ¿Se nominará a sí mismo por ello?
Cuando media casa comenta el posible tonteo entre Cristian y Patricia, esta sorprendía el otro día afirmando que de liarse con alguien en la casa sería Edurne la elegida. Cosas como esta me convencen de que Patricia no debe salir todavía. Además, ha dado la batalla como nadie contra la minioligarquía de la cocina.
Mientras los demás discuten sobre el reparto de leche, Desi va por libre y demuestra ser la más práctica. Esta concursante, aparentemente alérgica a las discusiones (veremos cuando le toque el tema a ella personalmente) corta el pelo a quien quiera a cambio de fruta o galletas. En lugar de pelear prefiere comprar comida a los demás.
Aunque Joon no nominase anoche a Íñigo (este le dio dos puntos) tiene una opinión demoledora sobre él. Aparte de decirle a Patricia que lo llame Voldemort, de nuevo me pareció intachable su análisis cuando explicaba a Rocío y Desi lo siguiente: “Con él (Íñigo) me siento en peligro por sus cambios de humor [...] Es muy agresivo en su manera de expresarse [...] Construye castillos de arena que luego pisa”. Soy muy fan.
Es de agradecer que en estas nominaciones no hubiera ningún factor añadido que modificase lo decidido por los concursantes en sus nominaciones. Ni nominado salvado, ni añadido, ni intercambio, ni inmunidad, ni nada de eso. Además, todos tuvieron los mismos puntos para nominar y hasta decidió el azar el orden en que los daba cada uno. Lo que vendría a ser unas nominaciones como es debido. Entiendo que no nominan todos en el ‘confe’ poque siendo tantos se demoraría demasiado el proceso. Habrá que esperar para que sea del todo perfecto.
