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Pretenden que Aroa dude de sus afines y reniegue de ellos

No parece que Aroa vaya a ceder a las presiones de parte de la casa para que dude y se aparte de las personas a las que más afín es. De momento, les ha reunido para contárselo y todo indica que las presiones van a continuar.

Aroa con Quili, Paula y Mamadou en la cabaña. telecinco.es

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Aroa lleva días aguantando que algunas personas en la casa pretendan hacerle dudar de sus afines. Anoche decidió reunir a Mamadou, Quili y Paula para ponerles en aviso. Luego se les unió Belén, aunque en este caso tengo dudas de si ella es afín al grupo tanto como el grupo lo es a ella. Las advertencias reveladas por Aroa dan cuenta de la presión a la que la han estado sometiendo Jonay, Íñigo o Edurne. Con José Manuel apenas tiene relación y sospecho que le cae peor que el resto. Aroa afirma que se lleva bien con todos, lo cual no significa ceder a las presiones contra el grupo. Todo parece indicar que las presiones a Aroa van a continuar. La única solución para cortarlo de cuajo es seguir la recomendación de Quili y cuando le hablen de él (igual que de cualquiera de los otros del grupo) pedirles que esperen un momento, ir a buscarle y así se lo podrán decir a la cara. No lo hará y eso es bueno por dos razones: pensando en nosotros porque así no nos priva de asistir al juego siempre ruin de intentar separar a personas que se llevan bien, por parte de la propia Aroa porque si sigue hablando con la otra parte continuará teniendo una información privilegiada y útil, especialmente para los componentes de su grupo.

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Aroa empezó haciendo cómplice a Quili contándole algunas de las cosas que desde el otro grupo le van soltando de manera más o menos sutil. Luego vino Mamadou avisando de que la cabaña estaba libre y allá se fueron. Por cierto, la pajarera no ha sido sustituida por una pecera (como le dicen por ahí). Separándose un poco de la zoología en la casa llaman a ese nuevo espacio la cabaña, y me parece muy acertado. Allí fue especificando un poco los argumentos con los que pretenden conseguir que Aroa se vaya despegando de ellos. Mientras Quili y Mamadou reían Paula se lo tomaba más por la tremenda y prefería cerrar ese apartado diciendo cosas bonitas a cada uno de sus compañeros por si mañana se tiene que ir.

No todo lo que le dicen a Aroa es mentira por completo. Es cierto que cuando fue supuestamente expulsada algunos de sus amigos recogieron cable en alguna medida. Interpreté entonces que pretendían disociar su imagen de la de Aroa de cara al resto de compañeros y, por supuesto, de la audiencia. Pensándolo bien es humano, se trata de un acto de pura supervivencia, el temor a ser arrastrado por la mala fama de otro, por muy convencidos que estén de que es injusto y no compartan las razones por las que fue expulsada. Otra cosa es que Jonay haga interpretaciones como esta: “Yo creo que tu grupo no te va a nominar por miedo, no porque sean fieles. Tienes que darte cuenta de ello y de las cosas que hablas con ellos. Aquí son tus compañeros, y nada más. Si pueden echarte el jueves te van a echar y si te tienen que nominar lo van a hacer”. Aroa no lo comparte, por suerte.

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Íñigo cree que Edurne es la persona con la que más discute

Edurne me parece Santa Edurne cuando la veo discutir con Íñigo. Me parece un ejercicio de riesgo, por lo que personalmente preferiría darme con una piedra en la cabeza veinte veces antes de tener que discutir con alguien tan cerril y zafio como este concursante. Si lo será que Edurne choca con él y Aroa le llegaba a recomendar ayer que hablase con más tacto. Pero no sabe lo que es eso. En la última discusión Íñigo elevó algo más el tono y también transcurrió en la cabaña, que está empezando a revelarse como el lugar más mágico de esta nueva casa, reemplazando otros como el vestidor o la lavandería, muy frecuentados en otras ediciones como refugio para las más trascendentes confidencias.

El motivo de la discusión no fue otro que la constante crítica a todos los demás a la que nos tiene acostumbrados Íñigo. Sus palabras son a menudo de desprecio al otro, considerando que todos son peores que él mismo. Esto se acentúa si habla de las pruebas, cuando da a entender que los fallos de prueba son por los demás y en ningún caso por él. Ayer se ponía la venda antes de la herida y presuponía que habrá fallos en una prueba que parece lo más sencillo del mundo. En el plasma del salón aparecen las fotos y nombres de los siguientes en participar. Solo tienen que dar a un pulsador cuando queden entre dos y cero segundos para terminar la cuenta y apuntar mentalmente un número que irán sumando secuencialmente. Al final les preguntarán el resultando y solo tienen un margen de error de 50 números.

Edurne le dijo lo que pensamos muchos, que con las pruebas se pone intratable, añado yo que sin prueba es casi igual. Íñigo defendió que puede hablar de una prueba como esta porque tiene una carrera de ciencias, lo cual hizo que ella estallase. Al final terminó uno amenazando con tirarle un kiwi y la otra advirtiendo que si lo hacía le daría un bofetón ”que no vas a querer dos”. La imagen de la fruta volando y detrás la mano de Edurne no puedo ponerla porque no pasó ninguna de las dos cosas, por suerte.

Íñigo se justificaba de este modo: “Yo me estaba refiriendo a que como tengo la carrera puedo ayudar más en este tipo de pruebas, en ningún momento infravaloré a las personas que no la tienen ni nada”. Su pretensión puede ser inferir la idea de que Edurne confunde la parte por el todo o simplemente que está siempre a la defensiva. No es muy diferente a lo que le pasó con Paula cuando esta afirmaba que su grupo no había dejado de la mano a Patricia en ningún momento y Edurne entendió que estaba atacando al otro grupo. Que unos hayan prestado apoyo a Patricia no significa que otros la abandonasen a su suerte, de igual modo que Íñigo dándose valor por haber hecho una carrera de ciencias no significa que desmerezca a quienes no tengan estudios.

Puede parecer que estoy defendiendo a Íñigo y no diré yo lo contrario. Ahora bien, negaré haberlo hecho. Para compensar diré que tenía razón Edurne en un punto: no hace falta ser ingeniero para hacer una prueba que consiste en sumar a una cifra números de un solo dígito. El problema de Íñigo no es tanto que proteste sin descanso y haga siempre de menos a quienes le rodean, que ya es cansino y poco edificante de por sí. Lo peor es que lo haga de forma tan despectiva y arrogante. No fue está la única discusión del día porque poco antes de dormir y ya tendidos en la cama lo volvieron a hacer. Íñigo necesita el apoyo de Edurne, no tener razón. Pero no parece esforzarse por merecer un incondicional apoyo.

Cuando Aroa, presente en el momento que estallaron Edurne y Íñigo tras descubrir la nueva prueba, le dijo a este último que debería decir las cosas con más suavidad recibió la siguiente respuesta: “Estoy harto de las frases de taza”. No creo que la de Aroa lo fuera, pero el caso es desmerecer a quien sea. Y eso que estoy de acuerdo en detestar esas tazas (¿segunda vez que coincido con Íñigo? ¿qué me pasa, doctor?). Sus creadores (ahora en problemas económicos, lamentablemente) no se dieron cuenta de que la gente prefiere una taza que diga “cállate la boca, tontolaba” antes de una con “aprovecha que el día te sonríe”.

¿Por qué no ayudan a Patricia de verdad?

Si hubiera alguien realmente interesado en ayudar a Patricia le contaría a Almudena el origen del malentendido habido con ella. Lo propongo con categoría de intentiva, porque para mí tengo que Almudena no creerá lo que le digan. Me llama especialmente la atención que no se lo cuente Cristian, quien descubrió a Patricia el malentendido de despertar meado en la cama y el novio de 24 años que dejó a Almudena poco antes de comenzar Gran Hermano. Hubiera esperado que aprovechase alguna conversación con Almudena para contarle esto y ver si así facilita la reconciliación entre estas dos concursantes.

No quiero ser malpensado, pero opino que Cristian puede no estar interesado en que se reconcilien Patricia y Almudena. En definitiva son dos de las nominadas de esta noche y no parece tener especial debilidad ni por una ni por otra. Cristian prometió ayer contar su estrategia en este concurso cuando salga de la casa. Visto desde fuera parece que sea hacerse el bueno con todos y todo el rato. Durante unos días llegué a pensar que igual era así realmente. Ahora vuelvo a dudar de Cristian, entre otras cosas porque ayer tuvo una larga conversación con Almudena, hablaron largo y tendido sobre su conflicto con Patricia, y no se refirió al malentendido que él mismo contribuyó a descubrir.

No solo Íñigo amenaza con cosas como tirar kiwis. Almudena lleva días mostrando una violencia verbal inusitada. Ya van varias veces que habla de agredir a su enemiga. Por mucho que parezca un simple envalentonamiento (en el vídeo del Moleskine de hoy digo “envalentamiento”, o algo así, mis disculpas por trabarme con esta palabra), lo cierto es que no resulta agradable escuchar a un concursante lo que supuestamente haría con otro si estuvieran ambos en la calle. Quiero pensar que se trata de pura ensoñación y no responde a ninguna realidad.

Moleskine del gato

No se lleven a engaño con la foto de aquí debajo. Si quisiera hacer clickbait la hubiera puesto como apertura de este escrito con un titular equívoco que pudiera sugerir el inicio de algo serio entre Desi y Cristian. La realidad es que estaban en pleno juego de ver quién mantiene la mirada. No sabría decir el ganador porque mi yo carpetero se quedó mirando el abrazo con poco disimulado embeleso.

Esta noche tenemos una fiesta donde los dos eventos semanales más importantes de Gran Hermano me despiertan gran interés. Me refiero a la expulsión y una ronda de nominaciones que puede ser muy jugosa. De las nominaciones y la expulsión hablo también en el vídeo de hoy. Lo primero es el reto de los concursantes y lo segundo el de los espectadores, o sea, el nuestro. A ver si cumplimos todos con lo que se espera.

[Todas las imágenes de este texto han sido capturadas por el autor]