El premio del juego de recompensa estaba muy rico pero tenía sus inconvenientes. El pollo que se podían comer estaba colgado de una cuerda y los supervivientes, por parejas, tenían que turnarse para comérselo durante un minuto de tiempo. Nuestros supervivientes no han podido rebañar el pollo, pero las risas están aseguradas, ¡No te lo pierdas!