Daniela se reencuentra con sus hermanas en pleno proceso de reasignación de género: "Aceptarme como soy"

Daniela creció en un pueblo de Málaga en el que no estaba bien visto su condición sexual
Por su situación y su posterior adicción a las drogas, Daniela sintió el rechazo de sus dos hermanas, Janet y Estefanía
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La de Daniela es la historia de un rechazo y tres hermanas distanciadas. Alameda, en Málaga, a finales de los años 80 es el lugar donde Daniela crece en compañía de sus dos hermanas, Janet y Estefanía.
Con el paso de los años, cuando ya es una adolescente, Daniela (que por entonces se llamaba Daniel) comienza a darse cuenta de que hay algo distinto en ella. Con 18 años, y tras pasar una temporada en Mallorca haciendo el Servicio Militar, Daniela descubre que le gustan los chicos y que siente que algo no está bien con su cuerpo.
Tras unos años en los que llega a tocar fondo, Daniela descubre con 41 años que sufre un trastorno de identidad de género y que necesita comenzar un proceso en el que aún hoy se encuentra inmersa. Daniela atravesará por un periodo de drogadicción en el que se separará de su familia, incluidas de sus hermanas.
La última vez que Daniela vio a su familia fue cuando su padre estaba enfermo y recibió por parte de sus hermanas una advertencia que no esperaba: “Si decides venir a ver a papá que sea lo más masculino posible, no queremos que empeore”.
Ahora, en uno de los momentos más complicados de su vida, Daniela necesita reencontrarse con sus dos hermanas y recuperar la relación con ellas.

