Los colaboradores de 'Vamos a ver' cuentan lo peor que han comido en una cita: "Una paella que no había por dónde cogerla"

Si algo puede arruinar una cena, no es siempre el menú: a veces es la persona que tienes al lado. Pero, por las dudas, mejor que el plato tampoco sea un desastre. Nos pusimos en modo confesionario gourmet y les preguntamos a las colaboradoras de 'Vamos a ver' por ese plato infame que les tocó soportar en una cita o reunión con amigos.

Alexia Rivas lo tiene claro. Para ella, el gran error de una cita nunca está en el menú, sino al elegir con quién compartir. “En una cita, lo peor que te puede pasar no es la comida, es la compañía”, aseguró con firmeza. "Como te toque una compañía fastidiada, da igual estar comiendo las mejores ostras". Vamos, que si el plan es cenar con alguien que bosteza entre plato y plato o se pasa toda la velada hablando de su ex, ni el chef más premiado del mundo puede salvar la noche.

Cuando la paella se convierte en traición

Giovanna González Pérez todavía recuerda con dolor aquella paella que le prometieron como “la mejor del mundo”. La expectativa estaba alta. Quizás demasiado. “No había por dónde cogerla”, dijo entre risas, aunque con una pizca de decepción que todavía no se le va. “Fue un fracaso total”, admitió. De esos que te hacen dudar de la amistad o, al menos, de volver a aceptar una invitación a su casa.

Gusanos para comer… y no quejarse

Pero si hay alguien en el plató que ha comido cosas realmente extremas, esa es Marta López. Su paso por 'Supervivientes' la amaestró en el arte de tragar lo intragable. “Yo tengo un piquito… me comía los gusanos en 'Supervivientes', no le hago asco a muchas cosas”, contó.

Claro que, como ella misma reconoce, una cosa es la isla y otra es tu casa. “En la isla te lo tenías que comer, pero aquí, cuando algo no te gusta, no te lo comes”, afirmó con total lógica. Porque una cosa es sobrevivir a base de insectos y otra muy distinta es tragarte una ensaladilla rusa con mayonesa caliente en una cena. Y de buen comer, Marta sabe. Hace unos días contó en exclusiva para esta web que la mejor comida de su vida se la preparó su padre, que era chef. Dale play al vídeo y descubre el plato.

Aunque el refrán diga que "a barriga llena, corazón contento", nuestros colaboradores nos demostraron que eso no siempre es así. Eso sí, entre risas y recuerdos, quedó claro que las peores comidas muchas veces terminan siendo las mejores anécdotas. O al menos las más sabrosas para contar frente a una cámara.

"Horrible, sabía fatal": La calle opina sobre el peor plato de sus vidas, desde albóndigas de postre hasta una tortilla desastrosa

Si bien comer afuera es uno de los grandes placeres de la vida, llevarse una decepción no es solo cosa de los famosos. Salimos a la calle a preguntar cuál fue la peor experiencia gastronómica que tuvieron en un restaurante, y las respuestas no defraudaron: desde un menú íntegro de albóndigas —incluido el postre— hasta bocatas muy pobres de lonchas de jamón. Dale play al vídeo y descubre las aventuras gastronómicas de los españoles.