Antes de enamorar a Yola Berrocal, Sergio Ayala luchó por una mítica tronista en 'MyH'

Yola Berrocal sorprendió en ‘La Casa Fuerte’ hace unos días al revelar que mantiene una relación sentimental con Sergio Ayala, un viejo conocido por todos los espectadores de ‘GH VIP’ y de ‘Mujeres y hombres y viceversa’.

Hay que recordar que, antes de enamorar a Ivonne Reyes en la casa más vigilada de Guadalix de la Sierra, el exconcejal de Medina del Campo debutó en Telecinco como pretendiente de Ruth Basauri en el año 2015, donde intentó hacer que la vasca se olvidara de Manu Lombardo.

El ex de Ivonne Reyes y actual pareja de Yola Berrocal bajó las escaleras de ‘MyHyV’ por primera vez en septiembre de 2015 y lo hizo justo el día en que Ruth Basauri se estrenaba como tronista, tras su batacazo en la final de Manu Lombardo.

Ella aún estaba herida, pero él no tenía dudas de que iba a luchar por ella hasta el final. Sergio Ayala tenía 24 años por aquel entonces, llegaba de Medina del Campo, vestido de rojo y dispuesto a darlo todo por su tronista.

Explicó que estudiaba para ser policía y que trabajaba en el mundo de la hostelería. De Ruth Basauri le había llamado la atención que era “una chica sencilla, sincera y, además, guapísima”, unas características que también podría haber encontrado ahora en Yola Berrocal.

No necesitaron mucho Ruth Basauri y Sergio Ayala para estar de lo más a gusto en su primer encuentro. Ambos se citaron en un bar y allí se dejaron llevar en una conversación en la que hablaron de Manu Lombardo y de lo mucho que se iba a esforzar él por hacer que su tronista se olvidara de él.

En la cita contaron alguna otra confidencia, bailaron y hasta tuvieron diez minutos sin cámaras para dejarse llevar con más naturalidad: “Sergio puede ser un candidato muy bueno para poder sacarme a Manu de la cabeza”, dijo Ruth tras su encuentro.

Después de aquella cita, Sergio Ayala estuvo algunas semanas más como pretendiente, hasta que un día Ruth Basauri decidió expulsarlo. El romance de idas y venidas con Iván González hacía que la tronista no tuviera ojos para nadie más y por ello prefirió no hacerle perder el tiempo.