Mario Mendoza se ve obligado a sacrificar uno de sus hombres para que sus intenciones no sean descubiertas

  • Germán Arteaga pone al abogado en una difícil tesitura

Nemo, Ferro, Mario y Celso idean un plan para acabar con los Arteaga. Juntos tratan de que los colombianos pillen a los mexicanos con un gran alijo de cocaína. "Tiré los fardos al mar con una boya, luego los pesqué y los dejé en tu taller para que los descubrieran los colombianos", confiesa Celso a Germán Arteaga tras ser descubierto.

"No tengo nada que ver con este hombre", asegura Mario Mendoza haciendo creer a Germán que está de su parte. "Este hombre vale mucho más vivo que muerto", añade intentando salvar la vida de su amigo. "No lo voy a matar yo, lo vas a hacer tú, tienes 10 segundos, sino quedará más de un cadáver tirado en el piso", le amenazó el mexicano comenzando la cuenta atrás.

Lleno de dudas, Mario sujeta su pistola y apunta a la cabeza de su socio y amigo.