Antonio Sánchez es sepulturero en el cementerio de San Justo en Madrid, donde han estado desbordados con los entierros de personas fallecidas por el COVID-19, con más de diez entierros al día.
Además, nos ha contado que es especialmente duro ya que las familias no pueden asistir y han ideado un método para que pueda estar, al menos virtualmente. Tienen un canal en streaming, les mandan el enlace a los familiares y, así, pueden despedirse de alguna manera.
Dos operarios graban el entierro y la familia puede seguirlo para darle el último adiós de forma totalmente privada.