El juez Castro esperaba a la Infanta con una imputación por un delito de blanqueo de capitales y fraude fiscal. A las 8.20 horas de la mañana, llegó a Palma. Escoltada por la Guardia Civil, fue traslada a los juzgados. La Infanta Cristina llegó sonriente. 13 pasos duró su recorrido entre el coche y la puerta del juzgado. Saludó a los funcionarios, a los policías y a la prensa con un 'buenos días'.
Durante uno de los recesos, Manuel Delgado, abogado de la acusación popular, desveló que no contestaba nada. "Responde con evasivas", aseguraba Delgado. A las 18.12 horas, la Infanta salió del juzgado. Sonriente. Sin pronunciarse. Sí se pronunciaron sus abogados. Satisfechos.
Las respuestas de la Infanta Cristina
"No sé. No conozco. No recuerdo y no me consta". Son las frases que más ha repetido la Infanta Cristina. Hasta 50 facturas le ha mostrado el juez Castro. La Infanta no recordaba haber hecho un curso de salsa pero sí uno de flamenco.
"Esta batalla la ha ganado la Infanta"
La periodista Mariángel Alcazar ha relatado sus impresiones tras la declaración de la Infanta. "Las personas que defienden la teoría de la Infanta han salido satisfechos mientras que las acusaciones particulares han salido menos satisfechas", explicaba antes de asegurar que "esta batalla la ha ganado la Infanta".
Mala relación con el Príncipe
Mariángel Alcazar ha asegurado que las relaciones de la Infanta Cristina con su hermano no eran buenas. "La Infanta tenía dolor porque no hablaba con su hermano. No es que estuviesen deterioradas las relaciones, es que estaban rotas", cuenta Mariángel Alcazar que sabe que el abogado de la defensa Miquel Roca ha mediado para que las relaciones vuelvan a restablecerse. Sin embargo, tras la declaración cree que el Príncipe sí va a estar al lado de su hermana.