Melanie: "Me di cuenta que era una mujer maltratada cuando me vi en el hospital"

telecinco.es 17/09/2014 01:22

Melanie tenía 23 años y tres hijos fruto de otra relación anterior, conoció a Pepe y al cabo de muy poco tiempo comenzaron su relación. "Él tenía 27 años cuando yo lo conocí, no le presté mucha atención hasta que llegó a la cafetería y me pidió un café", ha contado. Para ella era casi un sueño lo que estaba viviendo y rápidamente se enamoró de Pepe, "me sorprendió muchísimo que se fijara en mí", ha continuado.

Los primeros signos de maltrato comenzaron muy pronto, Melanie fue a Granada para comprarle un regalo a Pepe, pero él estuvo llamándola sin parar y como no la encontraba se puso muy nervioso en cuento que la vio, incluso llegó a oler su ropa para ver si había estado con alguien. Más tarde decidieron irse a vivir juntos y ahí fue cuando Melanie protagonizó su primer maltrato. "Me sentí indefensa, me sentí traicionada, el primer sentimiento que a mí me dio fue de vergüenza, me dio vergüenza que a mí esa persona que tanto me amaba que tanto me quería, que tanto me cuidaba, me hubiera tenido que pegar. Aquel día ya se perdió el respeto. Pase de ser su reina, a ser la mujer que tenía que pegarle dos guantazos para que me callara y empecé a pensar que no tenía que haberle reprochado nada", ha relatado. Pero esa vez no iba a ser la única.

Poco más tarde decidieron tener un hijo juntos y ella se quedó embarazada. Las siguientes veces siempre había una excusa, una justificación y después llegaría el perdón. "Me dijo que era violento cuando bebía y él me pidió ayuda", ha explicado. "Él se pone como víctima y Melanie lo ve como que ella es la solución, soy la salvadora, le voy a ayudar, ha caído en la trampa nuevamente", ha explicado Victoria Trabazo, psicóloga forense y experta en violencia de género. Según la experta, nunca se debe justificar el comportamiento del agresor. Además, la familia y el entorno tienen un papel importantísimo, "tienen que entender qué le pasa a la víctima, ponerse en su lugar, entender bien por qué no se puede separarse, por qué no puede denunciarlo. Desde fuera parece todo fácil tomar la decisión pero desde dentro no es nada fácil", ha continuado explicando.

Pero la violencia física no es la peor, la psicológica duele más. "La violencia psicología es más sutil, es sin duda más difícil de demostrar en un juzgado pero muchas veces su secuelas son más dañinas que los golpes físicos", ha afirmado Roberto Arce. Melanie durante esos dos años y cinco meses que estuvo al lado de Pepe pensó en muchas locuras, "no tenía ganas de vivir". "Los insultos las burlas, las palabras de desprecio eso es lo que más duele, eso lo que mas le duele a Melanie. Y eso es lo que hace que su concepto de mujer, es decir, su autoestima se vaya poco a poco deteriorando", ha explicado la psicóloga forense y experta en violencia de género.

Melanie decidió terminar su relación con Pepe pero él no se lo iba a poner nada fácil, la seguía, la acosaba, la esperaba en la puerta de su casa... hasta que el 1 de octubre de 2007 fue víctima de su última agresión. Pepe intentó asesinarla con un martillo después de embestirla con el coche. "No sabía lo que me estaba pasando, yo sentía mucho dolor, sentí cómo crujió el cráneo, sentí que me estaba haciendo daño, sentí que me salía sangre, yo sentí que me dolía mucho la cabeza, que se me iba la vida...", ha relatado Melanie.

A pesar de todo y de darse cuenta de todo lo que había ocurrido, "al borde de la muerte pensé en no decir su nombre para que no le metieran en el calabozo y para no hacerle daño".

El 3 de julio de 2009 la justicia condenó al agresor por diferentes delitos de malos tratos, violencia física y psíquica habitual y también asesinato en grado de tentativa a la pena de 16 años y 4 meses de cárcel.