Después de la denuncia y la orden de alejamiento, Deborah pasó un tiempo con su hermana, "estuve con ansiolíticos porque tenia muchas pesadillas y porque me quería morir solo quería dormir, no quería vivir lo que estaba viviendo, no quería sentirme como me estaba sintiendo… no quería esa orden de protección, me arrepentí todo, entonces empecé a sentirme muy culpable por todo lo que le estaba haciendo", ha explicado.