Diferentes tipos de becarios

ELENA A. GARCÍA 14/03/2008 17:03

Becario vago: Su principal trabajo es cumplir al pie de la letra 'la ley del mínimo esfuerzo'. Aquel que se sienta en el ordenador y simula trabajar a destajo cuando, en realidad, lo único que hace es chatear por Internet con sus colegas.

Becario trepa: Competitivo, con el listón muy alto y menos eficiente de lo que debería. Está deseando acercarse al jefe, a los directivos o a cualquier persona que pueda hacer que ascienda en su puesto de trabajo. No tiene escrúpulos en pisar a sus compañero e incluso hacerles la vida imposible para destacar él frente al resto.

Becario pelota : El primero en ofrecerse a hacer 1.000.000 de fotocopias en diez segundos, el primero en querer a hacer los cafés de toda la redacción. No le fata un halago para cada persona que pasa por su lado, si son jefes mejor que mejor. Siempre está conforme con todas las propuestas que le hagan con tal de no llevar la contraria a sus superiores. ¡No hacen mal a nadie y suben bastante la moral!

Becario ingenuo: A veces se puede pensar de él que es tonto, que no da para más. Pero en realidad, reina en él una gran ingenuidad. Es incapaz de pensar que se están aprovechando de él y hace encantado cualquier tipo de labor. Echa más horas de las normales creyendo que, algún día, se lo agradecerán.

Becario optimista: ¡Esto no es un becario es una persona feliz! O, por lo menos, lo parece. Sonríe, canturrea por los pasillos, suelta un piropo a todas las chicas que pasan por su lado (sean guapas o no) y sobre todo hace rabiar a las personas con problemas en su día a día porque a él la vida le sonríe.

Becario pesimista: Cualquier cosa es un mundo para él. Piensa que todo se le da mal, que no es capaz de realizar por ningún tipo de tarea. Los trabajos que le encargan, cree hacerlo mal y nunca defiende con seguridad sus propios proyectos. A veces da pena al resto de compañeros, pero a la larga termina cansando su falta de autoestima y su victimismo.

Becario tímido: Le cuesta mucho relacionarse con el resto de sus compañeros. Nunca opina de nada, no porque no tenga ideas, si no porque le da demasiada vergüenza. Se sonroja cuando le agradecer un trabajo o cuando alguien bromea con él. Al estar tan cerrado en sí mismo, trabaja muy bien y cumple a la perfección todos sus trabajos.

Becario quejica : Todos son malas caras y malas contestaciones. Cualquier tipo de trabajo le parece mal. Se cansa rápido, se queja de no tener nunca buenas ideas y de trabajar mucho (aunque emplea más tiempo quejándose que trabajando). No se corta ni un pelo con las quejas y es capaz de decírselas al propio jefe en la cara.