Cómo conseguir que te contraten

CELIA MOLINA 31/07/2008 10:27

Oda al contrato

¡Oh, Contrato! Sueño perdido de todo becario

Papel invisible que nunca aparece

Señor, señora...¡Yo quiero un salario!

Cacao o café, ¿qué le apetece?....

No nos engañemos, por mucho que en esta página nos esforcemos por enorgullecernos de nosotros mismos, todos los becarios soñamos con dejar de ser becarios algún día. Lo que más queremos en este mundo es que nos contraten, que nos valoren y ¡qué porras! que nos paguen. ¿Cómo podemos conseguir tan ansiado contrato? En Becarios.es te damos algunos consejos útiles (aunque no reconfortantes):

1 . Di a todo que sí. Si te preguntan, ¿puedes doblar turno mañana? Sí. ¿Puedes trabajar este fin de semana y al siguiente y al otro? Si. ¿Puedes quedarte un par de horitas más? Sí. ¿Puedes quitarme los pelillos de la nariz? Si. Di siempre que sí con una amplia sonrisa en la cara aunque por dentro te lleven los demonios.

2 . Olvida que tienes derechos como trabajador y ser humano. Borra de tu mente necesidades insignificantes como las vacaciones, días festivos, horas libres para hacer tus gestiones…Son nimiedades que te pueden costar un futuro estable. No te arriesgues.

3. ¿Tienes novi@? ¿Si? Pues déjalo ya. No vas a tener tiempo suficiente para mantener esa relación, que por otro lado, no iba a ningún sitio. ¿Quién te va a querer si no tienes ni dinero, ni futuro, ni autoestima?.

4 . Sabotea a los demás becarios. Renuncia a las fiestas, el compañerismo, la empatía, la amistad y a todos esos cursis sentimentalismos que no te van a servir de nada en la vida y muchos menos en una empresa. Extravía sus informes, no les pases las llamadas, pínchales la ruedas del coche, invéntate sucios rumores sobre sus vidas, ponles la zancadilla…Si quieres triunfar, sé malo, muuuuy malo.

5 . Tienes que ser el rey del peloteo. Haz una reverencia cuando tu jefe entre en la oficina, dile lo delgado que está, lo que guapo que es él y su mujer y sus hijas y toda su estirpe, dile que es el padre que nunca tuviste y que quieres seguir sus pasos. Pégate a él como una lapa y házle todos sus recados. Si te vas, te echará de menos.

6. ¿Cuántas horas te corresponden al mes? ¿100? ¿200? Haz el doble. O el triple si hace falta. Y deja claro que a ti no te importa el dinero, que tú tranquilamente trabajarías gratis pero que el Estado opresor te obliga a reprimir ese impulso solidario.

Si sigues nuestros consejos, en unos meses tendrás un contrato basura con el que podrás empezar a pagar la hipoteca y la letra del coche. ¡La vida resuelta!.