Vigilando el corazón, nuestro motor de vida

Cristina Tárrega 31/07/2015 10:42

Entramos en el mes de agosto y parece mentira, el día 28 se cumplirán 8 años de la muerte del jugador del Sevilla F.C Antonio Puerta. Fue un durísimo golpe para el deporte que nos dejó helado el corazón.

Precisamente del corazón quiero hablaros hoy, nuestro motor, el que no deja de bombear vida y al que hay que cuidar de una manera muy especial si no queremos que deje de funcionar.

¿Sabéis cuántas muertes súbitas se producen en España? Se calcula que unas 30.000 al año. A día de hoy no existe una concienciación social del grave problema que supone. Mañana le puede suceder a cualquiera, a un familiar, a nuestra amiga o al vecino del cuarto, que le sobrevenga una muerte súbita. Por eso me preocupa tanto y he querido hablar con el doctor Francisco Ruiz Mateas, Presidente de la Sección de Estimulación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología. El doctor es una eminencia y ha sabido explicarme muy bien todo aquello que necesitamos saber sobre la muerte súbita.

Doctor ¿Qué es una muerte súbita?

La muerte súbita es el fallecimiento de una persona aparentemente sana. La principal causa es una arritmia cardiaca denominada fibrilación ventricular y si el paciente no recibe atención inmediata, muere en pocos minutos. Esta arritmia produce una actividad eléctrica cardiaca caótica que no es capaz de generar una contracción de los ventrículos, por tanto el corazón deja de bombear la sangre al resto del organismo, incluido al propio corazón y por supuesto al cerebro, que es el órgano más vulnerable.

Por tanto nos encontraremos con una persona que ha perdido bruscamente el conocimiento, no respira y no responden a ningún estímulo, sin atención, el color de la piel pierde rápidamente el tono rosado habitual y se torna azul violáceo.

¿Cuáles son las causas de la muerte súbita?

Como te decía, la muerte súbita se debe habitualmente a una arritmia cardiaca maligna denominada fibrilación ventricular. Esta arritmia maligna es muy rara en corazones sanos.

En personas mayores de 35 años, la causa más frecuente de la fibrilación ventricular es el infarto agudo de miocardio.

En las personas jóvenes, adolescentes o niños suele estar relacionada con dos grupos de enfermedades que se nace con ellas y que muchas veces no dan síntomas: la denominada miocardiopatía hipertrófica y las denominadas canalopatías, entre las dos más frecuentes están el síndrome de Brugada y el síndrome de QT largo.

Por cierto, decir que nuestro país ha estado a la cabeza y lo sigue estando en el estudio de estos síndromes, concretamente unos catalanes, los Doctores Brugada, fueron los descubridores del síndrome que lleva su nombre.

¿Qué ocurre si la persona no recibe tratamiento de forma inmediata?

Fallece en pocos minutos. Lo más importante es conocer que las medidas de reanimación cardiopulmonar pueden conseguir en muchos casos que la arritmia desaparezca y el paciente se recupere y pueda vivir. Si esto sucede lo llamamos muerte súbita recuperada.

Pongamos dos ejemplos extremos de lo que puede ocurrir:

La persona sufre esta arritmia maligna, está solo, o no es presenciada por nadie, el sujeto fallecerá en pocos minutos. O en el extremo opuesto, puede que el paciente presente esta arritmia maligna ya en el ámbito hospitalario. La atención es urgente y con maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y con un choque eléctrico que se denomina desfibrilación, y que consiste en administrar al corazón una descarga eléctrica controlada con un dispositivo que se conoce como desfibrilador. El paciente se recupera normalmente y no suele dejar secuelas.

¿Qué se puede hacer en caso de que a alguien que tenemos cerca le pase?

Lo primero que hay que hacer es solicitar atención médica, llamando al teléfono de emergencias 112 (en algunas comunidades 061). Mientras esperamos al servicio de emergencias, hay que comprobar si el paciente tiene algún tipo de respuesta y si respira o no. Si el paciente presenta una parada cardiaca y no respira, se deben realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar básica y hay que realizar un masaje cardiaco correcto. Deben poner ambas manos rectas en el centro del esternón del paciente y hacer compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto respecto cuerpo del sujeto, comprimiendo el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, de forma rápida unas 100 veces por minuto sin interrupción. El masaje cardiaco se debe mantener hasta que la víctima recupera el conocimiento o hasta que llegue la asistencia médica.

Deberíamos saber todos hacer una reanimación cardiopulmonar ¿verdad?

Sí, todo el mundo debería saber realizar un masaje cardiaco básico y se debería en mi opinión enseñar de forma obligada en el colegio. Formar a la población en reanimación cardiopulmonar (denominada habitualmente RCP), podría mejorar la supervivencia de estos pacientes hasta en un 30% en palabras del presidente del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP), el cardiólogo Ignacio Fernández Lozano.

¿Cómo se puede prevenir una muerte súbita?

Si existen antecedentes de muerte súbita en la familia, especialmente niños o jóvenes, es recomendable acudir al cardiólogo para realizar un electrocardiograma y ecocardiografía a toda la familia. También es muy recomendable si en la familia existe alguien afectado por una cardiopatía hereditaria. Existe un estudio Español de la Sociedad Española de Cardiología destinado a familiares de personas que han sufrido una muerte súbita (recuperada o no) realizando deporte. El análisis de este tipo de episodios resulta de vital importancia, tanto para el paciente como para los familiares. Establecer la causa de la muerte súbita no siempre es fácil, y se requiere un estudio muy complejo que debe ser realizado por personal cualificado.

Para terminar Doctor ¿Qué es un desfibrilador?

Existen básicamente tres tipos de desfibriladores.

  • Desfibriladores de ámbito hospitalario: suelen estar en ubicaciones preferenciales: Urgencias, Unidades coronarias, Cardiología, UCIs generales, plantas de hospitalización, etc. El personal sanitario sabe usarlo en casos necesario.
  • Desfibriladores externos automáticos (DEAS): Son portátiles y automáticos, no se precisa de formación específica y están (o deberían estar) ubicados en aeropuertos, grandes superficies, gimnasios, etc. Es fácil de colocar y el aparato automáticamente dará un choque (desfibrilación) si el paciente lo precisa. Es ridículo en mi opinión, el número de estos dispositivos en nuestro país. El país más avanzado en este aspecto, es Japón que tienen 35 veces más desfibriladores por cada 10.000 habitantes que nosotros. En España el número de desfibriladores automáticos por cada 10.000 habitantes es 1,7 mientras que por ejemplo en Francia la cifra es de 15,4.
  • Desfibriladores implantables: Son dispositivos de pequeño tamaño que llevan implantados los pacientes recuperados de muerte súbita o bien pacientes a los que se les implanta tras un estudio de su cardiopatía para la prevención de la muerte súbita.

Ya lo veis, con el corazón no podemos jugar, cuidadlo y mimadlo porque lo necesitamos para vivir. Una alimentación sana, mediterránea, no fumar, no beber alcohol y hacer ejercicio de forma habitual pueden ahorrarnos muchos disgustos.