Bea La Legionaria nos enseña su casa, ¡y hasta su dormitorio-picadero!

Kiko Hernández 30/03/2016 17:39

Temperamental, espontánea, auténtica e irrepetible. Aún resuena en nuestras mentes alguna de las míticas frases que Bea La Legionaria hizo famosas tras su paso por Gran Hermano. Concursante de Gh6, Gh El Reencuentro y Supervivientes 2010 nunca pasó desapercibida por realities ni platós de televisión. Ahora, tras varios años alejada de este mundo, Bea nos abre las puertas de su casa y nos descubre todo aquello que aún nos faltaba por conocer de esta inolvidable concursante.

Bea, ¿cómo estás?

Muy bien.

¡Cuánto tiempo sin verte!

Sí, tres años.

Tres años alejada de la televisión por decisión propia.

Sí, totalmente, y eso que me llaman siempre para ir a El Debate. Pero no, ni loca vuelvo a la televisión.

¿Por qué?

Porque salió gente indeseable. Una cosa es que me ataquen a mí, y otra que ataquen a mi niño. Como madre, evidentemente, mi obligación es proteger a mi hijo. Ese personaje fue a ganar dinerito para sus vicios, y yo no le financio el vicio a nadie. Y mi hijo menos.

El padre de tu hijo te hizo mucho daño en televisión, ¿no?

Sí. Se pasó mucho insultando a mi niño. Hay que tener poca vergüenza para pasar de mi hijo y luego ir ganando dinero a costa de él.

Pero gracias a eso ganaste la custodia de tu hijo, ¿verdad?

Sí. Ahí yo gané la custodia y él perdió los derechos legales. Gracias a Nacho Toledano, que es mi abogado y mi colega, tengo la custodia completa de mi niño.

¿En qué momento decides dejar la televisión?

Cuando llevaba al niño al cole y vi que todos cuchicheaban. Mi hijo no tiene por qué pasar por eso por culpa de un mierda seca, porque no le voy a llamar padre, porque es una palabra excesivamente grande.

¿Sabes algo de él?

No.

Estaba muy mal en aquel entonces.

Pues imagínate ahora, estará como las Torres Gemelas.

¿Echas de menos la tele?

Echo de menos el rollo que tenía con la gente. ¡Yo he hecho hasta tripletes! Llegaba a las 6 de la mañana a Telecinco y no me iba hasta las 3 de la madrugada. ¡Yo cabalgaba por Telecinco! Tú me has visto a mí llorar en maquillaje y peluquería cuando lo del padre del niño. Y yo decía, ¿para qué? Si no me compensa. Yo he maldecido mil veces la hora que entré ahí. Hoy por hoy muchas veces.

¿Has maldecido el momento en que entraste en Gran Hermano? ¿Por qué?

A la hora de buscar trabajo, a la hora de estar con una pareja… Todo influye. Todos van contigo y se acercan a ti por algo. Bueno, ¡qué te voy a contar que tú no sepas!

¿Cuál es la cosa más desagradable que te ha pasado?

Entrar a una entrevista de trabajo y ponerse a hacerme fotos con el móvil y llamar a su mujer, para después decirme: “venga guapa, que está muy bien pero no vales para este puesto”.

¿Por qué?

Por el genio que me precede. Pero la gente lo que no ve es que yo tengo ese genio en esas circunstancias. En una casa encerrada con 15 que saben de qué va el juego, y la única que no sabía de qué iba era yo. Yo no sabía ni lo que era nominar.

¿Y por qué te presentaste a Gran Hermano?

Yo estaba en Algeciras con Javi y estábamos fumando cigarritos alegres. Él me dijo que llamara y, al terminar, lo hice y me dieron el número para entrar en Internet, pero yo ni tenía ordenador.

¿Pero cómo llamas a un número de algo que no sabes lo que es?

No tenía ni idea de lo que era, pero sabíamos que a ninguno de los dos nos iban a coger. A los 6 días vine aquí a Madrid y me acordé del número que me dieron, así que me subí a casa de mi hermana y me puse a hacerlo en su ordenador. Y, a partir de ahí, me empezaron a llamar. No me presenté al casting y me volvieron a llamar. Me llamaron hasta 6 veces y me dijeron que me ponían un coche y todo. Ahí me picó la curiosidad y me presenté al siguiente casting como un clavo.

Si regresaras al 2004, ¿volverías a entrar en la casa de Gran Hermano?

Yo creo que todo se hace por algo. Que todo el mundo tiene su destino hecho. Que todo tiene un motivo. Así que claro que volvería a hacerlo, aunque me arrepintiese después.

¿Todavía te sigues sintiendo observada?

No es me siga sintiendo observada, es que es así. Todos los tíos que se acercan a ti es por algo.

Pero hay muchos concursantes de los que nadie se acuerda…

¡Claro, porque no son La Legio!

¿Qué tienes tú que no tienen los demás?

A lo mejor la ignorancia del programa o el que me la bufe lo que piensen de mí.

Pero antes era peor, porque sabían una información tuya y enseguida la filtraban.

Pero el tema es que no acertaron en nada. Me pusieron de puta, cocainómana, maltratadora, mala madre, lesbiana… De todo.

El primer video que tuviste que ver es que supuestamente habías ejercido la prostitución ¡y lo había dicho tu propio ex!

Sí. Yo había estado trabajando de stripper y de gogó pero, de ahí a puta… Lo que más duele es que todas esas cosas salían de boca de personas con las que yo había compartido mi vida. Eso es lo que te va demacrando.

Tú ganaste mucho dinero en televisión, ¿has ahorrado?

No, lo que fácil se gana, fácil se gasta. Yo lo gasté gustosamente. Ayudé a mi familia. Hice lo que yo quise. Viajé por donde quise…

Al final has terminado en Fuenlabrada, en tu barrio de toda la vida.

Sí, me trajo mi madre aquí con 7 años.

La casa que hoy nos enseñas, ¿es compra o alquiler?

Alquiler.

¿Cuánto pagas al mes?

Una pasada, 500 pavos. Muy caro para la mierda que es.

¿Tienes calefacción?

No, y hace mucho frío aquí.

¿Pones la calefacción eléctrica?

¿Qué voy a poner la eléctrica? ¡Si enchufo el radiador y saltan los plomos! Tienes que pasar frío sí o sí.

¿En serio?

Te lo juro. Se te ponen los pezones para cortar tomates. ¡Tengo las sábanas desolladas! Es un piso antiguo pero es la prisa que yo tenía por coger uno y fue el primero que salió. Pero es una casa temporal. Ya tengo buscada otra más cerca de mis padres.

¿Cuántos metros cuadrados tiene esta casa?

Un montón. Unos 120-130. En esa cocina se puede torear...

¿Cuál sería tu casa ideal?

Una propia.

¿Nunca te has comprado una?

Pasó algo con Javi…

¿Diste una entrada?

Algo así. Y luego fue más importante para él ponerla a nombre de su madre.

Siendo una chica joven, ¿cómo te metes ahora en una casa antigua, sin reformar?

¡Ay, si tú supieras dónde he vivido yo! Cuando estaba en La Legión, cobraba el 27 y el 29 había una cola para pedir el adelanto. Yo he vivido con tíos, tías, gays, lesbianas, en pareja, sola, con animales...

Pero ahora estás bien…

Estaría mejor con mi niño, pero las circunstancias no lo permiten. Me levanto todas las mañanas a las 7:30 h. y me voy andado a casa de mis padres para llevarle al cole.

¿Tus padres viven cerca?

15 minutos andando.

¿Por qué tu hijo no vive en tu casa?

Mi hijo está conmigo, lo único que no duerme aquí por el frío que hace y porque el horario que tengo de cocinera en el restaurante no es compatible con el suyo.

Mañana libras, ¿qué planes tienes?

Estar con mi niño. Mañana mis padres se encargan de llevar a mi hijo al cole para que yo duerma un poco más. Luego mi madre me despierta a las 10:30 o así, porque a las 13:30 el niño sale del cole y tengo que tener la comida hecha.

¿Qué vas a cocinar?

Cocido. Yo soy muy de cuchara.

¿Ya has hecho la compra?

Sí, lo tengo todo congelado. Esta noche lo saco.

¿Y qué hacéis luego?

Le doy de comer y vuelve al cole. Le estoy pagando clases extraescolares. Después, pasamos la tarde juntos. Mañana verá a la serpiente nueva, le ha puesto Romeo. ¡Ya verás cuando la vea! Luego hacemos juntos los deberes, cenamos y, sobre las diez, le dejo en casa de mis padres.

Tienes varios animales en casa. Un pájaro que está suelto todo el día.

Sí. Lica. El pájaro tiene alas para volar y, ya que tengo el pájaro por mi hijo, por lo menos que esté suelto.

¿Y por qué tienes serpientes?

Porque me gustan a mí. Es uno de los animales que todo el mundo odia pero no saben la importancia que tienen en el ecosistema. Si no fuera por las serpientes y por muchos más animales, tú no podías andar por la calle porque las ratas nos comerían.

Antes eras una fiestera, ¿ya no sales de copas?

No suelo. Salgo de vez en cuando con mi compañera a una discoteca que hay aquí abajo, pero luego cuando volvemos al trabajo nos queremos morir porque estamos como zombis. Es que pienso, si salgo voy a beber, porque si vamos es como Massiel en una boda. Y, al día siguiente tengo que trabajar. Así que al final no salgo.

¿Te arrepientes ahora de no haber ahorrado?

No, mis padres me ayudaron sin tenerlo y yo tenía que ayudarles. El dinero no hace a las personas, lo que hace a las personas es la forma de repartirlo.

¿Por qué dejaste La Legión?

Me lo voy a llevar a la tumba.

Pero tú amabas La Legión.

Y la amaré hasta que me muera.

Que no lo cuentes me hace pensar lo peor...

Hay amores tan grandes, como el que siento yo por La Legión, que antes me corto la lengua que dañarla.

Si yo te hago una pregunta y acierto, ¿me dirías por qué dejaste La Legión?

Sí.

¿Abusaron de ti?

¿En qué sentido?

Abuso sexual.

No, hay cosas que duelen más. ¿Qué eso fue algo que pasó? Sí. Pero por eso sólo no dejo el cuerpo, ¡qué va!, con una patada en los huevos ya lo tienes arreglado, o con ir al capitán y decirlo. Yo me fui antes de odiar lo que tanto amaba.

Durante esa época recorriste medio mundo. ¿Cuántos países has visitado?

Un huevo. Costa Rica, Nicaragua, Salvador, Francia, Portugal, Italia, Colombia… ¡Pero al que yo quiero ir no!

Te has ido mucho más lejos, ¿por qué todavía no lo has visitado?

Porque en Egipto está la cosa jodida. Cuando yo salí de Gran Hermano, ofrecí que se vinieran conmigo por el Nilo una semana en lujo superior. Y no se quiso venir nadie.

¿A quién se lo ofreciste?

A amigos y familiares. Terminé llorando. Me dijeron que me guardara el viaje para cuando me casara. ¿Y tú te crees que si yo me voy de viaje a Egipto voy a hacer caso al marido?

¡Fíjate la imagen que te tendrían de tu paso de Gran Hermano que nadie se quería ir contigo a un viaje de gastos pagados!

¿Te das cuenta? Para qué veas…

¿Mantienes contacto con tus compañeros de 'GH'?

Con todos, con Nicky, Sandra, Diana... Me llevo con la mayoría.

Se casa Diana con Franchu el 8 de Mayo, ¿vas a ir?

No me han invitado. De todos modos, tengo que trabajar.

¿Qué es de Nicky?

Estuve hablando con él el otro día. Está feliz con su churri y trabajando en un hotel. Está muy bien. Cada uno elige el camino que más feliz le hace. Yo, por ejemplo, no podría estar donde tú estás porque yo sería infeliz.

¿Por qué?

Manda narices compartir silla y espacio con quien te daña, ¿no?... Hay que tener unos cojones muy grandes.

Hay gente que mataría por tener tu carisma...

¿No te das cuenta de que a lo mejor mi carisma daña a mi hijo?

¿No tienes miedo de tu futuro laboral?

Sólo tengo miedo a que le pase algo a mi hijo. Pero de hambre no me voy a morir. Y si no, siempre me quedará contar con quién me he acostado (risas). ¡Y han sido unos cuantos...!

¿De estos conocidos qué te quedarías con la boca abierta?

Oh…

¿En activo?

Y en pasivo.

¿Famosos?

Sí, un futbolista, algún friki...

¿Futbolista se 1ª, de 2ª, Regional? ¿Pantalón blanco o a rayas?

Yo del Barça te puedo asegurar que no. Soy anti-catalán hasta para el vicio.

¿Ya no sigues Gran Hermano?

Es que no lo he seguido nunca. Entré ciega y sigo ciega.

¿No te gusta el formato?

Es que ahora lo veo diferente.

¿Entrarías en otro reality?

Por dinero, sí. Ya lo hice yendo a Supervivientes con Rafa Mora, Guillermo Martín, Trapote… Que a Trapote casi la pego una patada que la tiro de la barca.

¿Te ves en Mujeres y Hombres y Viceversa buscando el amor?

Es que lo veo postureo. Si me lo ofrecen, me iría a un reality de verdad. Pero no a eso.

¿Ahora mismo estás soltera?

Soltera. Con rolletes varios.

Para cuando sales de fiesta creo que tienes una especie de dormitorio-picadero, ¿no?

Es la caña. ¿A qué te ha puesto nada más verlo? Reconócelo. ¿A qué te han dado ganas de darme un meneo? Me han dado ganas de dártelo yo a ti… (Risas)

¿Entra mucha gente ahí?

No todos los que yo quisiera. Porque, si por mí fuera, eso sería como Atocha. Pero no puede ser.

¿Se quedan a dormir?

No. En mi casa no duerme nadie. El único hombre que duerme en mi casa es mi hijo.

Si yo te conozco una noche, nos caemos bien y decidimos ir a tu casa…

Echamos un polvillo. Y, con las mismas, te vistes y te largas.

Y si me quedo amodorrado, ¿me pegas una patada o algo?

No te quedas amodorrado. Ya procuro yo que no. Y, cuando llega la hora te digo, venga vamos…

¿Consideras que has cambiado mucho de vida?

No, ahora mismo estoy como estaba antes. Súper feliz con mi cervecita en el parque.

¿Qué le pides a la vida?

Salud para mi hijo y fuerza para tirar para adelante.

Bea, gracias por abrirnos las puertas de tu casa.

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