Muchos sueños cumplidos y pocas palabras capaces de expresar todo lo que siento

eltiempohoy.es 06/07/2016 16:51

A menudo pienso en el hecho de alcanzar los sueños, de verlos realizados. Uno de los muchos motivos por los que me siento afortunado es por haber alcanzado anhelos que he cosechado durante mucho tiempo y que, al final, se han hecho realidad. Participar en esta expedición ha sido uno de ellos y ahora, con la distancia que genera el par de días transcurridos desde su finalización, soy consciente de ello. Para mí ha sido una gran suerte participar en el viaje, no sólo por cumplir mi anhelo de navegar en el trineo de viento sino por muchos factores que lo han acompañado.

Mi imaginario gira constantemente alrededor de relatos de viajes y expediciones realizadas en el pasado o aún por realizar. De repente me he encontrado compartiendo viaje con personas sobre las que he leído y a las que me he imaginado en multitud de ocasiones, personajes que admiro y me interesan y que ahora he convertido en personas e incluso compañeros, algo que me ha llevado a admirarles aún más.

Ignacio Oficialdegui fue mi maestro a la hora de aprender a manejar el trineo de viento, no sé si alguna vez podré estar lo suficientemente agradecido por tener semejante fortuna. Manuel Olivera fue mi compañero en la segunda fase del viaje; Manolo, quien participó en la expedición Circumpolar Mapfre y al que he cosido a preguntas durante estos días en los que me ha relatado, con paciencia infinita, historias de aquel viaje mítico sobre el que probablemente se asentó mi interés hacia la aventura en las regiones polares. Ramón Hernando de Larramendi, el artífice de dicho viaje y director de la presente expedición ha contado conmigo en esta ocasión: ni se me ocurren palabras para mostrar el agradecimiento que siento.

Compartir tienda con quienes han sido tus héroes es algo difícil de asimilar. Como es también difícil de asimilar la buena sintonía con el resto del equipo, Vicente, Karin, Nacho, Miguel y Malik, quienes, pese a no conocerles de antemano, han logrado rebasar cualquier expectativa que mi cabeza hubiese sido capaz de rumiar.En tierra hemos contado con el apoyo de un equipo que nos ha asistido desde la distancia: Juanma en la parte logística y Rosa dedicada a los medios así como otros miembros de Tierras Polares.

Para todos ellos mi más profundo agradecimiento. Puestos a dar las gracias es imposible no acordarme, tras semejante travesía, de mi compañero José Mijares, pues mucho de lo que he aprendido en el mundo de los viajes y la aventura a él se lo debo. Y a María y a Sara, que hacen posible que los sueños se sigan cumpliendo.