¡Por fin llegamos a Summit! Y en la esquina del mundo me encuentro a un amigo

eltiempohoy.es 24/06/2016 15:08

No sé cuántos guías trabajan con científicos parte del año en la Antártida y parte en el ártico. Imagino que no demasiados, pero que además de ello durante su tiempo libre se dediquen a recorrer Rios en Packraft (kayak ultraligero hinchable) seguro que muy pocos. Pues bien, jamás imaginé encontrarme con uno de ellos, además compañero y amigo, en la parte más alta de Groenlandia. En nuestra llegada a Summit. Casualidades de ese tipo ocurren muy pocas veces en la vida.

La entrada a la estación científica de Summit es compleja pues alrededor de la base se halla una zona limpia en la que está prohibido transitar que es objeto de constante estudio. Por ello tuvimos que aparcar nuestro trineo a las afueras de la base y unas motos de nieve vinieron a buscarnos a través de un estrecho pasillo reservado para tal fin por el que nuestro trineo hubiese sido complicado que transitase. Uno de los guías que acudió se quitó sus gafas de ventisca y al presentarnos caímos en la cuenta de que nos conocíamos. ¡Qué gran sorpresa en un rincón tan remoto del mundo!

¿Cómo es esta base en el ártico?

La base de Summit Station, gestionada por los Estados Unidos se encuentra en la parte más alta del casquete polar de Groenlandia, a 3207 metros de altitud sobre el nivel del mar. En ella viven y trabajan un gran grupo de científicos y técnicos cuyo número fluctúa durante todo el año. En invierno permanece abierta con menos de diez personas pero en primavera, concretamente los días en que nosotro hemos llegado, puede alcanzar las sesenta personas.

¡Lasañas, fresas, pan!

La amabilidad y atención con que nos recibieron fue increíble. Para empezar llegamos justo a la hora de la comida. En un gran salón repleto de gente pudimos comer hasta saciarnos varias clases de platos, lasañas, ensaladas, galletas, fruta fresca, bebidas, pan y otros manjares. Después de casi u mes con la misma dieta en el trineo, un banquete así puede hacer que se te salten las lagrimas de la felicidad.

Tras la comida nos enseñaron la base. Diferentes científicos nos enseñaron los proyectos en que trabajan, muchos de ellos relacionados con el estudio del aire y de la nieve de lo que se considera como una de las zonas más limpias del planeta. Tras la visita volvimos al salón donde hundimos nuestros cuerpos en los sofás y nos atiborramos de café y galletas. Los esfuerzos por no dormirnos fueron bastante grandes en ese lugar tan cómodo y aclimatado. Nos hubiese gustado quedarnos pero comenzó a levantarse viento favorable y hubimos de marchar. Antes de ello tuvimos que recoger el elemento que suponía el motivo principal de nuestra visita a la estación: un taladro perteneciente a un proyecto científico americano para obtener muestras en el interior del casquete groenlandés.

Mucho antes de lo deseado emprendimos rumbo al trineo con nuestro taladro, los estómagos llenos y el ánimo alto. Habíamos cumplido el principal objetivo de la expedición: alcanzar Summit y ahora nos dirigiamos hacia la costa oeste para el relevo de personal y la obtención de las muestras de hielo en el interior del casquete. Esperemos que a partir de ahora los vientos nos sean favorables y las tormentas no se vuelvan a cebar en nosotros al menos durante unos días.