Eduardo Casanova: "No sé qué es el Pasillero".

telecinco.es 19/11/2009 18:09

Hoy me fui a la grabación de Aída. Globomedia invitaba a la prensa al plató para ir promocionando la nueva temporada y dejaba a los actores sueltos por allí para que los periodistas presentes les hiciesen sus preguntitas y los fotógrafos les sacasen su mejor perfil. Yo aproveché la ocasión para contribuir con otro ejemplo de ese gran género llamado entrevista a este blog. Y decidí que el más apropiado para responder a alguna pregunta era Eduardo Casanova, que interpreta a Fidel. Eduardo dice que le gusta Almodóvar, Alaska, David Delfín, McNamara, Donna Summer, los ochenta y la movida madrileña, y todo eso puede parecer de manual y algo mascado, pero lo interesante es que ese mismo discurso ya lo tenía a los doce o trece años. Por aquel entonces la revista Vanidad -que tiene una FANTÁSTICA sección de televisión, por cierto- lo sacó en su portada y las declaraciones eran, cuanto menos, sorprendentes. A mí me ganó, por lo menos, cuando le preguntaron por Bimba Bosé y él respondió: "¿qué es eso, un pokemon?". Con toda la inocencia del mundo, eso sí. El asunto es que un tiempo después concedió otra entrevista a El País y ahí se mostró más retraído, diciendo que había decidido no hablar mucho de sus aficiones. Dijo: "yo te diría lo que me gusta hacer, pero como siempre me preguntan lo mismo y, evidentemente, no voy a mentir, siempre sale alguien para criticarme. Prefiero no decirlo."

No sé qué ocurrió entre una entrevista y otra. Sí sé que me hubiese gustado hacerle a Eduardo Casanova una entrevista más divertida (sobre todo desde que me enteré de que le encantan películas de serie Z como Basquet Case y El día de la madre y, supongo, cosas igual de pringosas de la factoría Troma), pero no pudo ser. Eduardo Casanova me dijo que, por profesionalidad, en el set de Aída sólo se podía hablar de Aída. Y todo con mucha educación y simpatía, ojo. Pero uno a veces tira para un lado y el entrevistado tira para el otro, atraído por un núcleo terriblemente magnético llamado VOY A HABLAR DE MI TRABAJO y entonces no hay nada que hacer. Ese núcleo ya ha fundado su propia religión y su máxima representante se llama Penélope Cruz (que por otro lado mola más que casi nada de lo que tengamos en este país, ojo). Lo más curioso es que son los actores más jóvenes los que celebran este rito. Los más adultos saben que las entrevistas son unos males necesarios que hay que pasar con una sonrisa y alcanzando un punto medio entre el personaje y la persona que actualmente ya casi nadie sabe encontrar y equilibrar, porque hay una creencia generalizada de que lo ideal está justo en el lado contrario a donde realmente debería estar.

En fin.

Pero bueno, empiezo. Que parece que he salido escaldado de una lacerante entrevista con Jodorowski. Y en realidad sólo era un actor televisivo de lo más simpático y locuaz. Y a mí lo único que me chinchó, en el fondo, fue no poder preguntar a Eduardo por su película de zombies favorita.

Esta entrevista es para un blog llamado el Pasillero, ¿lo conoces?

No.

Muy bien.

Pero encantado de conocerlo.

Igualmente.

De conocerte y de conocerlo.

Ayer estuve buscando media hora por casa una entrevista del año 2006 que concediste a Vanidad en la que decías cosas muy divertidas, sin embargo luego leí otra de El País que diste dos años después en las que decías que ya no querías hablar de ciertas cosas porque habías sido criticado por ello. ¿Qué pasó?

Sé a lo que te refieres, lo que ocurre, cariño, es que estás en una rueda de prensa de Aída. ¿Lo sabes?

Lo sé.

Si quieres preguntar por Aída, guay, pero de otras cosas creo que no debería hablar, más que nada por mi profesionalidad y por la tuya.

Por la mía tampoco te preocupes...

Yo aún así te contesto. Tengo una cualidad de la que estoy muy orgulloso y es que hablo absolutamente de todo, pero donde se tiene que hablar. En otro momento me podrías preguntar absolutamente por lo que quieras. Porque es una capacidad que tengo, mari, que salgo del tema bastante bien.

Me estás diciendo que te pregunte sólo por Aída

Como quieras. En la capacidad de preguntar está la capacidad de responder.

No sé si confío mucho en la mía.

Seguro que sí.

¿Cómo le iría realmente a Fidel en un barrio como Esperanza Sur, dejando a un lado las risas enlatadas?

Si te fijas en la serie, cuando se tratan tramas bastante cómicas siempre tiene como trasfondo un drama grande. Yo creo que si a Aída se le quitase la comedia se viviría una gran tragedia, porque todos los personajes llevan consigo secretos, represión, falta de valentía y discriminación. Son factores que en esta serie están a pie de calle.

¿Has pasado algo parecido?

Pues ojalá, ya quisiera yo ser tan inteligente como Fidel, imagínate.

No, me refiero a la represión, a los secretos, a la discriminación.

No, no hay nada de mí, ni hay nada autobiográfico. Si así fuese, lo hubiese escrito yo y hubiese hecho un personaje completamente distinto. El personaje no lo he escrito yo, me lo han escrito. Me ciño a decir lo que me escriben y como actor, que es el trabajo que realizo, a intentar entender su personaje e intentar sufrir como él.

¿Qué ha ganado Fidel y qué ha perdido al mostrarse abiertamente homosexual?

Las series tienen que ir evolucionando, si nunca hubiese salido del armario mi personaje se hubiese quedado estancado. Al pasar los años Fidel tenía que salir del armario, tener un novio... Me parece muy bien que evolucione abriéndose, lo hizo ya hace dos o tres temporadas.

¿Hay algún programa al que querrías que te invitasen y aún no te hayan invitado?

Déjame pensar... me encantaría hacer un programa que ya se fue, que se emitía en Televisión Española y se llamaba Carta Blanca. Por desgracia lo quitaron y en el caso de que siguiese no sé si confiarían en mí. Desde aquí digo que si vuelve, por favor, llamadme.

¿Qué tipo de programa harías?

Haría un programa sobre cine, creo yo, con un punto de comedia.

¿Y quién querrías que lo compartiese contigo?

Pues que hubiese colegueo, amigos, música... Me encantaría hacer un programa conjunto con Alaska, que me parece un personaje muy interesante. Tendría que pensarlo, ahora no sé me ocurre ninguno.

Supongo que te gustó el Carta Blanca

A mí todo lo que hace Olvido me gusta. Todo.

Siempre has hablado de escribir, de tus cortos, de tus diseños, ¿te tira más un futuro detrás de las cámaras?

Sí, claro, de hecho acabo de dirigir mi primer largometraje, escrito y producido por mí.

¿De qué va?

Mira, te voy a contar una cosa. El día quince de diciembre se estrena el cortometraje en el cine Capitol y tú estás más que invitado para que allí me hagas todas las preguntas que quieras.

Muy bien, y que no hablemos sólo de cosas profesionales, que es un coñazo.

Claro, cariño, yo encantado de hablarte de mi cortometraje, pero aquí no debo ni puedo.

¿Te piden desde la propia serie que en las ruedas de prensa te ciñas a hablar de la serie?

No, en absoluto, eso es profesionalidad. Yo sé que cuando hago una rueda de prensa de Aída tengo que hablar de Aída. Cuando la haga de Vip Express, hablar de Vip Express.

¿Se llama Vip Express el corto?

No, se llama Ansiedad. Vip Express es.. lo del humo, esto que quita el olor a tabaco.

Creo que eso es un detergente. Muchas gracias por la entrevista, Eduardo.

Las que tú tienes.

Pues eso, caraqueso. No me entendáis mal, queridos lectores, Eduardo fue de lo más simpático. Pero uno puede dedicar cinco minutos a hablar de cosas divertidas aunque estés en el set de una serie. A la larga, es mejor: la entrevista que se salga del previsible caminito de referencias a las tramas y los personajes de la nueva temporada será aquella con la que el lector se quede y, posiblemente, el que le atraiga a ver la serie. Otro dato interesante fue que una de las muchachas de prensa de Globomedia -me atrevo a adivinar que ese es su puesto, pero puede que no- me dijo:

-Oh, tú eres el que el otro día se coló de Telecinco en la rueda de prensa de El Internado.

Palidecí (un poquito).

-Ehhhh, sí.

-Si es que nos avisó uno de los de Telegenia, que andaba por allí.

-¡Malditos! No sólo me ponen verde por escribir mal de sus triunfitos durante Operación Triunfo Operación Triunfosino que ahora me delatan en las ruedas de prensa ajenas.

-No, si me lo dijo de muy buen rollo.

-Ah, bueno.

-Pero claro, venir de otra cadena a hacer estas cosas...

-Eso lo debéis discutir con mis jefas, que son las que me meten en estos líos.

Otra característica de la tele es rebajar los conflictos al lugar donde no hay ninguno y preguntar a quién no tienen que preguntar. Las broncas, las diferencias y las pullas siempre hay que redirigirlas a los de arriba, que son los que pueden tener conflictos que arreglar entre sí. Yo siempre hago que no sé nada, y la mayoría de las veces no sé nada de verdad. Me he pasado la vida haciéndome el tontito, y bien que me ha ido.